29 Poemas de nostalgia
NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR
No tires las cartas de amor
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Y RECORDAR NO ES VIVIR
Ahora recuerdo los blandísimos atardeceres,
los atardeceres de espliego y luciérnagas,
cuando, al salir del cine, paseábamos
por las afueras del pueblo y nos uníamos
—excúsame, por favor, la palabra— por la cintura
y nos besábamos y todo, entre silencios,
ruborizados de tanto atrevimiento.
Ahora lo recuerdo clara y fríamente
—nada más puedo hacer— y veo tus ojos dulcísimos
y te siento jadear, temerosa y dócil,
pero ya no me recorre la espalda
aquel escalofrío de entonces, ni hallo
la redondez de tus pechos en las manos. Ahora
ordeno palabras: un juego, un ejercicio;
y soy plácidamente feliz, tal vez
profundamente feliz. Ahora las venas
se me han endurecido tanto que no siento
latir la sangre. Ahora sólo recuerdo.
Y recordar no es vivir de nuevo.
Quando muera
Enviado por bachatero63 Seguir
Cuando muera,
levaré conmigo cada amanecer con sus pajaros cantando,
Me llevo los rayos del sol de cada mañana,
Me llevo la alegría de vivir, mi día a día.
Me llevo el aroma de las flores de cualquier jardín,
Llevo de mi amor, todo el sabor de sus besos.
Llevo el aroma de cada fruto que recogí en la vida,
llevo su alma conmigo,
levaré el olor de la tierra mojada,
de las lluvias de verano,
llevo las llamas del fuego de su pasión,
Y tengo su nombre tatuado en mi corazón.
Lucerna, 07.11.2020, Joao Neves.
ABUELO, EN LA NOCHE
Esta es la casa que he perdido
habito en ella en sueños
y no quisiera hablar de ella después que todo ha sido consumado.
Mis hijos han edificado sus casas en Babilonia
y yo atravieso el desierto para pasar veladas con ellos
escuchando afuera, al borde de la puerta impotente
el ruidoso río de automóviles que filtra sus aguas turbias en el umbral.
Hablamos de esto y de lo otro en la apretada salita
como conspiradores bajo el sofocante
y ordenado itinerario de los relojes
porque todos trabajan, duramente,
invirtiendo su vida en el negocio de perderla
y llegan llenos de cifras como los carpinteros de virutas
fatigados de información. Entonces, si yo recuerdo
si fácilmente caigo en las viejas historias
si abro para ellos las puertas de la casa
abren los ojos y me reconfortan con su alegría
-piensan tal vez que es posible el retorno-
porque ellos vivieron, ellos nacieron y se criaron
en la casa que perdimos
en la vieja casa grande junto al río
donde yo vuelvo ahora
donde yo vuelvo siempre
apenas cae un poco de sueño en mis ojos vacíos.
Futuralgia
Después de cada vínculo roto,
Alguien tiene que sufrirlo,
Creo yo.
Alguien tiene que sumergirse entre
carne, tejidos,
venas, sangre
y células.
Alguien tiene que hundirse en su mente para desterrar la vasta victoria que imaginó sobre la vida.
Eso de superación es difícil,
y requiere tiempo.
Alguien tiene que reconstruirse de nuevo,
Las emociones quedarán hechas
un remolino de tanto mezclarse
Alguien tiene que llorar en la nostalgia de lo que pudo haber sido,
Para luego resguardarse en el crecer de poder decir adiós.
Habrá quién andando recuerde cómo fue ese primer contacto,
Y seguirá su camino ignorandose totalmente,
Porque el dolor se ha ido ya a otra parte.
En el futuro que crecerá sobre rencor y soledad,
Seguro estará alguien caminando,
mirando el cielo,
Riendo con sus vestigios de felicidad.
NOSTALGIA
Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos
apretarán, suaves, la dicha conseguida,
por un sendero solo, muy lejos de los vanos
cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.
Las ramas de los sauces mojados y amarillos
nos rozarán las frentes. En la arena perlada,
verbenas llenas de agua, de cálices sencillos,
ornarán la indolente paz de nuestra pisada.
Mi brazo rodeará tu mimosa cintura,
tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza,
¡y el ideal vendrá entre la tarde pura,
a envolver nuestro amor en su eterna belleza!
VOLCÁN
Joyce temía al trueno,
mas durante su funeral los leones del zoológico de Zurich rugieron
¿Fue en Zurich o en Trieste?
No importa. Son leyendas, así como
es leyenda la muerte de Joyce,
o el rumor obsesivo de que Conrad
ha muerto, y Victoria es irónica.
Desde esta casa en el acantilado
sobre la franja del horizonte nocturno
es posible ver el resplandor de dos grúas a lo lejos
en el mar
hasta la hora del amanecer; es como
el resplandor del cigarro
y el resplandor del volcán
al final de Victoria.
Uno podría abandonar la escritura
por esas señas de los grandes
que lentas se consumen, y ser en cambio,
su lector ideal, meditativo y
voraz, haciendo que el amor por las obras maestras
sea superior al intento
de repetirlas o mejorarlas,
y ser así el mejor lector del mundo.
Por lo menos eso necesita del asombro
que se ha perdido en nuestro tiempo;
tanta gente lo ha visto todo
tanta gente es capaz de predecir
tanta que se niega a aceptar el silencio
de la victoria, el desinterés
que arde en la médula,
tantos no son más que
ceniza erguida cual cigarro,
tantos dan al trueno por hecho.
¡Cuán común es el relámpago, qué perdidos están los leviatanes
que ya ni siquiera buscamos!
Habían gigantes en aquel entonces.
En aquel entonces se liaban buenos cigarros.
Debo leer con más cuidado.
Junín
Enviado por juligore94 Seguir
En medio del centro te encuentras, y por tu suelo desfilaron miles de mujeres espléndidas.
En tus rincones todavía quedan esos ecos del pasado, que en la actualidad con nostalgia recuerdan.
Hoy has cambiado mucho, quizá antes fuiste más bella, pero nadie te quitará esas historias que con alegría, se cuentan.
NOSTALGIAS
I
Suspiro por las regiones
donde vuelan los alciones
sobre el mar,
y el soplo helado del viento
parece en su movimiento
sollozar;
donde la nieve que baja
del firmamento, amortaja
el verdor
de los campos olorosos
y de los ríos caudalosos
el rumor;
donde ostenta siempre el cielo,
color gris;
es más hermosa la luna
y cada estrella más que una
flor de lis
II
Otras veces sólo ansío
bogar en firme navío
a existir
en algún país remoto,
sin pensar en el ignoto
porvenir.
Ver otro cielo, otro monto,
otra playa, otro horizonte,
otro mar,
otros pueblos, otras gentes
de maneras diferentes
de pensar.
¡Ah!, si yo un día pudiera,
con qué júbilo partiera
para Argel,
donde tiene la hermosura
el color y la frescura
de un clavel.
Después fuera en caravana
por la llanura africana
bajo el sol
que, con sus vivos destellos,
pone un tinte a los camellos
tornasol.
Y cuando el día expirara
mi árabe tienda plantara
en mitad
de la llanura ardorosa
inundada de radiosa
claridad.
Cambiando de rumbo luego,
dejara el país del fuego
para ir
hasta el imperio florido
en que el opio da el olvido
del vivir.
Vegetara allí contento
de alto bambú corpulento
junto al pie,
o aspirando en rica estancia
la embriagadora fragancia
que da el té.
De la luna al claro brillo
iría al Río Amarillo
a esperar
la hora en que, el botón roto,
comienza la flor del loto
a brillar.
O mi vista deslumbrara
tanta maravilla rara
que el buril
de artista, ignorado y pobre
graba en sándalo o en cobre
o en marfil.
Cuando tornara el hastío
en el espíritu mío
a reinar,
cruzando el inmenso piélago
fuera a taitiano archipiélago
a encallar.
A aquél en mi vieja historia
asegura a mi memoria
que se ve,
el lago en que un hada peina
los cabellos de la reina
Pomaré.
Así errabundo viviera
sintiendo toda quimera
rauda huir,
y hasta olvidando la hora
incierta y aterradora
de morir.
III
Mas no parto. Si partiera,
al instante yo quisiera
regresar.
¡Ah! ¿Cuándo querrá el destino
que yo pueda en mi camino
reposar?
NOSTALGIA
¿De qué se nutre la nostalgia?
Uno evoca dulzuras
cielos atormentados
tormentas celestiales
escándalos sin ruido
paciencias estiradas
árboles en el viento
oprobios prescindibles
bellezas del mercado
cánticos y alborotos
lloviznas como pena
escopetas de sueño
perdones bien ganados
pero con esos mínimos
no se arma la nostalgia
son meros simulacros
la válida la única
nostalgia es de tu piel
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