10 Poemas de Martín Adán
PARÁBOLA
Todo es como una abeja
sobre el florecer
de la eternidad, que comienza
y acaba en cada aparecer.
Todo es como una abeja
sobre el liquen o sobre el laurel:
aquí acude al néctar:
allí huye de él.
¡Alabemos a toda esencia
en Dios, florido y cruel!
¡Labre la muerte su cera!
¡Labre la vida su miel!
POESÍA, MANO VACÍA
Poesía, mano vacía...
Poesía, mano empuñada
Por furor para con su nada
Ante atroz tesoro del día...
Poesía, la casa umbría
La defuera de mi pisada...
Poesía la aún no hallada
Casa que asaz busco en la mía...
Poesía se está defuera:
Poesía es una quimera...
¡A la vez a la voz y al dios!...
Poesía, no dice nada:
Poesía se está, callada,
escuchando su propia voz.
OQUENDO DE AMAT
Vivía sin corazón;
vivía de su respiro;
tenía, como el gorrión,
el corazón de suspiro.
Cuando bebía su té,
nunca comió su tostada;
era de ayuno y de fe
como una enamorada.
Murió como doce veces;
pedía dinero, bajo;
y brincaba de altiveces
por el mundo y el carajo.
Le nombraban al reír:
todos lo sabían loco:
él juglaba hasta morir,
y uno le pagaba poco.
¡Cómo se volvió prudente
con la sensatez lobuna!
Era tan inteligente
y manso como la luna.
Hizo verso que lloraba
como Dios ha de llorar,
ternura que declinaba
muy antes de comenzar,
como el sol que sí acaba,
que no acaba, en el mar.
LA MANO DESASIDA - CANTO A MACHU PICCHU (Fragmento 1)
¿Qué palabra simple y precisa inventaré
Para hablarte, Mi Piedra?
Que yo no me seré mi todo yo,
La raíz profunda de mi ser y quimera
¡Tú crees estar arriba, honda en tu cielo,
Y me estás tan enquistada en mi vida muerta!…
¡Ay, Machu Picchu, pobre rostro mío,
Mi alma de piedra,
Exacta y rompidísima,
Innumerable e idéntica,
Vuelo del alma mineral,
Esencia de conciencia de relabrada fuerza!…
¡Ay, Machu Picchu, hueso mío de presencia
Cuándo estarás de mí defuera!…
NAVIDAD
Tus ojos
unen las manos
como las madonas
de Leonardo.
Los bosques de ocaso,
las frondas moradas
de un Renacimiento sombrío...
El rebaño del mar
bala a la gruta
del cielo, llena de ángeles.
Dios se encarna
en un niño que busca los juguetes
de tus manos.
Tus labios
dan el calor que niegan
la vaca y el asno.
Y en la penumbra,
tu cabellera mulle sus pajas
para Dios Niño.
SOL
El sol brincó en el árbol.
Después todo fue pájaros.
Lejos, aquí, llovía
el cielo de tus manos,
un cielo pequeñito,
profundo, solitario.
Hora todo es distancia,
ceguedad, aletazo.
El sol tiene en el árbol
inquietudes de pájaro.
AGUIJÓN
Ella no sigue por él,
Sino a sí misma, virtual...
A la agonía infernal,
En la rosa de papel.
Y mana, amarga, la miel
El duro dardo de ardor;
Cursa entrañable labor,
Por restreñar el herir,
Y jamás para a morir
La abeja del sinsabor.
POESÍA, MANO VACÍA
Poesía, mano vacía...
Poesía, mano empuñada
Por furor para con su nada
Ante atroz tesoro del día...
Poesía, la casa umbría
La defuera de mi pisada...
Poesía la aún no hallada
Casa que asaz busco en la mía...
Poesía se está defuera:
Poesía es una quimera...
¡A la vez a la voz y al dios!...
Poesía, no dice nada:
Poesía se está, callada,
escuchando su propia voz.
ANTRO
¿Cómo, Cosa, así... vacía,
A cima de espina y pena,
Como ninguna... serena:
Deshumana todavía?
¿Dónde el dios y su agonía...
Dónde la tumba y la esposa!...
Dónde la lengua gloriosa!...
Dónde el azar que a ti se eche!...
Dónde la sangre y la leche!...
Dónde, Capullo de Rosa?...
LA MANO DESASIDA - CANTO A MACHU PICCHU (Fragmento 2)
Créeme tú, Machu Picchu,
Haz que yo crea, horrorosa flora.
Nada es real sino lo que supones
Por debajo delo que tocas.
Nada es real sino tu ceño
Y una roca
Y alguna mano humana que va haciendo
La vista, la cosa, la forma...
Y la divinidad de lo inmediato,
Y el instante del sentido, y el abismo en sombra.
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