Vuestros poemas
El Sur
Qué pasa en mi mirar
cuando todo es de color
y distinguirlos no soy capaz.
Qué ocurre cuando llega la primavera
y no la sé apreciar,
trayendo consigo la hermosura.
Qué sucede en mi pensar
cuando veo el clavel en tu ventana
y no me hace recordar
al barrio de Triana;
siendo el color,
a la vez la primavera
y también la flor.
Quizás haya yo cambiado,
que ya no sea mi lugar,
mi vida,
mi hogar.
Tierra ahora ajena,
Musa ancestral,
pero no extraña;
la Luna te hace acunar
en la noche calurosa,
y te hace respirar.
Luego el Sol te abraza
a la mañana despertar,
haciéndote sudar cuando abrasa
en el cotidiano luchar.
Tierra por siempre olvidada,
y desde tiempo inmemorial
empobrecida y saqueada.
En un quejío inmortal
el jornalero grita: ¡Ay!
al eterno compás
de una guitarra en guirigay.
Quizá ya no seas mi lugar,
mi presente, mi vida,
pero si eres mi recordar,
mi añoranza querida
y mi sueño de libertad.
Convoy de la muerte
El vapor aúlla siniestro,
los engranajes chirrían
el caballo de hierro comienza a caminar,
despacio, hacía la incertidumbre de lo desconocido.
Destino incierto.
Huir para sobrevivir
y encontrar a cambio
la muerte lenta.
El cielo siempre gris,
alambrada de odio y sin razón,
muros de lamento e intransigencia.
La separación más temida y triste,
dando paso al peor de los conocimientos.
Dejar pasar el tiempo,
pues poco ya se puede hacer
en la resignación de la cruel certeza
antes imaginada.
Todo tiene su fin,
para algunos menos amargo
cuando llegaron a ver volar la bandera
del horror, al cielo aún oscuro
de la esperanza perdida.
Pero la derrota siguió impregnada en su piel,
la marca de los malditos nunca fue borrada,
y perdura hasta ahora,
pues la victoria fue instaurada,
y se hizo más fuerte con el tiempo.
Un sentir
Llegaste a mi vida
por un capricho tuyo y mío
¡Oh fue a causa del destino!
no se sabe, no me importa,
solo se que tú eres mío
que, yo soy solo tuya
en esas horas compartidas.
Lo que te gusta de mí
lo dijiste solo un día
pero está en mi mente cada día,
lo que me gusta de ti
¡todo…eres un ser divino!.
Un día dije quererte
te quedaste sorprendido
no era para menos
pero me salió del corazón
por tu trato sin igual para conmigo.
No sé si tienes a otra
los celos no van conmigo
solo puedo decirte que,
me siento feliz contigo
porque me veía fea y marchita
y tú a través de el afecto
me haces sentir bonita…
de allí te doy las gracias infinitas.
Sexólogo por Antonomasia
Sexólogo por Antonomasia
De nuevo te he llamado.
Preso de la carnosidad de tus muslos.
Escucharte erecta la morbosidad mítica de este ente cabrío.
La ingravidez me arrastra al laberinto.
Más como adicto, la caída libre me lleva al centro terráqueo
y deseo seguir hacia el abismo incorpóreo.
Visiono lamer el ánfora que redima esta sed anquilosada.
¿ Piensas que en tus manos meriendo las algas
que bucean en la concupiscencia?
¿ Acaso puedo escapar de la larva noctambula que te perfuma?
¿Para qué encender la luz frente a esas sonrisas de astro fugaz?
Porque me percibes naufrago en la ínsula onírica subyugas mi
ego fálico.
¿ Será que la demencia ha de humedecer mi abstinencia?
¡Ay cuán venenosos son los dardos de vuestro olvido¡
De esos senos áureos solo bebo ahora, la melancolía.
Crónica de un Padre Errabundo
Crónica de un Padre Errabundo
Naufragaba caminando cuando debería navegar.
En su universo nocturnario repercutía el eco de las antífonas disidentes.
Del inframundo de lechuzas y parias era el paradigma.
Al Norte solo le aguarda la Calaca.
Víctima del olvido de la progenie divagaba en los recodos de la clandestinidad.
Transhumante forastero de todos los escondrijos urbanos,
en los lotes baldíos edificó su covacha.
La causalidad mordaz no le otorgó verónicas para sortear el convoy
de la ingratitud.
Sin embargo, olvidó profesión, pero no nexos consanguíneos.
La heredad le desterró, ajusticiándole por sus pasiones etílicas
Estigmatizando su desidia, siendo ellos lacerados por bulimia y
snobismo.
De apostata le etiquetó el clero, aunque frente a los harapientos,
aceleraban sus patinetas.
Tan solo la muerte, le devolvió sus trofeos.
James Philliphe Moran
QUIZÁS NO ENTIENDAS
La vida empieza con mucho agotamiento,
el sol con su esplendor calienta mis ideas,
la vida es alegría y también es sufrimiento,
por eso hoy camino abriendo nuevas sendas.
Si la pena te acongoja porque amaste un día,
trae consigo los recuerdos y mantenlo siempre ocultos,
porque si fue ayer tu encanto o tal vez tu alegría,
enrumba un nuevo camino y hoy dales un adiós.
El tiempo y la vida son amigos de la historia,
que te llevan a lo lejos en cada atardecer,
pues guardan tus latidos en tu apacible memoria,
para que en tu andar no vuelvas a padecer.
Más si en algo has fallado y poco has aprendido,
volverá entonces la vida de nuevo a lastimar,
aunque el pasado lo sientas y te encuentres hoy rendido,
mira de nuevo al cielo, que Dios te va a perdonar.
Camina lento y seguro, tratando de buscar,
la paz que está perdida con mucha confianza,
guarda siempre tus penas que ellas te van a esperar,
pero no te detengas, mira adelante y luego avanza.
Quizás no entiendas lo que guarda la muerte,
tal vez otro camino, la vida te tenga para ti,
no esperes que el destino te dé una mejor suerte,
busca a Dios y tenlo presente que el murió por ti.
Envidia
Enviado por guerrero62 Seguir
Envidia.
Envidio las manos
que acarician tu cuerpo,
porque pueden subir
por tus hombros y cuello
con divinas caricias
y enredarse en tu pelo.
Porque pueden tocar
los lugares más tiernos,
porque pueden sentir
la delicia en tus senos
Porque pueden bajar
por tu abdomen perfecto
y llegar al rincón
de verdad exquisito
y brindarte la gloria
del placer infinito.
Porque sé de antemano
lo lejana que estás,
_no puedo evitar...
iEnvidiar esas manos!
José A. Guerrero.
SEÑORA BONITA.
Enviado por invisible17 Seguir
Señora bonita,
de labios carmín,
su aliento jazmín
besarla me incita.
Señora bonita:
con talle de Lirio,
nacido en tierra bendita,
es mi grato delirio.
Señora bonita:
De mirada serena,
orografía exquisita
y sonrisa suprema.
Señora:
de cabello caprichoso,
rubio y hermoso;
Dama seductora,
que mi alma añora.
Señora Bonita:
Quizás tenga dueño,
pero nada evita,
que sea mi ensueño.
Me incita su piel
y su prominente Vergel,
de frutos apetecidos,
cautiva mis sentidos.
Señora bonita:
Cuanto la amo,
y silente la clamo.
Mi alma la necesita.
Señora bonita:
Es mustia su insinuación;
Dígame por quién palpita,
su codiciado corazón.
Más si por mí fuera,
enorme sería mi fortuna
y no habría nadie que tuviera.
Como yo.
Las estrellas y la luna.
La noche fría
Enviado por katyfrance Seguir
La noche se dibuja fría, triste… vacía
porque tú no estás a mi lado, vida mía,
son los momentos yermos en esta noche fría,
cuando vienes a mi mente y se cierne la triste melodía.
¡Oh noche fría! me siento tan desconsolada y vacía!
¿Qué no ves que no puedo tenerte?
Mi corazón está opaco porque sufro al no verte
Y si bien pueda recordarte, lastimosamente,
ya no puedo tener más que la noche fría y ausente.
y aunque en esta luna fantástica puede verte
mi alma sufre al perpetuarse tu imagen ¡Oh vida mía!
Si tan sólo vieras como mis entrañas gritan para que tu alma sepa de este idilio,
Si tan sólo supieras de las largas horas remojando mis ansias
viendo caer la penumbra de esta noche fría,
Si tú quisieras, podrías terminar con mi tormento,
con tan sólo verte llegar y asomar tras mi ventana
me endulzarías y me llenarías el alma.
Entonces podrías terminar mis noches frías
y pasar conmigo lo que dure nuestro mirar, una vida..
Escrito por : Katherine Cárdenas
Aleteo primaveral
Un colibrí en la flor equivocada
ella piensa ¿Quien es el?
que osa venir a mi aposento
sin nada que ofrecer
su revoloteo la enamora,
con sus pétalos sonrojados
le permite al osado su deseo satisfacer.
Ella espera al otro día verlo aparecer,
flor marchita entristecida
con las esperanzas perdidas,
espera un nuevo florecer.
Un jilguero mira su prolifera hermosura
se acerca con timidez,
la brisa su tallo mece con gracia singular
espera se pose en ella y así logre olvidar
a ese picaflor que no ha de retornar.
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