Vuestros poemas
Vitrina
La puerta se abre, las puertas se cierran.
Familia entra pasa y se aleja
Yo le amo, si no le amase, únicamente le tendría cariño.
El reloj es como una gran curva, como la capital redonda de las ciudades
Los días pasan y seguirán pasando.
Miro por la ventana y los veo chocar
Zapatos de colores caminan y se van
Tu sombra por la esquina, el sol, sonido de tu andar
Déjame, déjame, devuelveme, porque no se caminar
Déjame, no vuelvas, pues soy del viento y este me busca apresar
Déjame, entre cristales, a salvo te podré recordar.
Lanmou’n Matematik
Mwen plus ou
Ou plus mwen
Fome yon asanm
Sa fèn asanm
De kò ki ini
Sou yon liy infini
Asanm vid pa pou nou
Pa pale’n de tab
Lanmoun pa kontab
San probabilte
Nou se fri menm pwodwi
Pa yon Ekwasyon’ de inkoni
Men yon relasyn byen mezire
San konveksite
Adisyon pasyonn
San konpleksite
Son fraksyon sou yon liy brize
Lè lanmou’n senplifye
Kote lanmou ap miltipliye
Se sak reyaksyon’n
KiSa’n chòkò de ekè?
Si lanmou’n San degre
Indiferans, koulè ak wotè
Se somè, sa’n brize
Nan sikonferans pwen g
Map maksimize
Sinbòl lanmou’n pa iks
Sèl sans nou invaryab
Pozisyonn pa fiks
Lanmou’n pa soustrè tab
Nou se 6ak9
Nan menm pwen intèseksyon
Ang swasantnèf
Son kolabo San patisyon
Dwa’n ekilateral
Son Egalite fenomenal
24/7 lanmoun pa divize
Son twa sèt tout pwen konte
Confesión arruinada
Si te escribo de mí,
es porque no tengo a mi disposición ningún otro que te escriba.
Yo por mi ni siquiera hacia ti voltearía
Malinterpretame si así lo canta hoy tu deseo
Pero si te olvidar tu casillero volvería a su orden y vacío
Tú los tiras y desprecias porque son tan lindos cual confeti,
Todavía que te ofrezco cuentos y sonetos
Y gastas sus colores para hacer fiesta del piso.
Te levantas y tus manos se extienden al abandono de un cielo falso
Y asomándote a la ventana, me vuelvo a confesar
Suenan tus voces de alegría mientras juegas y exclamas,
pues te has vuelto a tropezar con esos corazones de papel,
que son los encajes con que se bordan mis sentimientos
Divierte, al fin ...es mi finalidad.
Te quiero
ME VA OLVIDANDO EL CARIÑO QUE...
Me va olvidando,
El cariño que me siente no se extiende hasta él
Vuela como postales modernas, sin valer dos centavos.
Sellan salivosas sus palabras tiernas
Y ni aún si pagará yo por ellas valdrían más
Me va dejando,
En nuestra citas solo los segundos pasan
Hablamos de obras de selectas, que dejan los besos a un lado
Para más libertad a soltado mi mano
Y las galerías se cierran sin dejarnos solos
Me va olvidando,
Siguen los chocolates aún sin aniversario
Los ramos de flores se estancan entre mensajes de texto
Compañeros de medianoche solo por un juego
Me regresa mis propias caricias envueltas en su voz
Me va dejando,
...Rompamos.
Despedida
Trocito de aserrín,
Tú vienes y te crees mejor que yo
Juntas tus argumentos como si se tratase de ceniceros de árboles y cartón.
Los lapices de tu pensamiento barren su negrura sobre mi mente en blanco.
Trocito de aserrín mío, vienes y te crees mejor que yo.
Pero solo en cuanto a lo escrito.
VOY VOLTEO Y TE MIRO TÚ...
Voy, volteo y te miro.
Tú siempre estás girando , con tus pensamientos rebotando bajo el agua de un suave trampolín.
Y el tiempo va siguiendote, girando alrededor de ti, y tu jugando con el lo haces reloj de arena.
Ya no importa quién eres, las bromas han vencido a tu risa.
Y ahora queda tu nombre solo, cual castillo en abandono.
No faltan ya en ti ni armaduras ni estandartes, ya fueron llenos tus pisos con la tibieza de alfombras.
Se han roto los vidriales y te visita el viento.
Las estaciones abandonan sus saltos.
Mientras jugabas a turnos el tiempo ha seguido tiempo.
Carta de amor
Y como un tierno peluchín
Sostengo mi alma en mis brazos
Que hermoso nerviosismo, risueño obstáculo que va rogando un alto.
Cuando el año en su revoltura se apaña en rojo
Tus pasos resuenan rigiendo bajo las hojas
...Es lo único que se de ti en otoño...
Y si alguna vez te detuvieras
La espesura de la bruma me dibujaría frente a tus ojos.
Llega el otoño y las hojas caen
Ceniza de azucar requemada y pequeños polvos
No es muy dulce, pero así debe ser.
Cerezas apiñonadas
Y ya está! Otro día maravilloso en que aquel muchacho no se para de su asiento. Habrá cosa más encantadora que sus manos subiendo y bajando conforme al balance de su silla?
Cosa más infantil y anhelante que aquellas inocentes sombras que marcan su rostro cuando esta frustrado? Verlo tiene la textura de un papel entretejido con rosas sonrosadas, con suaves notas de tinta azul. Como juega con aquella cadena de plata...plata? según resulta que realmente me agrada, como cae mientras se atora por su brazo y sobre su muñeca. No la traía, no. Además se a vestido, verdad es que siempre se vestía a medias. Más no se peinaba, no ¿Que le habrá dado? Que extraño...blancos sin bordar, muy blancos. Ahora que es natural pues que no los usa.
Las frutillas de tintes rojos y de cabellos morenos, se juntan en el jardín, azucaradas sus manos, con miel en sus mejillas. Apiñonadas se alzan para verlo a el y olvidar el juego. Ríen y se alborotan, los suaves tallos deladeados por el viento.
Entonces sus ojos podrían ser grises azules o de una obscuridad abrumadora y al levantarlos, cuando la sombra se aleja de ellos. Los rizos de sus cabellos de obscurecen y se aclaran; y el sol parece enamorado.
Me da miedo, se parece demasiado a mi hermano; además da terror... ha abandonado más de un corazón...
Que niños.
Tapicería musgosa
Cada hoja bordada de misterios, embellece el suelo refugiado. Huye la seguridad del día, y prefiere la candidez de las hojas. Afuera el polvo, son las hojas huellas de aquellos finos dedos que temblantes las fueron colocando. Brilla el celular como un falso espejo. Estanque de luz que se va ahogando en sí mismo. Sulfura y me escondo. Van las cortinas cubriendo pedazos de estanque fotografiado. Yo me quedo, con crayones rojos, trazando una hoguera en la pared.
Tos nacarada
Si él pudiese leerlo.
Me siento como una flor dispuesta a ser prensada entre los pliegues de un libro. Como un trébol de la suerte encerrado en las puntas de un asterisco.
Señuelos brillantes como residuos de una marquesina goteante.
El botón late, se expande dentro del agua caliente, y en sus cuatro corazones entran trozos de canela. Talco, polvo de arroz golpeando los pulmones plumas barnizadas deslizándose entre las venas.
Y el cabello se agita, barre el aire llevando negrura a la boca dolorida. Una sola cinta recorre hasta la mitad el circulo pequeño que indica un encendido. Los colores galácticos de la regla rosa giran sobre el calendario, los cuadros, celdas de los días se van tachando. Una manta cubre las semanas.
Los zapatos sin ser usados lamen el suelo maderil, resignados con sus cintas semi mugrientas. Descansan uno sobre otro. Es un invernadero, pero la flor fallece.
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