109 Poemas de soledad
Soledad… ¿Quién eres?
Desde que nací
Ha habido gente interesada por mi
Pero la soledad
Nunca me dejo dormir
Hubo un momento
En el que me asuste por ella
Destruía mi mente
De manera que no comprendiera
Después se volvió mi compañera
Algo extraño la verdad
Ella era la única que me hacía vivir
Como si fuera alguien importante para mi
Ahora no sé qué decir
si ella es realmente alguien mala para mi existir
o si ella es la verdadera razón de mi ser
pero, aun así, no te puedo dejar partir
SAUDADE
Estoy solo en el último tramo de la ausencia
y el dolor hace horizonte en mi demencia.
Allá lejos,
el panorama maldito.
¡Yo abandoné la Confederación sonora de su carne!
Sore todo su voz,
hecha pedazos
entre los tubos de la música!
En el jardín interdicto
-azoro unánime-
el auditorio congelado de la luna.
Su recuerdo es sólo una resonancia
entre la arquitectura del insomnio.
¡Dios mío,
tengo las manos llenas de sangre!
Y los aviones,
pájaros de estos climas estéticos,
no escribirán su nombre
en el agua del cielo.
Soledad...
Te llamas soledad,
y sin embargo...
caminas, junto al que está solo,
¡ que triste...
es llamarte soledad !
cuando estás siempre,
junto al alma.
¡Deberían llamarte,
amiga del Alma !
LIBERTAD
él tomó vino toda la noche, aquel 28,
y seguía pensando en ella;
la manera en que caminaba y hablaba y amaba
la manera en que le dijo cosas que le parecían verdad,
pero no lo eran, y él conocía el color
de cada uno de sus vestidos,
y sus zapatos, él conocía la parada y la curva de cada tacón,
tan bien como las piernas a las que le daban forma.
Y ella había salido otra vez cuando el llegó a casa, y
volvería con ese especial hedor, otra vez
y así fue.
Ella llegó como a las tres de la mañana
inmunda como un cerdo comemierda,
y el agarró el cuchillo de carnicero
y ella gritó,
retrocediendo contra la pared de la pensión
todavía bella de algún modo,
a pesar de que el amor se esfumaba.
Ese vestido amarillo,
su favorito,
y ella gritó de nuevo.
Y él agarró el cuchillo
se desabrochó el cinto,
se arrancó la ropa delante de ella,
y se cortó las bolas.
Y las tuvo entre sus manos,
como nueces
y las dejó caer en el inodoro
y tiró la cadena.
y ella seguía gritando,
mientras la habitación se ponía roja
OH DIOS!
QUÉ HAS HECHO?
Y el se sentó ahí,
sosteniendo tres toallas entre las piernas
no importándole ya si ella se iba o se quedaba
si se vestía de amarillo o de verde
ni ninguna otra cosa.
Y mientras con una mano sostenía las toallas,
levantó la otra y se sirvió otro vino.
A VECES ME FIGURO QUE ESTOY ENAMORADO
A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.
Me ha enamorado Adela, me ha enamorado Marta,
y, alternativamente, Susanita y Carmen,
y, alternativamente, soy feliz y lloro.
No soy muy inteligente, como se comprende,
pero me complace saberme uno de tantos
y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.
UN HUÉSPED
No sos mío
no estás
en mi vida
a mi lado
no comés en mi mesa
ni reís ni cantás
ni vivís para mí.
Somos ajenos
tú
y yo misma
y mi casa.
Sos un extraño
un huésped
que no busca no quiere
más que una cama
a veces.
Qué puedo hacer
cedértela.
Pero yo vivo sola.
Ilumina
En la inmensa oscuridad,
Me siento tan pequeña.
No veo a nadie a mi lado,
No siento amor, no siento tristeza, solo siento miedo.
No puedo escapar, estoy paralizada, No tengo luz que ilumine está oscuridad,
Por favor, se mi luz, y sacame de aqui que ya no lo soporto más.
SOLEDAD
Me desperté pensando en ti
Pues toda la noche te soñé
Como te arranco de mi?
Si eres parte de mi ser.
A todos lados te llevo conmigo
A donde vaya tambien irás
Busco distraerme en otras cosas
Pero en otras cosas tambien Estás
Tendre que acostumbrarme a tu presencia
Como una sombra me perseguiras
Ya no sufrire tu susencia
Ya no vivire la soledad
J.R
Vete de mi
Yo te quise
Yo te deseé
Pero ahora que te tengo ya no te quiero tener.
Te esperé tanto tiempo
Quería provar de ti
y ver como me hacías sentir.
Pero ahora no se como hacerte partir.
No eres liberadora como lo imaginé, ni auto conmovedora como lo esperé.
Eres amarga y hostigante, opresiva e inquietante.
me tienes en un pozo cada vez más hondo
Separandome de todo
Soledad vete de mi por que ahora ya entendí
que no hay salvación en ti.
Así te conocí.
Los años sobran,
cuando el alma envejece.
Sobran los recuerdos,
y la memoria se pierde.
Hoy te recuerdo,
Joven, sonriente, alegre.
Así te conocí,
en mi transitar enamorado.
De la vida, del amor,
De paso rápido y seguro.
Nuestros ojos se encontraron
desatando la tormenta amorosa,
como huracán apasionado.
Dentro de mí, dentro de ti.
¿De dónde viniste mujer?
Eres real, existes, te veo
Te abrazo, nos besamos…
Hoy no estás,
te fuiste una mañana.
Me dejaste tu aroma,
tu presencia etérea.
Hoy te recuerdo
en mi vida, en mi días.
Los años pasan
Y la vida se va.
gbl
25/10/2017
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