35 Poemas de la generación del 27 

AMOR

Amor, sólo te muestras
por lo que de mí arrancas,
aire invisible eres
que despojas mi alma
manchando el limpio cielo
con suspiros y lágrimas.

Al pasar me has dejado
erizado de ramas,
defendido del frío
por espinas que arañan,
cerradas mis raíces
al paso de las aguas,
ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas.

Autor del poema: Manuel Altolaguirre

75.86%

votos positivos

Votos totales: 87

Comparte:

APARENTE QUIETUD

Aparente quietud ante tus ojos,
aquí, esta herida -no hay ajenos límites-,
hoy es el fiel de tu equilibrio estable.
La herida es tuya, el cuerpo en que está abierta
es tuyo, aun yerto y lívido. Ven, toca,
baja, más cerca. ¿Acaso ves tu origen
entrando por tus ojos a esta parte
contraria de la vida? ¿Qué has hallado?
¿Algo que no sea tuyo en permanencia?
Tira tu daga. Tira tus sentidos.
Dentro de ti te engendra lo que has dado,
fue tuyo y siempre es acción continua.
Esta herida es testigo: nadie ha muerto.

Autor del poema: Emilio Prados

75.58%

votos positivos

Votos totales: 86

Comparte:

MI VIDA

¡Roca maternal, te olvido
buscando el mar de la muerte,
dibujando un largo río
de recuerdos transparentes.

Agua primera de vida,
voy con un blanco torrente
detrás, que me empuja y brama
vida de nubes y nieves.

Mi vida riega los campos,
mi vida vuela celeste,
mi vida se queda blanca
sobre las cumbres, perenne.

Quienes se vieron en mí
me llegan por tal corriente,
asaltan mi corazón
como legiones de peces
y forman espumas blancas
que se agolpan en mis sienes.

La vejez irá delante,
hacia el mar, sin detenerse.
Mi vida está enamorada,
su prometida es la muerte.

Autor del poema: Manuel Altolaguirre

75.51%

votos positivos

Votos totales: 98

Comparte:

QUISIERA HUIR

Estoy cansado.
Un cuerpo padece mi agonía...
Un cuerpo o multitudes que mi piel no depone.
Un ser que vive y sueña la altitud de mis límites...
¡Quisiera huir: perderme lejos de su olvido!

estoy cansado de ocultarme en las ramas;
de perseguir mi sombra por la arena;
de desnudarme entre las rocas,
de aguardar a las puertas de las fábricas
y tenderme en el suelo con los ojos cerrados:
estoy cansado de esta herida.

Un amigo me dice:
"Hay cuerpos que aún se ofrecen
como jugosas frutas sin sentido"...

Otro amigo me canta:
"¡Vuelan las aves, vuelan!"...

Yo quiero huir, perderme lejos,
allá en esas regiones en que unas anchas hojas
tiemblan sobre el estanque de los sueños que inundan.

Autor del poema: Emilio Prados

75.00%

votos positivos

Votos totales: 60

Comparte:

TARDE

El horizonte tiene
insectos y fragatas;
su piel de pez de río,
con sus cinco colores,
empalizada pone
al mar Mediterráneo,
que, espumas renovando,
con sus encajes borra
las pisadas gemelas
que dejas en la playa.
Algas del viento son
las cañas litorales,
cuyo sonido se une
al de las caracolas.
Como habichuela abierta;
mostrando su semilla,
la jábega te enseña
sus tuertes remadores.
Si tus trenzas crecieran,
rubias y horizontales,
qué buen faro serías
sobre el peñón del Cuervo,
cuando, enlutado el mundo
por la muerte del día,
el capitán del barco
una luz necesite.

Acariciando arenas
con tus pies y tu sombra,
esperas al marino
que, en bandeja con remos,
el mar ha de ofrecerte,
sin saber que tu amante
vive ya en otro mundo,
gozando la luz verde
del fondo de los mares.

Autor del poema: Manuel Altolaguirre

74.68%

votos positivos

Votos totales: 79

Comparte:

COLUMPIO

A caballo en el quicio del mundo
un soñador jugaba al sí y al no

Las lluvias de colores
emigraban al país de los amores

Bandadas de flores

Flores de sí

Flores de no

Cuchillos en el aire
que le rasgan las carnes
forman un puente



No

Cabalgaba el soñador
Pájaros arlequines

cantan el sí

cantan el no.

Autor del poema: Gerardo Diego

74.67%

votos positivos

Votos totales: 75

Comparte:

DENTRO DE TI

¡Qué jardín visiones
intangibles, mi cuarto!
¡Qué delicada y fácil
la imagen de tu alma!
¡Qué parado mi cuerpo
por no enturbiar el aire!

Porque mucho te quise,
ahora te tengo clara
entre tantos confusos
sueños que te navegan.

Igual que a mi conciencia
la traspasan mis actos,
te surcan los recuerdos
gloriosos de tu vida.

Contigo, a veces, antes
—¿te acuerdas?—admiraba
en la vida tus bellos
límites exteriores.

Ahora dentro de ti
como en un cielo estoy,
en un cielo infinito,
con los que te quisieron.

Autor del poema: Manuel Altolaguirre

74.51%

votos positivos

Votos totales: 51

Comparte:

ESTOY PERDIDO

Profeta de mis fines no dudaba
del mundo que pintó mi fantasía
en los grandes desiertos invisibles.

Reconcentrado y penetrante, solo,
mudo, predestinado, esclarecido,
mi aislamiento profundo, mi hondo centro,
mi sueño errante y soledad hundida,
se dilataban por lo inexistente,
hasta que vacilé cuando la duda
oscureció por dentro mi ceguera.

Un tacto oscuro entre mi ser y el mundo,
entre las dos tinieblas, definía
una ignorada juventud ardiente.
Encuéntrame en la noche. Estoy perdido.

Autor del poema: Manuel Altolaguirre

74.29%

votos positivos

Votos totales: 35

Comparte:

OLVIDO

Ahora la luz no existe
ni vemos ya la rosa,
ni el niño, el hombre, el árbol,
ni la nube, ni el sol.
Dios mío, estoy
en tu Voz sin espacio ni tiempo,
entre otras voces tuyas creadoras.

¡Qué amor aquí, Dios mío!
¡Que posesión eterna de todo Tú!
Ahora me burlo de mi cuerpo,
de mi sensible cuerpo que cogía
líneas, perfumes, roces y sonidos,
queriendo despertarme
cuando yo desvelado vislumbraba,
más allá de la forma, tu reinado.

Autor del poema: Manuel Altolaguirre

73.91%

votos positivos

Votos totales: 23

Comparte:

ADOLESCENTE FUI...

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido...
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.

Autor del poema: Luis Cernuda

73.05%

votos positivos

Votos totales: 141

Comparte:

Desde el 11 hasta el 20 de un total de 35 Poemas de la generación del 27

Añade tus comentarios