235 Poemas de desamor
Rechazo
(Prosa)
Me negaste abrazarte
en la noche fría,
como rechazo a la culpa
que carcome tu alma.
De sentimientos burlados
por amores eventuales,
Ilusiones inciertas que mueren
cuando se apaga la noche.
Amor pasajero y fugaz
como el cometa repentino,
mujer que perdiste respeto
del hombre que te amó.
De presencia impura
y dignidad mancillada,
mujer de lánguida mirada
y futuro incierto sin visión.
Hoy te confiesas ante la vida
arrepentida de actos innobles,
clamando perdón por el pasado
que marcó tu tránsito de nobleza.
Manchado por codicia de apariencia
y majestad impropia a tu ser,
es tarde para recibirte y aceptar
tu vil y despreciable presencia.
Irás por el mundo sin rumbo fijo
hasta que el cansancio asole tus días
y amaine como el viento tus fuerzas
y la vida escape en último aliento.
gbl
1/5/2016
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¿Y si te veo ir?
Y si te veo ir, es porque no fui fuerte.
Y si te veo ir, es porque no tuve la fuerza de resistir.
Y si te veo ir, es porque ya no puedo hacer nada.
Y si te veo ir, es porque lo merezco.
Y si te veo ir, es porque mereces algo mejor que yo.
Y si te veo ir, es porque lo merezco.
Y si te veo ir, ¿lo resistiré?
Y si te veo ir, no quiero estar ahí para el último adiós.
Y si te veo ir, sé que no iré contigo.
Y si te veo ir, no esperaré mucho tiempo.
Y si te veo ir, no lo haré.
Y si te veo ir, iré tras mi única salvación.
Y si te veo ir, es porque lo merezco.
Y si te veo ir, es porque lo merezco.
Y si te veo ir, ¿no puedo hacer nada?
Y si te veo ir, ¿podré?
Y si te veo ir, ¿a dónde irás?
Y si te veo ir, no quiero perderte.
Y si te veo ir, ¿y si vuelves?
Y si te veo ir, ¿algún día lo harás?
Y si te veo ir, es porque no soy fuerte.
Y si te veo ir, no sé que hacer.
Y si te veo ir, ¿llegarán otras?
Y si te veo ir, no quiero a nadie más.
Y si te veo ir, me culparé toda la vida.
Y si te veo ir, no querré verte más.
Y si te veo ir, no habrá más.
Y si te veo ir, no quiero más.
Y porque te siento ir… porque te siento ir… ¿por qué te siento ir?... ¿y si te vas? ¿Qué hago?
Y si te veo ir, ¿será lo mejor?
B.II.VIII
Dios mío, que tormento
¡Oh Dios mío que tormento!
Ella me quiere lo sé ,
no tengo que cortar pétalos de flor para saberlo,
pues así como yo la querré.
ella también me querrá, yo lo siento .
Sus labios me niegan,
pero sus ojos me dicen algo contrario,
pues su corazón y su alma me esperan,
sólo necesito oírlo de sus labios.
¡Oh Dios mío pero que tormento!
oh Dios, se que es mucho pedir
yo sólo quiero que me quiera, como yo la quiero,
es que hay tantas palabras que le quiero decir.
todo se queda aislado en mi pecho,
tu puedes hacer que su mirada sea sólo mía
y que me piense tal como yo la pienso,
es mucho pedir que yo sea quien ilumine sus días.
Dios mío, tú que lo sabes todo
dime que es lo que ella siente,
pues noto su despojo,
pero se que me quiere, dime que no sólo está en mi mente.
Feliz sin ti
Después de tanto tiempo sin tu luz
ahora, regresas a mi lado,
dices que me amas más que ayer,
que no fui yo quien te falló.
Dijiste que te ahogabas en mi amor,
que necesitabas respirar libertad.
Te dejé ir, para que fueras feliz
no imaginé el vacío que dejarías
ni el dolor que me harías sentir.
Hiciste de mi soledad un infierno,
jamás volví a saborear el amor.
Creí en tus promesas y me quedé a esperar.
Jamás busqué otro lecho, otro calor.
Esperé como un perro fiel en la entrada,
mirando el cielo anhelando tu regresar.
Los días se tornaron grises,
y las noches, en tinieblas sin luna.
Pero sabes, el sol, renació en mi vida,
me dio el valor para pensar, y reconociendo que
yo también tuve mis fallos
ya lo decidí y no quiero verte más.
Ya no aguanto tus mentiras.
De promesas que se van.
De noches sin dormir por nada.
De días sin luz ni ganas.
No gracias, no quiero más tristeza por ti.
Ahora soy yo quien brilla con mi propia luz.
Ahora soy yo quien vive libre
Vive, encuentra tu camino, y sé feliz.
Que, yo, sin ti, lo seré.
Esta mañana
Esta mañana nuestros cuerpos se han unido,
Nuestras bocas se han besado con pasión,
Hemos escuchado un crujido que nos ha dicho
Que el amor se ha terminado.
Tu cuerpo fue un volcán que se apagó,
Tus ojos, dos lagos azules de tristeza,
Tu boca, fruta amarga,
Tus palabras, cuchillos que me herían.
¡Qué desesperanza tan grande, esta mañana!
Nos hemos dado tanto, tanto,
Que parecía que se acababa el mañana
Y el final de nuestro amor con todo su encanto.
Pero esta mañana, he sentido el calor del amor,
Me he fundido con tu cuerpo,
Como río que llega al mar, sin querer volver atrás.
Y al terminar, solo silencio,
Miradas que se esquivan,
Dolor con sabor a despedida,
El verbo amar en pasado,
Y de vuelta a la oscuridad de mi soledad.
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