Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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LA TRISTEZA ES UN DON DEL...
La tristeza es un don del cielo, el pesimismo es una enfermedad del espíritu.
¿CÓMO SE DIBUJA UN GATO?
Vais a pasar un buen rato
mientras dibujáis un gato.
Para dibujar un gato
se dibuja un garabato.
—¡El garabato ya es gato!—
pero le faltan las cejas,
—blicuas— y las orejas;
(las orejas son dos triángulos en pico)
y ahora el hocico.
El bigote es importante,
(un gato sin bigote
es como una trompa sin elefante).
(Un gato sin bigote
es como una jirafa sin cogote).
Los ojitos orientales
(hacia arriba),
las pupilas, verticales;
las uñas, descomunales...
...Y hay que repasar el rabo
(un rabi rabo muy tieso
porque el gato es muy travieso).
Y aquí tenéis: ¡Gato Fino!
El simpático felino,
que es dos veces animal,
porque es un gato y araña.
(¡Qué chiste sensacional!)
LA RENUNCIA
He renunciado a ti. No era posible
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.
Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...
He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;
Como el que ve partir grandes navíos
como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos brios
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;
Como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.
He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías...
He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, ¡cuántas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!
Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...
CAMINO DE HUÍDA Y VUELTA
No toques si duele, amor,
que una herida de tu mano
es como una primavera helada
y este cuerpo tirita con un solo roce.
No te quedes a verme llorar
si desconoces el polvo que inunda mis ojos,
si no sabes
que mis pupilas solo son escondites de palabras,
si lo único que quieres es borrar mis lágrimas
en vez de dejar que me seque y pueda respirar.
No te quedes a verme llorar
que no quiero mojarte
y que mueras de frío.
No te quedes a verme llorar
si no vas a besarme los ojos
y ahogarte conmigo.
No me rompas el pelo
que desde que te quiero nunca me peino,
y si ahora te marchas
tendré que volver a encontrarme en el espejo,
y yo solo quiero mirarme en tus ojos.
No vuelvas contra mí
todos los motivos que inventaste para quererme
como si fueras una suicida por amor,
que el romanticismo está hecho
para los que tienen el corazón roto.
No huyas
si no es
de ti
hacia mí
el movimiento.
No me empujes al precipicio
y me preguntes con voz rota
si te prefiero a ti o a los puentes,
no me beses si no vas a volver,
no te vayas si no vas a girarte mientras lo haces,
no te quedes
si tu vida es un camino de huida y vuelta,
no me abraces por rutina
y no dejes de hacerlo por costumbre,
no te vuelvas hielo
cuando el frío nos apriete las costuras,
no te derritas
cuando mi boca ya esté seca y no pueda sostenerte.
No me duelas
si no vas a curarte.
No me quieras,
que amor es quererse
hasta cuando no me quieres
y eso es lo único que querría que hicieras siempre
y eso es lo único que nunca te pediré que hagas.
BELLEZA Y AMOR
¡Oh Padre, cuánto es bello
El mundo que tú hiciste!
No hay templo, no hay palacio.
No hay sueño que su encanto rivalice.
¿Porqué, porqué los hombres,
Como envidiosos tigres.
Viven aborreciéndose
El breve tiempo que en el mundo viven?
Cuando aire, y cielo, y tierra
Murmuran: ¡sed felices!
¡Amaos unos a otros
Y trabajad para llamaros libres!
¡Oh Padre, cuánto es bello
El mundo que tú hiciste!
¡Felices los que sepan
Agradecerte, amarte y bendecirte!
OTRAS CANCIONES A LO DIVINO DE CRISTO Y EL ALMA
1. Un pastorcico solo está penado,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento,
y el pecho del amor muy lastimado.
2. No llora por haberle amor llagado,
que no le pena verse así afligido,
aunque en el corazón está herido;
mas llora por pensar que está olvidado.
3. Que sólo de pensar que está olvidado
de su bella pastora, con gran pena
se deja maltratar en tierra ajena,
el pecho del amor muy lastimado.
4. Y dice el pastorcito: ¡Ay, desdichado
de aquel que de mi amor ha hecho ausencia
y no quiere gozar la mi presencia,
y el pecho por su amor muy lastimado!
5. Y a cabo de un gran rato se ha encumbrado
sobre un árbol, do abrió sus brazos bellos,
y muerto se ha quedado asido dellos,
el pecho del amor muy lastimado.
LO ESENCIAL
Lo esencial
es a menudo invisible.
El ojo no lo capta,
sólo el corazón.
BUEN AMOR
Te amaré con alma y vida,
aunque niegues mi dulzura
al sentirte más querida.
Te amaré con alma y vida,
aunque veas ya perdida
esa frágil hermosura
de que vives engreída.
Te amaré con alma y vida,
aunque seas podre hundida
en la horrible sepultura.
ESTA NOSTALGIA
Este sueño que vivo,
esta nostalgia con nombre y apellido,
este huracán encerrado tambaleando mis huesos,
lamentando su paso por mi sangre...
No puedo abandonar el tiempo y sus rincones,
el valle de mis días
está lleno de sombras innombrables,
voy a la soledad como alma en pena,
desacatada de todas las razones,
heroína de batallas perdidas,
de cántaros sin agua.
Me hundo en el cuerpo,
me desangro en las venas,
me bato contra el viento,
contra la piel que untada está a la mía.
Qué haré con mi castillo de fantasmas,
las estrellas fugaces que me cercan
mientras el sol deslumbra
y no puedo mirar más que su disco
-redondo y amarillo-
la estela de su oro lamiéndome las manos,
surcándome las noches,
desviviéndome,
haciéndome desastres...
Me entregaré a los huracanes
para pasar de lejos por esa luz ardiendo.
Estoy muriéndome de frío.
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