34 Poemas modernos
QUÉ HAGO AQUÍ
No sé si el mundo ha mentido
Yo he mentido
Yo no sé si el mundo ha conspirado contra el amor
Yo he conspirado contra el amor
El clima de tortura no constituye ningún consuelo
Yo he torturado
Aunque no hubiera existido la nube en forma de hongo
habría odiado
Escuchadme
Yo habría hecho las mismas cosas
aunque no existiera la muerte
Me niego a que se me sujete como a un borracho
bajo el frío grifo de los hechos
Yo rechazo la coartada universal
Como un ninfomaníaco que ata a un millar
en una extraña hermandad
Yo espero
a que cada uno de vosotros confiese
LLEGA, TOCA, LÁRGATE
Es inútil, le dije.
Escribir.
Escribir es inútil.
Ya, me contestó.
Ya lo estaba yo pensando
el otro día.
¿Y a qué conclusión llegaste?
Pues eso. Lo que dices
tú. Que carece por completo
de sentido.
Sólo que...; bueno,
también poner ladrillos
es inútil.
Sirve para construir casas...,
y paredes. Paredones, también.
Quizá se trate de eso.
¿De qué?
Un oficio, joder, un
oficio. Ni más ni menos
que un oficio.
¿Como decía Pavese?
No, como Pavese no. Como ese músico
de jazz. ¿Te acuerdas?
Freddie Green.
Llega, toca, lárgate.
TOS DE NOVIEMBRE
Tos de noviembre y mi médico en la calle
ofreciendo flores en la acera
para salvarnos de la escarcha y los corsarios.
Sobrevivimos por encima de nuestras posibilidades,
otros dicen y se arreglan la corbata,
sonríen con la boca de abanto,
queman los puentes, las escuelas,
las batas blancas, los tejados.
Cristo nacerá en un cajero,
resguardado del frío, del desahucio,
no hay estrella ni mirra de Bruselas,
ni oro de Berlín, ni incienso de París
que arome la mañana.
Tos de noviembre y Romilar
para la voz que acude a nuestro auxilio,
gargantas de Gaza con ronquera
de lustros pidiendo una ventana,
una luz, la grieta de los muros,
dibujos de Bansky con sordina,
raíces de olivos arrancados,
como manos que se alzan hacia el cielo.
Toses de noviembre,
como lápidas amontonadas
en el cementerio judío de Praga,
nuestros sueños mientras arden los acebos,
navidades sin regreso ni regalos.
Muérdago sobre la plaza de Neptuno,
donde se besan las parejas indignadas,
pañuelos blancos en el puerto del dios mar,
en Madrid, donde nacen las sirenas,
donde dicen las misas generales
de una iglesia que no da a los perdedores
el asilo que merecen. No hay refugio
para niños sin pesebre,
ni si quiera en unos grandes almacenes.
Tos de hiel, repetida, de tinieblas,
no hay jarabes que nos calmen
la afonía de cristales estrellados
contra el suelo de esta noche sin papeles,
fugitiva, toda nuestra, de noviembre.
Clamor de un Poeta
Enviado por reinaisel921022 Seguir
Despierta, musa, ya el reloj se acabó, al igual que los suspiros y el aroma de los lirios.
Despierta, que solo el humo de mi cigarros y tú me logran consolar y mi deseo anida en los ojos de un león que arrebata mi cordura.
¡Despierta, despierta! Ya no quiero olvidarte, ni que el viento me arranque éste papel de las manos, me he anclado a ésta silla, te espero aquí y te seguiré esperando.
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