Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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SONETO A LA ROSA (A JORGE ROJAS)
En el aire quedó la rosa escrita.
La escribió, a tenue pulso, la mañana.
Y, puesta su mejilla en la ventana
de la luz, a lo azul cumple la cita.
Casi perfecta y sin razón medita
ensimismada en su hermosura vana;
no la toca el olvido, no la afana
con su pena de amor la margarita.
A la Luna no más tiende los brazos
de aroma y anda con secretos pasos
de aroma, nada más, hacia su estrella.
Existe inaccesible a quien la cante,
de todas sus espinas ignorante,
mientras el ruiseñor muere por ella.
¿QUIÉN MUERE?
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te impidas ser feliz!
AQUÍ POR TI
El pasado no se puede deshacer u olvidar
El futuro es todo a lo que podemos aspirar
Desaría haber estado a tu lado
Todas las veces que has llorado
De corazón te digo que es verdad:
Siento mucho lo que has batallado
Pero sola otra vez no estarás
Y la felicidad seguro encontrarás
Tus sueños se verán cumplidos
Y yo podré disfrutarlos contigo.
LAMENTOS EN EL ESPACIO
Afuera ruge el viento. Tu cabeza está
en mis piernas.
la noche se entretiene en ronda de fantasmas.
Aguas desbarrancadas cortan narcisos y nieblas,
para adornar la tumba de tanto pájaro muerto.
Tú peinas y despeinas mi cabello
mientras el mar arrastra sangre y lodo.
La sombra parece que esculpiera cadáveres.
¿Quién llora y se desespera en el aire?
Amor. Tú estás dormido,
-sin darte prisa por salir de la noche-
mientras yo atajo lamentos
de madres y de niños.
LA ANGUSTIA
Creación, no me importan tus fastos esplendentes
ni tus campiñas ni tus dulces pastorales
sicilianas; tampoco tus magias aurórales
ni la maravillosa visión de tus ponientes.
Yo me burlo del arte, del hombre, de los versos,
de los templos helénicos y de las espirales
que en el cielo vacío hunden las catedrales,
y los buenos me dan igual que los perversos.
Yo no creo en e! Dios que me dió, cruel y ciego,
la angustia de pensar, y maldigo y reniego
del Amor, esa vieja y trágica ironía;
sin amor a la vida y temiendo a la muerte,
soy un barco perdido al azar de la suerte,
que se hundirá en la sima sin fondo cualquier día...
Y DIOS ME HIZO MUJER
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.
LA NOCHE ES UNA MUJER DESCONOCIDA
Preguntó la muchacha al forastero:
—¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.
Contestó el peregrino: —Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.
Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
—¡Tócame! —dijo—. ¡Conocerás la noche!
JAMÁS DEBEMOS AVERGONZARNOS
Jamás debemos avergonzarnos
de nuestras lágrimas,
son la lluvia que barre el polvo cegador
que cubre nuestros corazones.
MI ABUELO COMPRÓ UNA BARCA
Mi abuelo compró una barca
de madera de ciruelo.
La echamos en el estanque
donde se refugia el cielo.
La barca no tiene remos
ni velas, ni marineros.
La empujan vientos de espuma,
Alegres titiriteros.
Las aguas surca la barca
de madera de ciruelo,
la barca llena de vida
que un día compró mi abuelo.
DE LA HERMOSA LUNA
De la hermosa luna los astros cerca
hacia atrás ocultan luciente el rostro
cuando aquella brilla del todo llena
sobre la tierra…
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