30 Poemas de silencio
La niña
De pequeña conocía una niña que era muy dulce y siempre sonreía.
El tiempo pasó y se hizo mayor.
Ya no estaba para juegos.
En su mirada ya no reflejaba esa dulzura.
En su rostro lucía una sonrisa, pero a todos engañaba, incluso con esa mirada.
Nadie se percató de cómo estaba y a quien ella ayuda pidió
en dos días se esfumó.
Hoy en día esa niña ya no existe.
Intenta regresar, pero ella sola no tiene suficiente fuerza
Al ser una niña nadie la escuchó
y en silencio siempre se quedó.
AH! LA ANGUSTIA
Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!
Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
De su alarido!
Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!
SONETO
Si a veces silencioso y pensativo
a tu lado me ves, querida mía,
es porque hallo en tus ojos la armonía
de un lenguaje tan dulce y expresivo.
Y eres tan mía entonces, que me privo
hasta de oír tu voz, porque creería
que rompiendo el silencio desunía
mi ser del tuyo, cuando en tu alma vivo.
¡Y estás tan bella, mi placer es tanto,
es tan completo cuando así te miro,
siento en mi corazón tan dulce en tanto,
que me parece, a veces, que en ti admiro
una visión celeste, un sueño santo
que va a desvanecerse si respiro!
EN PIE DE AMOR
Es imposible contener el grito
con que toda mi sangre levantada
en pie de amor, atroz, enajenada,
en ti se vierte en implacable rito.
Es imposible y, sin embargo, quito
volumen a mi voz; la tengo atada
al silencio, por siempre enajenada
sangre y voz; sin plegarias y sin gritos.
Y aun siendo así, tan terca es la esperanza,
tan incansable, tan rebelde y fiera,
que aun en esta mudez que me sentencio
día a día se pone en la balanza,
y contra la evidencia, espera: espera
que tú puedas oírme en el silencio.
Escucha el silencio...
Mira…. ¡Escucha la música del silencio!
¨”Habla de paz,”
Aún se habla de paz…!
Este silencio me hace sentir bien,
Habla de tantas cosas hermosas,
Que lo necesito…como el respirar.
Si hiciéramos caminos de besos,
Y abrazáramos las gotas de lluvia,
Sería más fácil caminar…
Escucha la música, es importante…
Ves… ¡ Que fácil es soñar….!
El silencio
emerge de la nada
y se hace manifiesto
en ausencia del pertinaz ruido,
se aísla de lo mundano
con el recogimiento
o al ser impuesto como castigo,
se sobrecoge en lo sombrío
y con el ulular del viento,
se interpreta como prudente
cómplice, deliberado…
y al ser invisible
a través de la paz interior,
su presencia es percibida.
TÚ TAMBIÉN ERES COLINA
Tú también eres colina
y sendero de piedras
y juego entre las cañas
y conoces la viña
que calla de noche.
Tú no dices palabras.
Hay una tierra callada
pero no es tierra tuya.
Hay un silencio que dura
en plantas y colinas.
Hay campiñas y aguas.
Eres silencio cerrado,
que no cede; eres labios
y ojos oscuros. Eres la viña.
Es una tierra que espera
sin decir una palabra.
Han pasado los días
bajo cielos ardientes.
Tú has jugado a las nubes.
Es una tierra mala
—y tu frente lo sabe.
Esto también es la viña.
Reencontrarás las nubes,
el cañizal y las voces
como una sombra de luna.
Reencontrarás palabras
allende la vida breve
y nocturna de los juegos,
allende la encendida infancia.
Será dulce callar.
Eres la tierra y la viña.
Un silencio encendido
quemará la campiña
como fogatas nocturnas.
SILENCIO
Cabelleras y sueños confundidos
cubren los cuerpos como sordos musgos
en la noche, en la sombra bordadora
de terciopelos hondos y olvidos.
Oros rielan el cielo como picos
de aves que se abatieran en bandadas,
negra comba incrustada de oros vivos,
sobre aquel gran silencio de cadáveres.
Y así solo, salvado de la sombra,
junto a la biblioteca donde vaga
rumor de añosos troncos, oigo alzarse
como el clamor ilímite de un valle.
Ronco tambor entre la noche suena
cuando están todos muertos, cuando todos,
en el sueño, en la muerte, callan llenos
de un silencio tan hondo como un grito.
Róndeme el sueño de sedosas alas,
róndeme cual laurel de oscuras hojas
mas oh el gran huracán de los silencios
hondos, de los silencios clamorosos.
Y junto a aquel vivac de viejos libros,
mientras sombra y silencio mueve, sorda
la noche que simula una arboleda,
te busco en las honduras prodigiosas,
ígnea, voraz, palabra encadenada.
SILENCIO AMIGO
Oh! Silencio amado que emanas tranquilidad y fe
Silencio dador de luz y eternos momentos
Silencio mío, que permitis, vivir en la osadía
Del encuentro de mi Ser hoy y día con día.
Silencio dominante del ruido y el bullicio
No solo del mundo, si no del ser
Eterno compañero y amante de la calma
Dame un momento al día para entender el alma.
Silencio antes de nacer,
Silencio después de morir
Silencio eterno amigo
Nunca irreverente, nunca inoportuno, nunca un enemigo.
Silencio sabio maestro
Que me enseñó a enmudecer
A llorar en soledad
Silencio sabio maestro
Que me enseñó a dominar
tristeza y desaliento
Silencio sabio maestro
Que me enseñó a apaciguar
El ego y la desilusión.
Silencio amigo, eterno amigo…
Te respeto, te proclamo y te bendigo.
Desde el 21 hasta el 30 de un total de 30 Poemas de silencio