36 Poemas de lluvia
GOTAS
¿Se hieren y se funden?
Acaban de dejar de ser la lluvia.
Traviesas en recreo,
gatitos de un reino transparente,
corren libres por vidrios y barandas,
umbrales de su limbo,
se siguen, se persiguen,
quizá van, de soledad a bodas,
a fundirse y amarse.
Trasueñan otra muerte.
TEMPESTAD Y CALMA
La sombra
Sigue
Sombría
Noche;
Una
Luna
Clara
Destella.
Tranquilla
El aire puro
Destila
El azul celeste;
El sabio
Alquila
Viaje
¡Por supuesto!
La atmósfera
De la flor
Regenera
El olor,
Se incorpora,
Evapora
Para la aurora
Su olor.
En ocasiones la brisa
De los verdes olmos
Pasa y se estrella
En las dulces ramas
En el fondo del alma
Que la reclama
¡Es un remedio
Para todos los males!
Un punto se declara
Lejos de la casa
Se convierte en una vara;
Es una confusión;
Larga, negra, rápida
Nada más la doma
Ella se agranda, sube,
Cubre el horizonte.
La oscuridad avanza
Y dobla su negrura;
¡Su funesta apariencia
Toma y sobrecoge el corazón!
Y temblando presagia
Que esa oscura nube
Encierra una gran tormenta
En su enorme horror.
En el cielo, no hay más estrellas
La nube cubre todo
Con sus glaciales velas
Esta allí, solo y de pie.
El viento lo empuja, lo excita,
Su inmensidad se irrita;
¡Al ver su flanco que se agita,
Se comprende que esta en el límite!
Se repliega y se agrupa,
Aprieta sus vastos harapos;
Apenas contiene los centelleos
Que le vienen de sus vientos norteños;
La nube en fin se dilata,
Se entreabre, se rasga, explota,
Como un matiz escarlata
Las corrientes de sus negros torbellinos
El relámpago resplandece; luz brillante
Que os ciega y os quema los ojos,
No se desvanece, la tormenta silbante
Lo hace brillar, encenderse mucho mejor;
Vuela; en su curso mudo y rápido
El horrible viento lo conduce y lo aviva;
El rápido relámpago, en su fugitiva marcha
Por sus zigzags une la Tierra a los Cielos.
El rayo parte instantaneamente; tempestea, truena
Y el aire se llena de sus largo ruido;
En el fondo de los ecos, el inmenso ruido zumba,
Envuelve, presiona todos de sus resquebrajosos crujidos.
Triplica sus esfuerzos; el relámpago como la bomba,
Se lanza y rebota sobre el tejado que sucumbe,
Y el trueno estalla, y se repite, y cae,
Prolonga hasta los Cielos sus aterramientos.
Un poco más lejos, pero tembloroso todavía
En el negro cielo la tormenta continúa,
Y de sus fuegos ensombrece y colorea
La oscuridad de la silbante noche.
Entonces por instantes los vientos del norte la mueven
Se calma un poco, el trueno se esparce,
Y después se acalla, y en la lejanía rueda
Como un eco solamente que fue
El relámpago también es cada vez más raro
De vez en cuando muestra sus fuegos
No es más la cruenta lucha
Donde los vientos combatían entre ellos;
Llevando a otras partes su sombría cabeza,
El horror, el estampido de la tempestad
Un poco más tarde, se detiene,
Finalmente huyen sus bulliciosos juegos.
En el cielo la última nube
Es barrida por el viento;
En el horizonte esa gran tempestad
Ha cambiado muy rápidamente;
No se ve a lo lejos en la sombra
Más que una espesura larga, sombría,
Que se va, se tiñe de negro, oscuridad
Toda en su desplazamiento.
La naturaleza está tranquila,
Ha perdido su miedo;
Es dulce y dócil
Y se regocija el corazón;
Si el trueno ruge
Y con su profunda voz
Allá preocupa al mundo,
Aquí no se le teme más.
En el cielo la estrella
Con un luz más pura
Brilla y se devela
En el seno del azul celeste;
La noche en la tregua,
Que toma y sueña,
Y que se levanta,
No tiene más oscuridad.
El agradable aliento
Del dulce hálito
Que camina
Como un suspiro,
Silenciosamente,
La hoja inclina,
La zalamería,
Y provoca placer.
La naturaleza
Es aún
Mucho más pura,
Y se duerme;
En la embriaguez
La señora,
Así junta
Una cama de oro.
Toda alegre,
La flor
Se calma;
Su corazón
Tranquilo
Destila
El útil
Olor.
Ella
Huye,
Bella
Noche;
Una
Luna
Clara
Destella.
Resilientes
Ríe las alegrías,
al ritmo de la vida,
Elevando; sueños,
futuros, de luchas.
Su resistencia,
brinca apasionada,
Inundando, mi corazón
a la cortada Lluvia,
de dolores, rebotando,
Inmensos suspiros
de alivios, que emergen
de un llanto fortalecido.
Cada problema,
se mantiene,
en miles dilemas,
Inspirado para llegar
hasta el alma.
Andares de la vida,
resiliente, voy paso a paso.
Sola
Te vi parada allí, sola, pensativa
con la mirada perdida en el entorno,
ajena al presente, oyendo silbar el viento
que hacía que tu delgado cuerpo
se agitara como luz de una vela.
Tomó tiempo para que notaras mi presencia
y algo dentro de mí se conmovió
te sonreí con temor, y tú delicadamente
buscaste mis ojos, como pidiendo compasión.
Quise dejarte allí, empapada sin cobijo,
dejarte con la tristeza y el dolor,
que azotaba tu mente y sentidos,
solo tendí mi mano a la nada, a ti…
gbl
07/07/2017
Derechos Reservados de Autor
Visiones
Aquella tarde llovía, relámpagos y truenos
retumbaban en los oídos estremeciendo
los muros del cuarto, agitando remolinos
en mi mente angustiada y cuerpo tembloroso.
Rayos y centellas iluminaban en las afueras
figuras que semejaban fantasmas vagando
en la oscuridad de la prematura noche
buscando refugio como mortal espantado.
El temporal inclemente azotaba con pasión
desmesurada las almas que clamaban perdón
de pecados que la muerte dejó en agonía,
como castigo a sus actos terrenales.
Mientras la lluvia amainaba regresaba la calma
y las visiones espectrales se esfumaban
como la tenue luz del candil que iluminó
el tiritar de mi cuerpo temeroso y frío.
gbl
19/12/2015
Derechos Reservados de Autor
GOTA DE LLUVIA
Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.
Toda la noche estaba en esa humedad sombría
que de repente
iluminó la luna.
Copas de jabón
Si quisiese..., me estoy aburriendo.
Observo las estrellas de sol filtradas desde mi ventana, pequeñas.
Esta luz amante de la lluvia, tan celosa que no me deja verla.
Seda de borbotones, con los lazos como la ampliación de una reja.
Es el espejo, hojas partidas, manchas blancas estampadas.
Merengue de eucalipto inundando el cuarto.
Vuelven los cables a dormitar entre ellos. Yo estiro sus puntas plateadas
hacia la obscuridad de su hogar.
Vuelve la bombilla a encenderse, es tímida, titubea. Sacando burbujas
pequeñas, como de un cazo un hechizo. Cada una con luz.
Las páginas no volverán a ser blancas, ese blanco es tan molesto.
Plástico como la nieve.El sol las bendijo, les otorgo su memoria. Los
celos de las flores breves y amarillas. Moronas sobre el abrevadero,
limpieza desmenuzada.
Pedacitos de texturas a cera con olor a jazmín. Pequeños papeles rotos,
envueltos en un amasijo de año nuevo. Elástico de cuadros rosas.
Ojalá no lo hubiese buscado a su casa. Me volví copa. Me torne blanca.
Carezco de celos. No tengo interés.
LA LLUVIA
No; la lluvia no te moja:
te resbala.
Tienes la piel de aceite, amada mía.
Ungida con aceite, perfumada.
Todo lo ha traspasado de ternura
la lengua transparente de las aguas.
Un vapor dulce, como el aliento
de un buey, cálidamente exhalan
los árboles.
Gotas largas,
romo alfileres líquidos,
brillan al primer sol de la mañana.
La lluvia que ha mojado tus cabellos
no ha mojado tu cuerpo ni tu cara.
Casualidad
¡Fue por casualidad!
caminaba bajo la lluvia
y al refugiarme en un recodo,
nuestras miradas se encontraron
y solo tu voz, me devolvió al presente.
gbl
16/09/2016
Derechos Reservados de Autor.
(Editado)
INTERLUDIO
El elemento del aire era incontenible.
El ímpetu del viento rasgó las tiernas hojas
Arrojándolas en confusión sobre la tierra.
Esperamos las primeras gotas de lluvia en los aleros.
El caos crecía al tiempo que la luz
Mermaba bajo un cielo compacto.
Una noche innatural dilató nuestras pupilas,
Pero el camino y el polvoriento campo permanecieron secos.
La lluvia quedóse en la nube; fue casi oscuro;
El viento yació inmóvil entre las altas hierbas.
Las venas de las manos traicionaban nuestro miedo.
Lo que habíamos esperado no había acontecido.
Desde el 21 hasta el 30 de un total de 36 Poemas de lluvia