Poemas 

Así funciona Yavendrás: En el menú, tienes un montón de poemas de escritores célebres clasificados por categorías (amor, amistad,...) y también la sección "Vuestros poemas" con TODO el contenido que vais subiendo: visítala para estar al tanto de lo que publica la comunidad.

Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!

Si quieres buscar el contenido clasificado por autor, visita nuestra sección de Autores
 TOP50 Usuarios TOP50 Yavendrás

UN MOMENTO ESTOY SOLO: TÚ ALLÁ ABAJO

Un momento estoy solo: tú allá abajo
te ajetreas en torno de mi cosa,
delicada y voraz, dulce y fogosa,
embebida en tu trémulo trabajo.

Toda fervor y beso y agasajo
toda salivas suaves y jugosa
calentura carnal, abres la rosa
de los vientos de vértigo en que viajo.

Mas la brecha entre el goce y la demencia,
a medida que apuras la cadencia,
intolerablemente me disloca,

y al fin me rompe, y soy ya puro embate,
y un yo sin mí ya tuyo a ciegas late
gestándose la noche de tu boca.

Autor del poema: Tomás Segovia

87.50%

votos positivos

Votos totales: 32

Comparte:

LA HORA

Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.

Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.

Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.

Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.

Ahora que en mis labios repica la risa
como una campana sacudida aprisa.

Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!

Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.

¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.

Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?

Autor del poema: Juana de Ibarbourou

87.50%

votos positivos

Votos totales: 24

Comparte:

CAÑAVERAL MARINO

La mitad de mis amigos ha muerto.
Te haré unos nuevos, dijo la tierra.
No, grité. Devuélvemelos
tal como eran, con sus fallas y todo.

Esta noche puedo arrebatar su conversación
a la pálida resaca monótona
entre los cañaverales, pero no puedo caminar

sobre las hojas marinas iluminadas por la luna
solo, por ese camino albo
o flotar en el estado de sueño

en que las lechuzas abandonan la carga del mundo.
Oh tierra, el número de amigos que tú guardas
excede en mucho al de aquellos que quedan por amar.

Los cañaverales marinos al borde del acantilado despiden
un fulgor verde y plata;
eran ellos las lanzas seráficas de mi fe,
pero de aquello que se ha perdido nace algo aún más fuerte

que posee el brillo racional de la piedra,
que resiste el claro de luna, más allá de la desesperación,
tan fuerte como el viento, que nos apersona a aquellos que amamos
por entre los cañaverales divisores, tal como eran,
con fallas y todo, no perfectos, simplemente así.

Autor del poema: Derek Walcott

87.50%

votos positivos

Votos totales: 8

Comparte:

EL AMOR

El amor es algo que viene y calienta
una vez. Y un instante no más,
-si es que viene-
Y después de esta costumbre de calor,
otra vez, ¡ay! nos deja muriendo solos.

¡En estos silencios! Este dejarse llevar
más allá de las barras de los bares,
y más allá del bien y del mal.

El amor es algo punzante. Y en verdad
con olor
que desaparece y nos dice. "Yo estuve aquí"
-reseda- en la rara y tenue sensación
de aromar,

en la habitación ya vacía...

Autor del poema: Mario Rivero

87.50%

votos positivos

Votos totales: 8

Comparte:

MALDITOS BAILARINES SIN CABEZA

Aquellos de nosotros
que siendo hijos y nietos
de honestísimos hombres de campo,
cien veces
negaron sus orígenes
antes y después
del canto de los gallos.
Aquellos de nosotros
que aprendieron de los lobos
las vueltas
sombrías
del aullido y el acecho,
y que a las crueldades adquiridas
agregaron
los refinamientos de la perversidad
extraídos
de las cavidades de los lamentos.
Y aquellos de nosotros
que compartieron (y comparten)
la mesa
y el lecho
con heladas bestias velludas destructoras
de la imagen de la patria, y que mintieron o callaron
a la hora de la verdad, vosotros,
-solamente vosotros, malignos bailarines sin cabeza-
un día valdréis menos que una botella quebrada
arrojada
al fondo de un cráter de la Luna.

Autor del poema: Roberto Sosa

87.50%

votos positivos

Votos totales: 56

Comparte:

ALMA, NO LLORES

Y no basta decir: “alma, no llores”,
si ves a un corazón que va dejando
la vida entre furiosos desgarrones.
Hay lágrimas que tienen estatura
de estrellas indomables
y es de acero o de roble su ternura.

Autor del poema: Marcos Ana

87.50%

votos positivos

Votos totales: 56

Comparte:

AMOR

El amor es fragante como un ramo de rosas.
Amando, se poseen todas las primaveras.
Eros trae en su aljaba las flores olorosas
de todas las umbrías y todas las praderas.

Cuando viene a mi lecho trae aroma de esteros,
de salvajes corolas y tréboles jugosos.
¡Efluvios ardorosos de nidos de jilgueros,
ocultos en los gajos de los ceibos frondosos!

¡Toda mi joven carne se impregna de esa esencia!
Perfume de floridas y agrestes primaveras
queda en mi piel morena de ardiente transparencia

perfumes de retamas, de lirios y glicinas.
Amor llega a mi lecho cruzando largas eras
y unge mi piel de frescas esencias campesinas.

Autor del poema: Juana de Ibarbourou

87.50%

votos positivos

Votos totales: 16

Comparte:

VOLVER

No hay nada como volver a un lugar
que parece no haber cambiado
para descubrir en qué cosas
has cambiado tú mismo.

Autor del poema: Nelson Mandela

87.50%

votos positivos

Votos totales: 16

Comparte:

VIVE LA VIDA

Vive la vida
como si nadie mirase
y exprésate como
si todo el mundo escuchase

Autor del poema: Nelson Mandela

87.50%

votos positivos

Votos totales: 16

Comparte:

PLEITO DE AMAR Y QUERER

Me muero por preguntarte
si es igual o es diferente
querer amar y si es cierto
que yo te amo y tú me quieres.

—Amar y querer se igualan
cuando se ponen parejos
el que quiere y el que ama.

—Pero es que no da lo mismo;
dicen que el querer se acaba
y el amar es infinito,
amar es hasta la muerte
y querer hasta el olvido.

—Dile al que te cuente historias
que el mundo es para querer
y amar es la misma cosa.

—Querer no es amar. Amando
hay tiempo de amarlo todo:
a Dios, al Esposo, al mundo,
tocar el borde y el fondo
y amar al hijo del Pueblo
como al hijo del Esposo.

—¿Querer es ser para uno
y amar es ser para todos?

—No; amar es amar y amar,
es como amar de dos modos:
a unos como hijos de Dios
y como a Dios, a uno solo.

—¿Amar y querer? Parece
que amar es lo que abotona
y querer lo que florece.

—Dicen que amar no hace daño
donde querer deja huella.

—Si querer es con la uña
donde amar es con la yema…

—Querer es lo del deseo
y amar es lo del servicio,
querer puebla los rincones,
amar puebla los caminos,
queriendo se tiene un gozo
y amando se tiene un hijo.

—Amar es con luz prendida,
querer, con luz apagada,
en amar hay más desfile
y en querer hay más batalla.

—Luego querer no es amar,
querer es guerra con guerra
y amar es guerra con paz…

—Querer no es lo que tú sientes;
querer no es lo que tú piensas;
tu querer de agua tranquila
ni bulle, ni arrastra piedras.

Querer no es esa apacible
ternura que no hace huella.
Querer es querer mil veces
en cada vez que se quiera.

Querer es tener la vida
repartida por igual
entre el amor que sentimos
y la plenitud de amar:

es no dormir por las noches,
es no ver de día el sol,
es amar, sin dejar sitio
ni para el amor de Dios:

es tener el corazón
entre las manos guardado
y si Ella pasa, sentir
que se nos abren las manos;

es tener un niño preso
y envejecido en la cuna;
querer es brasa, que vive
de la propia quemadura;

es no reír, porque hay algo
de lágrima en la sonrisa,
es no comer, porque sabe
a corazón la comida.

Es haber amanecido
sin habernos explicado
cómo, sin haber dormido,
pudimos haber soñado.

—Todo eso es querer y amar
y amar es más todavía,
porque amar es la alegría
de crearse y de crear.

Es algo como una idea
que inventa lo que se quiere,
porque al quererlo lo crea:

No hay un hombre que supere
a la versión que de ese hombre
da la mujer que lo quiere;

ni existe mujer tan bella,
ni existe mujer tan pura
como la que se figura
el hombre que piensa en ella.

Por eso, al estarte amando,
si con un amor te quiero
con otro te estoy creando

y tú, en el querer que sientas,
si con un querer me quieres
con otro querer me inventas.

Pero allí no se detiene
la creación del amor
e inventa un mundo mejor
para el que ni mundo tiene.

Y el amor se vuelve afán
de gritarle al pordiosero:
—Quiero y porque quiero, quiero
que nadie te quite el pan;

que nadie te quite el vino,
que no te duela en los pies
la limosna del camino;

que te alces, alzado y frío
el puño de tu derecho,
prestado en rabia a tu pecho
el amor que hay en el mío.

Del obrero y sus quereres
todo el rescoldo se vea
cuando haga la chimenea
suspirar a los talleres

y en la voz del campesino
vaya un poco de mi amor,
como de savia en la flor,
como de agua en el molino;

y así el amor es caricia
que se nos va de las manos
para servicios humanos
en comisión de justicia.

Amar es querer mejor
y si le pones medida
te resulta que el amor
es más ancho que la vida;

Amar es amar de suerte
que al ponerle medidor
te encuentras con que el amor
es más largo que la muerte

y en el querer lo estupendo
y en el amar lo profundo
es que algo le toque al mundo
de lo que estamos queriendo.

Autor del poema: Andrés Eloy Blanco

87.50%

votos positivos

Votos totales: 64

Comparte:

Desde el 791 hasta el 50 de un total de 50 Poemas

Añade tus comentarios