Vuestros poemas
Optimismo
Siendo sensato, la vida nunca será perfecta;
Y óigame usted, escuche cuando le digo que no busco ser mas realista que optimista.
Seguirá existiendo la penuria, la malquerencia, el rencor, la detestable brisa empapada de ficción chocando de frente contra la cara de una dura realidad.
Seguirá escalando la gota vencedora, aquella empoderada, decidida a empuñar con determinación su bandera en lo alto de esa montaña de ilusiones.
Seguirá perdiendo el cielo su color al oírte murmurar destellos grises de innecesaria maldad.
Se seguirán oyendo pestes provenientes desde el fondo de su propia desesperanza.
Navegarán mas mares que realidades,
en busca de lo irreal, en busca de una ficticia verdad
Por no poder soportar el estruendo de las olas;
chocando, arrasando ciudades, despidiendo cadáveres con osadía, convirtiendo a ese fulano en una roca más
de esa montaña de ilusos sin ilusiones.
Seguirán,
y aunque quisiera;
No puedo ser sensato todo el tiempo,
por el momento solo realista.
para al fin poder degustar
los colores
de esas bonitas realidades.
Fuimos
Como quisiera gritarte muy en serio
que ya no hay espacio en mi cabeza para recuerdos que te porten
que el tiempo pasó y que con él mis sentimientos
que el sentir de aquel momento ya no causa en mí emociones.
Pero, la realidad es
que todavía
me encuentro en ocasiones fantaseando con un reencuentro
uno alegre y desmesurado de cariño.
Quizá en el fondo mi inconsciente lo sabe
Lo desea
y no le queda otra opción
Que consolarse con la ternura
De lo que un día fuimos.
Sin labiales ni recetas
Expresiones novedosas resultan gratificantes
Miradas que se entrecruzan y asombran a los amantes.
Canciones con letras lentas nos impregnaron de colores,
y a su vez de esperanzas por vivir cosas mejores.
Votos de silencio que apuntan a mis temores y los cortan con sigilo al compas de los tambores.
Emociones que se alejan sin tanta distancia, renombran la voz de aquella tarde sin elegancia,
Primaveras se han ido y con ellas nuestras confianzas
-Que tonto he podido ser para no bailar tu danza-
Perdido
A menudo resolvía los problemas a su modo;
la espalda les daba y clamaba la calma, de recuperar el alma entre tanta calamidad
Sin alguna seguridad, despeinaba algunas promesas, entorpecía la voz oscura de alguien que no regresaría.
Sucumbía en éxtasis de melancolía,
y al instante, reinaba la paz de una inquietante y efímera alegría,
Todo se derrumbaba y enrojecía en llamas,
Por momentos todo era nada,
Él lo sabía,
En cambio yo:
recién pude notarlo hoy,
al ver mi detestable reflejo a la orilla del mar
en la madrugada.
No!
No va a pasar!
Ahora estoy en una sana relación, intento cambiar!
Me ha lastimado mucho
Me niego a que vuela a suceder.
Tomaré el autobús más lejano y me encontraré lo más cercana posible al amor propio.
No habrán artimañas que sean capaces de hacerme olvidar lo mal que me ha hecho sentir
No habrán mañanas inciertas pensando cómo ha vuelto a suceder
No habrán más karaokes en las noches justo después de un samarreo
No oiré más perdones insolentes que se dirijan a mi alma
No perderé ni una sola lágrima de nuevo
No lo quiero!
Cueste lo que cueste, no puede volver a suceder.
No por
tercera vez.
Volver
Viendo hoy la tele a oscuras, pensé en esas madrugadas;
donde vimos tele juntos.
Hasta mañana;
Hoy extraño las interrupciones a mitad de los momentos tensos y tensar nuestros momentos con interrupciones sin sentido.
Hoy extraño estar contigo.
Hasta mañana;
Destrozando mis mordaces miedos con besos y caricias,
Abrazando mi ternura y madurándola un poco más con palabras bondadosas.
Viendo la noche absoluta consumirse por completo ante una sombría mirada
Hoy a oscuras puedo jurar;
La luz entrando a las seis por mi ventana no se compara,
con abrazarte hoy,
Hasta mañana.
Y SI LA MUERTE DE MI...
Y si la muerte de mi se acordara
Y por un momento mi alma tomara
Si compasión de mí tuviera
Y me permitiera descansar,
Que le cuesta darme un suspiro
Y perderme de sus recuerdos
Si lo único que quiero, es un momento de paz.
Reencuentro de dos
Como agua, cuando funde con desierto
o la simpleza de tu aroma tenue
es el suspirado abrazo que,
superada la infinitud del calendario,
llega, cálido, a combatir el desdén.
Y allí, en mi alma, desatada la guerra
con grácil violencia tu luz avanza
recalcitrante, tal vez. Contumaz.
Cual brisa exalta mis —a penas— brasas.
Poderosa, somete a la apatía impropia.
Tu ser, cuando funde con el mío
es regresar a un lugar de fantasía
somos las hojas que ni el viento ha querido llevarse
Como hojas agonizantes de otoño
finge vivir el que ha muerto de recuerdos
aquel iluso de los sueños despiertos.
Más cerca: tú. Aún más: yo.
entre tantos
Como una flor contenta de vivir
pero destinada a ser olvidada
entre las páginas de un libro;
entre otros muchos libros
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