Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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CUANDO PIENSO QUE TODO CUANTO CRECE...
Cuando pienso que todo cuanto crece
dura en su perfección un breve instante,
como de la mañana el sol radiante
que, al avanzar la tarde, se oscurece;
cuando miro que todo se envejece
como flor mañanera y rozagante
que pronto se deshoja, agonizante,
y al morir el crepúsculo perece;
se aflige mi alma y por tu suerte llora;
mas todo cuanto pierdes en frescura,
con sus matices el ensueño dora,
y a medida que el tiempo tu hermosura
con implacable saña decolora,
con desquite, mi amor te transfigura.
MADRIGAL
Ven a mí que vas herido
que en este lecho de sueños
podrás descansar conmigo.
Ven, que ya es la media noche
y no hay reloj del olvido
que sus campanadas vierta
en mi pecho dolorido
Tu retorno lo esperaba.
De un ángulo de mi vida
voz sin voz me lo anunciaba.
UN RELÁMPAGO APENAS
Besas como si fueras a comerme.
Besas besos de mar, a dentelladas.
Las manos en mis sienes y abismadas
nuestras miradas. Yo, sin lucha, inerme,
me declaro vencido, si vencerme
es ver en ti mis manos maniatadas.
Besas besos de Dios. A bocanadas
bebes mi vida. Sorbes. Sin dolerme,
tiras mi raíz, subes mi muerte
a flor de labio. Y luego, mimadora,
la brizas y la rozas con tu beso.
Oh Dios, oh Dios, oh Dios, si para verte
bastara un beso, un beso que se llora
después, porque, ¡oh, por qué!, no basta eso.
AYER, AL ANOCHECER
Las sombras descendían, los pájaros callaban,
la luna desplegaba su nacarado olán.
La noche era de oro, los astros nos miraban
y el viento nos traía la esencia del galán.
El cielo azul tenía cambiantes de topacio,
la tierra oscura cabello de bálsamo sutil;
tus ojos más destellos que todo aquel espacio,
tu juventud más ámbar que todo aquel abril.
Aquella era la hora solemne en que me inspiro,
en que del alma brota el cántico nupcial,
el cántico inefable del beso y del suspiro,
el cántico más dulce, del idilio triunfal.
De súbito atraído quizá por una estrella,
volviste al éter puro tu rostro soñador...
Y dije a los luceros: "¡verted el cielo en ella!"
y dije a tus pupilas: "¡verted en mí el amor!"
TODO LO QUE ES MI VIDA ESTÁ EN TU VIDA
Tu alegría define mi alegría.
Tu ternura construye mi ternura.
Elevándose a ti mi poesía,
consagrada a tu amor, se trasfiguran.
Tu mirada, perfecta como el día,
¡qué suavidad al corazón procura!
Sobre él vuelca siempre la armonía
interior que le anima en su dulzura.
Cuando te digo mía es porque siento
rondar cerca de mí tu pensamiento,
imagen de la estrella y de la rosa.
Todo lo que es mi vida está en tu vida,
como el alba en el lirio sumergida,
como el oro en la ardiente mariposa.
Ella hasta en la razón y el desatino
dueña de mi dolor y mi alegría.
En el agua diamante y en el vino
uva y fresa maduras bajo el día.
Ella en la ausencia, flor de lejanía.
En el recuerdo, voz de melodía
y en la nostalgia, fuego de esperanza.
Ella en la soledad tan sólo mía.
Desnudo amor que entre mi sueño avanza
como la forma de la Poesía.
ES MI REGALO
En este nuestro nuevo aniversario
te ofrezco un tesoro de gran valor,
un poema te entrego de regalo,
te doy lo que sale de mi corazón.
Entrego mis letras llenas de emoción,
junto al aroma de la flor mÁs bella,
te ofrezco mis caricias y mi pasión,
y la melodía de un coro de estrellas.
También regalo mi linda sonrisa
te pido a cambio tus dulces caricias,
te entrego las llaveS de mi alma
a cambio no voy a pedirte nada.
En las mesitas las velas encendidas
recordando nuestra noche de bodas,
las sábanas con pétalos de rosas,
y en la cama una botella y dos copas.
Como aquél día en que nos casamos
en el cielo una noche de luna llena,
a recordar aquel momento volvamos,
descorcha el champán, brindemos por ella.
Los años han hecho que las palabras
no sean necesarias para entendernos,
tantos años juntos jamás pudieron
destruir el amor que ambos tenemos.
Una historia como pocas vivimos,
un hogar feliz nosotros construimos,
celebremos que perdura en el tiempo,
¡Juntemos las copas, ahora brindemos!.
A REYNOLDS
¿Dónde hallar al poeta? Nueve Musas,
mostrádmelo, que Pueda conocerlo.
Es aquel hombre que ante cualquier hombre
como un igual se siente, aunque fuere el monarca
o el más pobre de toda la tropa de mendigos;
o es tal vez una cosa de maravilla: un hombre
entre el simio y Platón;
es quien, a una con el pájaro,
reyezuelo o bien águila, el camino descubre
que a todos sus instintos conduce; el que ha escuchado
el rugir del león, y nos diría
lo que expresa aquella áspera garganta;
y el bramido del tigre
le llega articulado y se le adentra,
como lengua materna, en el oído.
SEGUNDA CARTA CONYUGAL
Necesito a mi lado una mujer sencilla y equilibrada, y cuya alma agitada y oscura no alimentara continuamente mi desesperación. Los últimos tiempos te veía siempre con un sentimiento de temor e incomodidad. Sé muy bien que tus inquietudes por mí son a causa de tu amor, pero es tu alma enferma y malformada como la mía la que exaspera esas inquietudes y te corrompe la sangre.
No quiero seguir viviendo contigo bajo el miedo.
Agregaré que además necesito unas mujer que sea mía exclusivamente, y que pueda encontrar en todo momento en mi casa.
Estoy aturdido de soledad. Por la noche no puedo regresar a un cuarto solo sin tener a mi alcance ninguna de las comodidades
de la vida. Me hace falta un hogar y lo necesito enseguida, y una mujer que se ocupe de mí permanentemente, incapaz como soy
de ocuparme de nada, que se ocupe de mí hasta de los más insignificante. Una artista como tú tiene su vida y no puede hacer otra cosa. Todo lo que te digo es de una mezquindad atroz, pero es así. No es preciso siquiera que esa mujer sea hermosa, tampoco quiero que tenga una excesiva inteligencia, y menos aún que piense demasiado. Con que se apegue a mí es suficiente.
Pienso que sabrás reconocer la enorme franqueza con que te hablo y sabrás darme la siguiente prueba de tu inteligencia: comprender muy bien que todo lo que te digo no rebaja en nada la profunda ternura, y el indecible sentimiento de amor que te tengo y seguiré teniendo inalienablemente por ti, pero ese sentimiento no guarda ninguna relación con el devenir corriente de la vida. La vida es para vivirse. Son demasiadas las cosas que me unen a ti para que te pide que lo nuestro se rompa; sólo te pido que cambiemos nuestras relaciones, que cada uno se construya una vida diferente, pero que no nos desunirá más.
EL COHETE
Lanzóse audaz a la extensión sombría.
Y era al hender el céfiro sonante,
Un surtidor de fuego palpitante
Que en las ondas del aire se envolvía.
Viva su luz como la luz del día,
Resplandeció en los cielos fulgurante
Cuando la luna en el azul radiante
Como rosa de nieve se entreabría.
Perdióse luego su esplendor rojizo,
Siguió fugaz cual raudo meteoro
Y al fin surgió como candente rizo.
Paró de pronto su silbar sonoro;
Y tronando potente, se deshizo
En un raudal de lágrimas de oro.
CANCIÓN AL 9 DE OCTUBRE (HIMNO DE GUAYAQUIL)
¿Veis esa luz amable
que raya en el oriente,
cada vez más luciente
en gracia celestial?
Esa es la aurora plácida
que anuncia libertad.
Esa es la aurora plácida
que anuncia libertad.
Coro
Saludemos gozosas
en armoniosos cánticos
esa aurora gloriosa
que anuncia libertad,
libertad, libertad.
Nosotras guardaremos
con ardor indecible
tu fuego inextinguible,
oh santa libertad,
como vestales vírgenes
que sirven a tu altar,
como vestales vírgenes
que sirven a tu altar.
Coro
Saludemos gozosas
en armoniosos cánticos
esa aurora gloriosa
que anuncia libertad,
libertad, libertad.
Haz que en el suelo que amas
florezca en todas partes
el culto de las artes
y el honor nacional.
Y da con mano pródiga
los bienes de la paz,
y da con mano pródiga
los bienes de la paz.
Coro
Saludemos gozosas
en armoniosos cánticos
esa aurora gloriosa
que anuncia libertad,
libertad, libertad.
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