Vuestros poemas
ESCUCHO TUS PASOS ACOMPAÑADOS DEL VIENTO...
Escucho tus pasos acompañados del viento y el cantar de los arboles , pero nunca llegas a mis brazos a descansar.
Todo
- Soy el Estado todopoderoso.
Te lo puedo dar todo.
- ¿ Todo ?
- Todo lo que necesitas para vivir.
- No lo quiero, gracias mil.
- ¿Como? ¿Por qué rechazas mi ayuda ?
Me parece una respuesta absurda.
- Porque si me lo puedes dar todo,
también me puedes dejar sin nada.
Solo quiero que no me impidas
que por mi mismo me gane la vida.
Teclas de corregir
¿ Es más fácil escribir que hablar ?
Lo escrito se puede corregir,
pero... ¿ Donde está el doble clic
para editar las palabras
que debieron ser calladas ?
¿ Donde la tecla de suprimir
lo que no se quiso decir ?
Por esto es que uno es dueño
de sus silencios
y esclavo de sus palabras.
Hambre
Si tienes hambre de pan,
desconfia
de quién diga que te quiere dar
un pan para comer cada día.
Es muy fácil que te quiera obligar
a depender de él de por vida.
Si tienes hambre de pan
mejor es que te hagas panadero,
tu libertad no tiene precio.
La pequeña muerte
Soñar,
la pequeña muerte
que nos ayuda a vivir la vida
con más intensidad,
que quizás nos permite recordar
situaciones prohibidas
por nuestra mente consciente.
Soñar,
la pequeña muerte,
pero que gran suerte
soñar y luego despertar,
recordar lo soñado
y que nos pueda inspirar
versos improvisados.
Miedos
Miedo de morir,
miedo de vivir,
los dos irracionales,
miedos falsos.
Miedos solo humanos,
No los tienen los animales.
Es el precio que pagamos
quienes podemos pensar en el futuro
los que el pasado recordamos,
y sabemos de un presente inseguro.
Miedo a tener miedos falsos,
aunque no queramos,
solo lo tenemos los humanos.
“TAL VEZ PERDIDO EN EL AIRE...
Enviado por tonyrubio40 Seguir
“Tal vez, perdido en el aire esté
aquel beso de despedida.
Prometiste volver, aún recuerdo
tu último aliento.
Frío invierno que lento pasas,
y sigue enero a mi espada.
Frio invierno con sus bellas
caídas blancas;
y yo aquí pensando en la nieve
de tu mirada .
Volarán los pájaros con sus alas
despegadas.
Saldrán las flores de su espesa
morada.
Jugarán los niños con su inocente
infancia.
Y yo viviré la primavera sin resucitar
nada.”
Sala de espera
Fomentando la virtud de la paciencia,
en la sala de espera
de un hospital cualquiera.
Pasan las enfermeras por tu lado,
aunque preguntes no te hacen ni caso.
Esperar ver tu número en la pantalla
se hace eterno, y aguardas con ansia.
Al final, tras larga espera, llega tu turno,
el médico al fin te recibe unos minutos.
Fomentando la virtud de la paciencia,
en la sala de espera
de un hospital cualquiera.
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