43 Poemas de dolor 

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un daño

Enviado por maxximo  Seguir

es difícil aceptar la realidad
es difícil saber que tu ya no estas
se que nunca volverás
tanto te ame
tanto te moleste
tanto te extrañe
estoy apunto de olvidarte
y eso a mi me duele
saber que tu tumba ya no es visitada
mi familia te olvido
solo yo quedo en pie
solo yo te seré fiel
porque ´plantaste una huella en mi
y yo te la plantare por ti


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UN PAPA AUSENTE

Enviado por pedriarroe2001  Seguir

Nunca olvidaré el día ni la hora en que

te me fuiste papá,nunca tuve el

Privilegio de decirte un te amo ni un

adiós en presencia y ahora que ya no

estas para decírtelo tengo la definitiva

de decir que tendré un papá ausente de alma

y corazón.


Como no recordar los pocos momentos

que vivimos juntos, si yo era tu hijo más

querido.


a veces la vida nos da golpes tan duros

que ni nos damos cuenta de la extraña

consecuencia,de aquel hueco tan oscuro y

dolorido.


Te extraño papá, el día que te fuiste aquel

lugar lejano ,fue el día más triste de mi vida;y

ahora que estoy presente y joven solo sobra por decir

"tengo un papá ausente, una estrella, fugaz y feliz!!

AUTOR:Pedro José Arroyave

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EN EL AMOR NO HAY QUE...

Enviado por comojorge  Seguir

En el amor no hay que creer
El te hiere y tus sentimientos hace fallecer
Al pasar el tiempo mas te va a doler
Y tu corazón lo va a desaser

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Comprensión

Enviado por jhoset  Seguir

Últimamente siento que jamas estaré realizado
que tomare la mejor decisión y me mente descansara
al igual mi cuerpo .

Debo renunciar a mis emociones y olvidarme de quien sos
volver a intentar en otro tiempo y en otro lugar.
No puedo seguir fingiendo , no puedo brindar amor.
por que otorgar lo que nadie me a dado y sentir por
otros lo que nunca an sentido .

Poco tiempo es el que tengo vivido y aun así e comprendido
que a la vida solo se la define como. la capacidad de nacer,
respirar, desarrollarse, procrear, evolucionar y morir.

Somos la nada misma que nos definimos constantemente como la perfección creando estatus intentando no ser olvidados, queriendo
sentirnos amados.

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EL MAR NO ES MÁS QUE UN POZO

El mar no es más que un pozo de agua oscura,
los astros sólo son barro que brilla,
el amor, sueño, glándulas, locura,
la noche no es azul, es amarilla.

Los astros sólo son barro que brilla,
el mar no es más que un pozo de agua amarga,
la noche no es azul, es amarilla,
la noche no es profunda, es fría y larga.

El mar no es más que un pozo de agua amarga,
a pesar de los versos de los hombres,
el mar no es más que un pozo de agua oscura.

La noche no es profunda, es fría y larga;
a pesar de los versos de los hombres,
el amor, sueño, glándulas, locura.

Autor del poema: Idea Vilariño

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El declinar de la tarde

Enviado por yedra  Seguir


EL DECLINAR DE LA TARDE


Mis ojos se pierden en la lejanía de esas veredas que cruzan las aguas mansas de mi corazón.
Los recuerdos acuden prestos a mí,con la urgencia de un niño por agarrar la mano de su padre antes de perderse en la multitud.

¿Porqué me atormentáis?
¿Porqué agitáis los remansos de paz de mi alma?
¿No tuve ya mi cuota de dolor para que volváis a mi?

Las ramas de los árboles se mecen suavemente en el declinar de la tarde y en la brisa suave que las acaricia.

Mis ojos contemplan a mi hijo sentado en el patio,despreocupado del canto de los pájaros que armonizan la tarde y dejan un rastro de apacible melancolía.
Mi ser captura ese instante de plácida tranquilidad para guardarlo en la memoria de los instantes mágicos,como bálsamo para alejar ese dolor que acude sin esperarlo,sin ser invitado.

La tarde se marcha silenciosa.Otra lucha con mi ser se ha desarrollado y he vuelto a vencer una vez más ¿volveré hacerlo la próxima vez?.

Sigue cantando los pájaros en la tarde tranquila...
Y yo vuelvo a sonreír cuando las sombras desaparecen de mi interior.
Y mis ojos vuelven a contemplar la paz del declinar del día.
Mientras mi hijo...¡sigue jugando en el patio!

Autor:Yedra

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A SU ESPOSA

Ya se acerca, amor mío,
¡ay!, palomita mía,
ya se acerca ¡ay!, el día
que nos va a dividir.
Sólo tristes memorias
y recuerdos fatales...
de amor todos los males
me quedan que sufrir.

Como tórtola viuda
que triste a cada hora
gime, suspira y llora
por su perdido amor,
así yo inconsolable,
ausente de mi amada,
tendré siempre clavada
la espada del dolor.

Mi corazón de pena
dentro del pecho muere...
mas la Patria lo quiere,
y es fuerza obedecer...
Pide a Dios, vida mía,
con ruegos incesantes
que me traiga cuanto antes
al nido del placer.

Con mil dulces razones
el amor me detiene...
y el deber me previene
lo que es forzoso hacer.
¿Qué haré, pues, amor mío,
siendo en este momento
igualmente violento
mi amor y mi deber?

Pues bien, cumplir con ambos,
es duro y buen consejo,
y aunque de ti me alejo,
contigo quedaré;
así con ambos cumplo,
dando en serena calma,
al amor toda mi alma,
y el cuerpo a mi deber.

Yo parto, ¡oh, qué tormento!,
¡oh, qué terrible ausencia!,
dame, oh Dios, resistencia
para tan gran dolor.
Yo parto, y conjurados
veré a cada momento
contra mí al mar, al viento,
la ausencia y el amor.

Y tú, hechizo de mi alma,
mi único amor, mi vida,
después de mi partida,
¿te acordarás de mí?
Yo, de noche y de día
siempre estaré penando,
Rosita, en ti pensando,
pensado sólo en ti.

Cual sombra inseparable
mi amante pensamiento
siempre, a todo momento,
estará junto a ti.
Así, pues, siempre, siempre,
aunque me creas distante,
podrás decir: mi amante
delante está de mí.

Recogeré el aliento
que tu boca respira...
Mi cuerpo se retira,
pero mi alma jamás.
Sabré tus pensamientos,
y oiré tus palabras;
cuando tus labios abras,
los míos encontrarás.

No temas, amor mío,
mi palomita amada,
que haya en el mundo nada
que me haga vacilar,
pues vivir en tu pecho,
que es mi único deseo,
vale más que un empleo,
vale más que reinar.

Yo veré mil bellezas,
mas con ojo tan frío,
que nunca al pecho mío
llegará su impresión;
porque tus ojos solos
con un arte divino
conocen el camino
que va a mi corazón.

No tendré allá, aunque quiera,
ningún afecto nuevo,
pues conmigo no llevo
ni alma, ni corazón:
que el corazón y el alma
que antes tenía conmigo,
se quedan ya contigo,
como en dulce prisión.

Sin ti ¿qué haré, mi vida?
Siempre ¡ay!, como demente,
cual si fueras presente,
clamaré con fervor:
«Ven, palomita mía,
ven al caliente nido,
que aquí en mi pecho herido
te ha formado el amor.

Ven, mi única esperanza,
mi único pensamiento,
ven, mi único contento,
ven, mi única pasión.»
Y al ver que no me oyes
ni que estás a mi lado,
seré más desgraciado
por mi dulce ilusión.

Otras veces teniendo
tu retrato delante,
cual frenético amante,
mil cariños le haré;
creeré que con mi fuego
tus labios animados
me vuelven duplicados
los besos que te dé.

Otras veces más necio,
como el que algo ha perdido,
a todos distraído,
por ti preguntaré:
«¿Dónde está mi paloma,
causa de mis placeres?
Si no la conocieres,
las señas te daré.

Es... lo que yo no puedo,
ni nadie explicar puede...
la que a todos excede,
es la rosa de abril;
es la rosa que espera
en su botón gracioso
un calor amoroso
para empezarse a abrir.»

Mas, ¿cuál es mi delirio?
¡Ay de mí!, en mi tardanza
ni el bien de la esperanza
me podrá consolar...
Cree, mi alma, que es un pecho
muy tierno y amoroso
donde el amor hermoso
te ha erigido un altar.

Piensa que por ti vivo,
piensa que sin ti muero,
que eres mi amor primero
y mi último serás.
Adiós... ¡ay!, no te olvides
que eres objeto eterno
de este amor dulce y tierno,
de este amor inmortal.

Piensa que de ti ausente
no es vida la que vivo,
y que siempre recibo
aumento en mi dolor.
Piensa que esta gran pena,
piensa que este tormento
aun me quita el aliento
para decirte... adiós.

Autor del poema: José Joaquín de Olmedo

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LOS MUERTOS

La sangre – nuestros muertos- se levanta
con el humo del pueblo silencioso;
en la sombra del río, aún más hermoso,
el chopo antiguo, al contemplarse, canta.

Archivando la luz en la garganta,
vuela, libre, el insecto laborioso.
Alto cielo tallado: luminoso
cristal donde la rosa se quebranta.

Es nuestro ayer, nuestro dolor sin nombre,
retornando, de nuevo, su camino;
futuro en desazón, presente incierto,

sobre el hermoso corazón del hombre.
Como una vieja piedra de molino
que mueve, todavía, el cauce muerto.

Autor del poema: Blas de Otero

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rosa ponzoñosa

Enviado por aanmica18  Seguir

Como es posible que mis venas ya no latan
pues no hay sangre ya en ellas solo ponzoña es lo que ensalza.
Si a rosas yo tengo que parecerme pues
de espinas plagada estaré.

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Sentimiento

Enviado por ghostgirl  Seguir

A veces pienso que el sentimiento es efímero,
también algo banal, insustancial, trivial, como le quiera llamar,
dejar de sentir es normal en mi,
no conozco lo que es la alegría,
una vez una alma sombría la arranco de mi vida, en mi pecho dejo un vacío insaciable,
dejo dolor inmensurable, dolor que día a día carcome mi alma dejándome como un ser vacío y lleno de nada.

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