49 Poemas contemporáneos 

LO RECONOZCO

Debo reconocer que quizás
no estés
en el sitio justo que mereces:
ese que nunca desocupo.

Debo reconocer que quizás
no te necesite de esa manera
tan violenta de los animales
que jadean miseria,
aunque yo sea uno de ellos.

Que quizá esto sea otra cosa
más tranquila propia de
aquellos a los que
les cansa más una sonrisa
que la propia vida,
aunque yo sea uno de ellos.

Debo reconocer que no le pongo
ni puertas ni ruidos ni alas
a este amor que a veces nos espera
tras la puerta y otras se lanza con violencia
sobre nuestros cuerpos desnudos.

Debo reconocer
que no tengo miedo:
sólo heridas.

Autor del poema: Elvira Sastre

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MUCHAS GRACIAS

Muchas gracias;
muchas, muchas gracias.
Qué va. Está muy bien.
Dispénseme, señora.
No hay de qué.
Está completo, pero está muy bien.
Un farsante, un cuentista,
un enterao
-la Place de l'Alma-, un cualquiera,
me da igual.
Cuando usted quiera.
Ah, señora, ¡si usted supiese!
Está bien.
Aquellos buenos tiempos...
Mas París es París, y está muy bien.
Aunque no lo comprendo.
L'Étoile, Notre-Dame, Les Champs,
se sabe, ¿por qué no?
Encuentro, encontraré, ¿encontré
ya?
Entonces, apresúrese, vaya.
¿Por qué no?

Autor del poema: María Zambrano

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AIRE

aire
viciado
alta
es la causa
solo
aire
que va
suave
aire
que mata

respirado en mi
ciudad

Autor del poema: Koldo Fierro

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GIRO Infinito

Enviado por chabi  Seguir

Gira la noria descontrolada,
las cestas oxidadas se tambalean.
Crujidos, chillidos de dolor ferroso al desplazarse.
Asientos desconchados a los que el ascenso les supone un mundo.
Vistas aéreas de una vida que ya no es suya,
paisajes modelados por el tiempo.
Mecánicamente, una y otra vez,
connquistando el cielo a través de una circunferencia atroz.
Aguantando risas, miedo, fotografías y llantos.
Y en cada ascenso, un parada.
Un momento de extasis.
Colgados del cielo, el mundo de cada universo pendiente de su capacidad.
Jugar al riesgo de saltar, de soltar tuercas y tornillos o mantener el giro mecánico.
Seguir en la rueda o volver a vivir.

Autor : Javier Gracia López CHABI

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HAY RESTOS DE MI FIGURA Y LADRA UN PERRO

Hay restos de mi figura y ladra un perro.
Me estremece el espejo: la persona, la máscara
es ya máscara de nada.
Como un yelmo en la noche antigua
una armadura sin nadie
así es mi yo un andrajo al que viste un nombre.

Dime ahora, payo al que llaman España
si ha valido la pena destruirme
bañando con tu inmundo esperma mi figura.
Tus ángeles orinan sobre mí.

San Pedro y San Rafael
en una esquina comentan
mientras avanzo borracho
sobre esa piedra, payo,
que llaman España.

Autor del poema: Leopoldo María Panero

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PORQUE LA FELICIDAD NO PUEDE...

Porque la felicidad no puede ser experimentada ni por mí ni por el resto de ignorantes. La felicidad. Alguien se la ha llevado. Alguien más listo que tú y que yo se la ha llevado. ¿Por qué la deseo? Hay quien prefiere vivir en los márgenes de
la felicidad. Los márgenes de la alegría: o estar vivo o estar muerto. Hay quien prefiere merodear las orillas. Lo alegre solo existe en el término medio. Entre lo sombrío y lo clínico. Entre el holocausto y la golosina. Por eso no estoy ni
viva ni lejos, ni cerca ni muerta. Mi salud es un reloj de cuco. De él nacen tus ojos cada hora. De tus ojos mi felicidad, cada hora. Y lloro todas las
semanas. Mal-estando, lloro todas las semanas.
Y entiendo este ácido.
Este éxtasis. Este límite.
Esta pequeña lágrima con forma de soga

Autor del poema: Luna Miguel

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BUSCAME EN MIS OJOS

Enviado por doblezeroo  Seguir




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Quizás querer de todo enamorarme
es mi anhelo, mi sino y mi misterio,
como un ave, que borracha de cielo,
parece que no vuela a ninguna parte,

que es mucha la rosa de los viento
y así nubes que mi corazón descarte
no hay en las alturas ni en los valles,
pero es tan cierto y escaso el tiempo

que mi suerte o castigo es bilocarme,
¿mi secreto?, te lo diré, acerca el oído,
quizás me sobra a raudales el cariño
pero en ocasiones me pierdo en Marte.

Por eso quiero explicarte que si te miro,
caiga en tus dos ojos o el día abrasador
o la noche sin rostro, me late el corazón
así como si nunca me hubiera latido.

Sabes, mis manos que enredan amor
si en tu torso hacen fresca guirnalda
que si el fulgor me nace por el alma
también la mirada alumbra la pasión.

Así te confieso yo mirándote a la cara
con mis ojos tan abierto como un "adiós"
le abre, frente al largo tren en "La Estación
De Las Despedidas", a una novia su alma,

que si al buscarme tu no me encuentras
y te preguntas ¿me ama o no me ama?,
una respuesta me hallarás en la mirada
que esta ni sabe ni entiende de tretas.


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Bodas de oro

Enviado por antajuga  Seguir

Bodas de Oro

Te conocí astro de mi cosmos,
Enamorado en juventud y al azar,

Aquella decisión del corazón disfrazo un despecho,
Mi ilusión vagaba cegando mi ser,
Osado dolor de mi orgullo y capricho,

Viví una decisión del saber,
Invente un génesis en mi vida,
Dije un sermón de salmos con pensamiento,
Antes que mi celebración sea dividida.

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EL PESO DE UNA CHISPA

Entro en una gasa letárgica
hecha de fantasma y Purgatorio.
Está detrás de una velocidad de párpado
la fractura de una Afirmación.
Pero yo nada puedo ya afirmar
en esta ensordecedora negociación
de bien, mal, política, moralidad.
Entro y salgo de vestiduras tensas,
la Afirmación me enardece:
debo escoger, tomar partido,
pronunciar una sentencia
y mantener los ojos abiertos.
Entro luego en ámbito
de arenas evangélicas,
veo sombras de manos y huelo
el vibrante viático de mi Hermano.
Salgo a los dédalos del mundo.
No renunciaré a este entrar y salir.
No escucharé las Órdenes. Tendré,
entre los fantasmas y los purgatorios,
sobre el calor de las manos que proyectan
esta sombra de un collar blanco,
la dávida necesaria. Sostendré,
al entrar y salir, el peso de una chispa
que sale de una gota o un río de sangre
-todo lo que me une a esto
y a lo otro, diminutivamente
a mi hermano, al mundo.

Autor del poema: David Huerta

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VOLUNTAD

voluntad
de gustar
siempre
atento
descanso
en la bondad
yo no puedo
dejar de
escuchar

Autor del poema: Koldo Fierro

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