Poemas 

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UN AÑO

Vuelvo a contarme aquí mi vida
otra tarde de otoño
viejo de treinta y tres vueltas al sol.
Vuelvo a replegarme en esta silla
palpando su inocencia de madera
ahora que el año hace su estruendo
y me sacude fuerte, de raíz.
En la terraza inicio otro descenso
al infierno, al invierno.
Sangran en mí las hojas de los árboles.

Autor del poema: Eugenio Montejo

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CARTA AL TIEMPO

Estimado señor:
Esta carta la escribo en mi cumpleaños.
Recibí su regalo. No me gusta.
Siempre y siempre lo mismo.
Cuando niña, impaciente lo esperaba;
me vestía de fiesta
y salía a la calle a pregonarlo.
No sea usted tenaz.
Todavía lo veo
jugando ajedrez con el abuelo.
Al principio eran sueltas sus visitas;
se volvieron muy pronto cotidianas
y la voz del abuelo
fue perdiendo su brillo.
Y usted insistía
y no respetaba la humildad
de su carácter dulce
y sus zapatos.
Después me cortejaba.
Era yo adolescente
y usted con ese rostro que no cambia.
Amigo de mi padre
para ganarme a mí.
Pobrecito el abuelo.
En su lecho de muerte
estaba usted presente,
esperando el final.
Un aire insospechado
flotaba entre los muebles
Parecían más blancas las paredes.
Y había alguien más,
usted le hacía señas.
El le cerró los ojos al abuelo
y se detuvo un rato a contemplarme
Le prohíbo que vuelva.
Cada vez que los veo
me recorre las vértebras el frío.
No me persiga más,
se lo suplico.
Hace años que amo a otro
y ya no me interesan sus ofrendas.
¿Por qué me espera siempre en las vitrinas,
en la boca del sueño,
bajo el cielo indeciso del domingo?
Sabe a cuarto cerrado su saludo.
Lo he visto con los niños.
Reconocí su traje:
el mismo tweed de entonces
cuando era yo estudiante
y usted amigo de mi padre.
Su ridículo traje de entretiempo.
No vuelva,
le repito.
No se detenga más en mi jardín.
Se asustarán los niños
y las hojas se caen:
las he visto.
¿De qué sirve todo esto?
Se va a reír un rato
con esa risa eterna
y seguirá saliéndome al encuentro.
Los niños,
mi rostro,
las hojas,
todo extraviado en sus pupilas.
Ganará sin remedio.
Al comenzar mi carta lo sabía.

Autor del poema: Claribel Alegría

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LA MARIPOSA

Ya la ceiba no existe
derrumbaron mi ceiba
se hicieron añicos los espejos
eché a secar mi Río
y se escondió la luna.
Estoy vacía de deseos
mi espada
en su estuche de satén.
¿Por qué ahora
por qué
busca seducirme
la poesía?
Entró por la ventana
y se posó en mi mano
la miré con nostalgia
se entreabrieron mis labios
y con un leve soplo
la alejé.

Autor del poema: Claribel Alegría

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EL GUALEGUAY (FRAGMENTO)

Qué dulce calor, allá
de la hondonada que dejara, cuándo el mar,
subió en una nube de paloma
¿O venía él
con el hálito, gris y blanco, del mar?
¿Y qué viento, qué viento, vino al encuentro de la nube
para una hija que cayera, pálida,
o con todo el día en sus cintillos?:
Cómo fue aquella lluvia:
de arpa ciega o de penumbra
o de juncos de vidrio que huían
o plantaba un hada brusca?
Y de qué mes, de cuál, sus cabellos o sus varas?

Autor del poema: Juan L. Ortiz

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PARA SER VIENTO CONTIGO

A veces te imagino
como un viento cálido,
llegando a todos los rincones
desde algún paraíso del sur,
despeinando el océano,
acariciando los campos,
bailando entre las montañas
soplos de melodías
como si fueras un ángel.

Llegas a la orilla del mar
haciendo cantar a las caracolas,
y tanto ellas, como yo,
no paramos de susurrarte al oído.
No sé qué tienes,
pero tampoco me importa.

Agarro tu cabello
como a las recias crines
de un caballo salvaje,
caballo de brisa
con alas de sueños…
y me haces volar.

Por fin soy liviana,
soy de aire y me elevo.
Ya no tengo miedo.
-¿Cómo darte las gracias?-

Ahora me siento segura
sabiendo que mis suspiros
no son más
que las letras de tu nombre,
que se escapan de mi boca
para ser viento contigo.

Autor del poema: Verónica Teja

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EL SECRETO

El secreto, en política,
es pecado.

Autor del poema: Mahatma Gandhi

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SUSPIRÓ

Suspiró,
abrumado por los niveles de
imbecilidad
que padecía el mundo.

Autor del poema: Mario Vargas Llosa

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LA UNIDAD ES LA VARIEDAD

La unidad es la variedad,
y la variedad en la unidad
es la ley suprema del universo.

Autor del poema: Isaac Newton

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LA VERDAD

La verdad siempre se halla
en la simplicidad
y no en la multiplicidad y confusión
de las cosas.

Autor del poema: Isaac Newton

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UN CORAZÓN QUE AMA

Un corazón que ama
es la más verdadera de las sabidurías.

Autor del poema: Charles Dickens

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