Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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SOY EXACTAMENTE LO QUE NO MERECES...
Soy exactamente lo que no mereces
CANCIÓN PARA BAÑAR LA LUNA
Ya la Luna baja en camisón
a bañarse en un charquito con jabón.
Ya la Luna baja en tobogán
revoleando su sombrilla de azafrán.
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu.
Ya la luna viene en palanquin
a robar un crisantemo del jardín
Ya la luna viene por allí
su kimono dice no, no y ella sí.
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu.
Ya la luna baja muy feliz
a empolvarse con azucar la nariz
Ya la luna en puntas de pie
en una tacita china toma té
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu.
Ya la luna vino y le dio tos
por comer con dos palitos el arroz
Ya la luna baja desde allá
y por el charquito-quito nadará
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu
SI HABLO DE LA MUERTE
Si hablo de la muerte es porque me muero
y al fin y al cabo más vale hablar de cosas
que hemos conocido intensamente.
Mi muerte, por ejemplo, la tengo bien sabida,
hace mucho tiempo que convivimos y aún
conviviremos mucho tiempo, hasta que se resuelva
de un golpe para siempre el pleito, que nunca aporta,
pese a su alboroto, singulares sorpresas.
Será entonces el momento de la elegía
y alguien habrá para hacerme el panegírico
(en catalán, por favor, y en decasílabos)
que yo, bueno y muerto, escucharé con respeto.
Mientras tanto hablo de la muerte, tal vez
porque es lo que tengo más vivo y próximo,
por no caer en sutiles pedanterías
que, una a una, no llevan a ninguna parte.
Hablo, pues, de la muerte, y además me muero.
No se puede pedir más honradez.
AL ROMPER EL DÍA
Es cierto, es ya de día, ¿y a nosotros
qué nos importa? ¿Piensas levantarte
de nuestra cama? ¿Por qué, porque hay luz?
¿Nos acostamos porque anochecía?
Amor, que aquí nos trajo a pesar de la noche,
debiera mantenernos juntos pese al día.
La luz no tiene lengua, es toda ojo;
si hablar pudiera como puede espiar,
lo peor de que podría ser testigo
es de que, estando bien, querría quedarme
y de que tanto amé a mi corazón y honor
que no acepté alejarme de su dueño.
¿Te debe alejar tu trabajo de mí?
Oh, ése es el más cruel mal del amor:
el pobre, el falso, el flojo aceptan
amar con calma, no el hombre ocupado.
Quien tiene trabajo y seduce a una dama perjura
igual que un hombre casado que corteja a otra.
DOS CUERPOS
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche es desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
GOLONDRINAS
Las dulces mensajeras de la tristeza son...
son avecillas negras, negras como la noche.
¡Negras como el dolor!
¡Las dulces golondrinas que en invierno se van
y que dejan el nido abandonado y solo
para cruzar el mar!
Cada vez que las veo siento un frío sutil...
¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas
amantes de abril!
¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar
como los emigrantes, a las tierras extrañas,
la migaja de pan!
¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid!
¡Venid primaverales, con las alas de luto
llegaos hasta mí!
Sostenedme en las alas... Sostenedme y cruzad
de un volido tan sólo, eterno y más eterno
la inmensidad del mar...
¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?...
¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera,
la fuente del amor?...
¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis!
Yo soy una bohemia, una pobre bohemia
¡Llevadme donde vais!
¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis,
que tengo el alma enferma porque no puedo irme
volando yo también?
¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid!
¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto
llegaos hasta mí!
¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!...
¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas
tejidas en azul!
ACRÓSTICO AL ACRÓSTICO
Aplícase a las
composiciones poéticas,
rimadas,
o de versos
sueltos y de cualquier
tamaño, en las que las letras
iniciales, medias o finales de los versos
componen una palabra
o una frase.
Un acróstico esconde un mensaje que surge al extraer la primera letra de cada verso o línea. En este caso puede leerse "Acróstico".
También existen otros poemas en los que el acróstico se forma al extraer la última letra o la letra media de cada verso.
PRIMAVERA
Paso el frío invierno, ya se aleja.
Rosas, azucenas y jazmines,
Inundan de aroma los jardines.
Mariposas de muchos colores.
Árboles, las plantas y las flores
Verdes brotes en todas sus ramas.
Estación por todos esperada.
Renueva ilusión y fantasía,
Amor de juventud y alegrías.
Un acróstico esconde un mensaje que surge al extraer la primera letra de cada verso o línea. En este caso puede leerse "Primavera".
También existen otros poemas en los que el acróstico se forma al extraer la última letra o la letra media de cada verso.
AMOR NO ES...
Ya ni versos escribo, sólo queda
este soñar de lágrimas teñido,
y una queja distante en el olvido
azul lejano de tu voz de seda.
Amor no es, es algo que remeda
la desmembranza del rosal caído,
donde ya ni las sombras hacen nido,
ni el viento en rondas de cristal enreda.
Algo que ayer fue lirio de mi fuente,
frescura de mi noche, y suavemente
luminar en mi senda florecida.
Algo que en mi agonía aún retengo,
porque es la única verdad que tengo
y no puedo arrancarla de mi vida.
A KEMPIS
Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!
¡Oh Kempis, antes de leerte amaba
la luz, las vegas, el mar Oceano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!
Antes, llevado de mis antojos,
besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!
Mas como afirman doctores graves,
que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras...
huyo de todo terreno lazo,
ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra...
¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!
Desde el 1861 hasta el 50 de un total de 50 Poemas
