DEL QUE SABÍA EL ORIGEN DE LOS POLLOS
Un restaurante nuevo y bien montado
prosperó por la idea original
de anunciar de manera habitual:
Pollos de cualquier granja del Estado.
Un tipo pecosillo y remilgado,
experto en pollos y aves de corral,
entró para comer en el hostal
y ver si era verdad lo divulgado.
Sentóse en una mesa retirada
y, en cuanto se acercó el buen camarero:
"Nada de carta -dijo el pinturero-,
me va a servir un pollo de Igualada.
Pero tráigalo crudo y todo entero;
quiero ver si es correcta la nidada."
El probo camarero, aunque se extraña
al oír que le piden pollo crudo,
no pierde la mesura. Mas no es mudo
y pregona el encargo de esta maña:
"Marchándome un pollito de Igualada,
ni asado, ni al ajillo, ni en salsita,
lo quiero casi vivo y con crestita,
entero y en porretas. ¡Casi nada!"
El jefe de cocina toma nota y saca
de una caja un pollo entero.
"Aquí lo tienes, muerto y en pelota
-le dice con guasita al camarero-.
A ver si se le ofrece al caballero
que se lo sirva al horno en papíllota."
El camarero coge el encarguito
y lo lleva solicito al cliente:
"su pollo, caballero. Estoy pendiente
de si lo quiere, asado, en salsa, frito..."
"Aguarde, camarero, un momentito
que compruebe el origen del paciente."
Dicho esto, introduce suavemente el dedo
en el trasero del pollito.
"Camarero, este pollo es de Vallecas,
lo noto por el tacto del trasero,
y yo he pedido un pollo de Igualada."
"Vaya con el maromo de las pecas.
A ver qué dice ahora el cocinero
del origen del pollo y la pollada."
El jefe de cocina, mosqueado,
verifica el origen de aquel pollo:
Procedencia Vallecas ¡Vaya rollo!
¿Será casualidad que haya acertado?
Luego le sirven otro, y otro y nada.
El pecas acertó la procedencia
valiéndose del dedo como ciencia:
"Es pollo de Jaén, de Ponferrada.." .
Un cliente borracho y apenado,
testigo del asunto del pollito,
le dijo balbuciente al entendido:
"Tres noches y tres días he pasado
buscando a mi familia. ¡Me he perdido!
¿Podría usted probar con el dedito?"
Autor del poema: R.Redoli