Vuestros poemas
TE AMO HACEMOS MUCHO TIEMPO PERO...
Enviado por encantador Seguir
Te amo
Hacemos mucho tiempo, pero lo recuerdo como si fuera ayer, el cariño es ardiente, dejaste tu aroma, observó la luna mis manos pueden tocar la luna. Buscando el amor me dejo huellas. Observó los colores en la llama de la vela. Besos plasmados en la luna oculta.
Te recuerdo así decorando las flores, no puedo olvidarte, todos los quince dejó una flor detrás de la iglesia, el tiempo nos hace cambiar, no somos los niños enamorados. No sé qué va a pasar conmigo, mi sueño. Vuelven las alegrías del ayer. Retornar a casa para contar tus triunfos y revivir el pasado.
Me gusta tu personalidad, sus sueños, observó a través de tus ojos tu mundo. Despertar con un beso, llevarle el desayuno a la cama. Estos años ajeado de tu lado me ha dado cuenta que este amor siempre seguirá, aunque tú no estés a mi lado.
De la cuna a la tumba
Enviado por marcos211999 Seguir
La razón me ha sugerido frenar la vida,
frenar y cerrar la ruta de ida,
sin retornar jamás a ninguna parte.
La vida es amarga y sin rostro,
su contrario se precipita sin llamarlo,
aunque la universal fatalidad
podemos elegirla en libertad.
La última cama... la de la morgue
donde repose antes de ser absorbido,
por la tierra o el fuego.
Un laico final el mío será,
será un ausente evangelio
leído o cantando en el sepelio,
nada de eso habrá,
no hay destino para mi alma.
Ahora tu imagen duerme en mi corazón
Enviado por marcos211999 Seguir
Más que a mi vida te amaba,
hermosa te encontré,
primero amiga mía eras,
pero no sabía que serías mi amor.
Tus ojos son oscuros como el olvido,
tus labios dulces como la miel,
tus manos dos alas de ángel
suaves y heladas en invierno,
mis manos también se congelan
así como esa tu suave piel.
Ella, bajo la luna floreció
Ella vino a mi mano en el invierno,
lleno de esperanza el corazón.
Entre mis sueños vive hoy y es eterno
su sueño de mujer y de canción,
sus rizos y ojos negros
no permiten que la olvide,
tampoco su cabello cuando
lacio y suave era.
La tengo presentes
Cómo la recuerdo, es que ella me causo tanto daño que ya no la puedo olvidar, la tengo presente en el andar de mis días y aún que ya no estás te tengo presente....
Aveces me preguntó ¿porque te fuiste ? Dejándome así, con heridas , no sabes cuánto lloro , al saber que mi alma está tan perdida , de nada vale buscar refugio en tu presencia , me lastima tu ausencia , quizás algún día pueda perdonarte para encontrar la paz que en mi alma dejaste .....
Sin propósito
Salimos de la noche como dos niños de una escuela.
Habíamos perdido la moña junto con la martingala,
Las hojas de los cuadernos desparramadas en la calle
Eran testigos de la fugaz escapada que habíamos protagonizado.
A mí me faltaba un diente
Y a ti la noción del tiempo.
¿Fue un día que se esfumó, o nos esfumamos ese día?
Por la casa nuestra ropa,
en la sala tu rebeldía
vasos rotos:
Libros mojados, páginas en blanco brillante, alarmante.
Éramos los rabona a los estigmas de la vida,
El derrumbe a los mandatos de los altos mandos
La sangre caliente de dos apasionados.
Y sin desearlo prófugos nos perdimos en la vaga sensación de haber escapado a algo
Aunque no sabíamos bien a qué.
Despiértame
Apoyándome en vos,
Con sollozos silenciosos exigiendo ser notados,
esperando una lectura por cargar tanta amargura pero
sin pedir ayuda.
Clamando por paz eterna o por momentánea calma
-Esperando que despiertes un pedazo de mi alma.
Actual
Hoy a la mañana percibí algunos aromas;
Los del triste fumador .
Los del frenético alcohólico.
Los entrelazados del narcisista.
Los planificados del metrosexual.
Los hediondos del mentiroso.
Los silenciosos de la maldad.
Los de jóvenes sin refugio.
Y más…
Víctima Social
¿Dónde está la gracia de jamás quedarse en evidencia?
Con lo grato de entender que es lo que aquel procura,
o el intentar descifrar cada una de sus locuras.
La mente ardiente de una joven que se tortura a diario,
esa mirada clama a gritos que le quiten el peso de su dura vida,
que observen por una vez los descuidados actos
que con ella,
que no atenten con lo poco que le queda de cordura.
Ya hermanastra de la noche y de las vías de su ciudad,
mirando al cielo agotada y con el alma perdida,
desesperada y cansada de jamás ser entendida.
Deseando al final de la noche poder estar ya dormida.
O abrazada a su materno e inminente desenlace.
Hambrienta de sosiego, encarcelada en sus pensamientos.
Acurrucada y tendida sobre el viento de entidades,
Anhelando que finalmente la noche se encargue
de abrazar esas maldades.
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