110 Poemas de soledad
Así te conocí.
Los años sobran,
cuando el alma envejece.
Sobran los recuerdos,
y la memoria se pierde.
Hoy te recuerdo,
Joven, sonriente, alegre.
Así te conocí,
en mi transitar enamorado.
De la vida, del amor,
De paso rápido y seguro.
Nuestros ojos se encontraron
desatando la tormenta amorosa,
como huracán apasionado.
Dentro de mí, dentro de ti.
¿De dónde viniste mujer?
Eres real, existes, te veo
Te abrazo, nos besamos…
Hoy no estás,
te fuiste una mañana.
Me dejaste tu aroma,
tu presencia etérea.
Hoy te recuerdo
en mi vida, en mi días.
Los años pasan
Y la vida se va.
gbl
25/10/2017
Derechos Reservados de Autor.
¿QUIÉN ME COMPRA UNA NARANJA?
¿Quién me compra una naranja
para mi consolación?
Una naranja madura
en forma de corazón.
La sal del mar en los labios
¡ay de mí!
La sal del mar en las venas
y en los labios recogí.
Nadie me diera los suyos
para besar.
La blanda espiga de un beso
yo no la puedo segar.
Nadie pidiera mi sangre
para beber.
Yo mismo no sé si corre
o si deja de correr.
Como se pierden las barcas
¡ay de mí!
como se pierden las nubes
y las barcas, me perdí.
Y pues nadie me lo pide,
ya no tengo corazón.
¿Quién me compra una naranja
para mi consolación?
Soledad
Una mirada al pasado
Me hace ver solo pasar,
Un cuervo en mi ventana
Me muestra la muerte en realidad,
Soledad nunca te me irás a apartar
En ese instante otra vez volveré a despertar,
Miraré por mi ventana el gorrión que perdido ay esta,
La hoja cae en soledad,
Pero en compañía al caer esta,
Hace pensar que sin compañía voy a estar,
Como mi hermosa soledad que a mi mismo me hace encontrar en el mismo sitio al despertar
LA OSCURIDAD Y LA SOLEDAD ME...
La oscuridad y la soledad me abrazan cada vez que intento escapar,
cada abrazo es más fuerte y
cada vez pierdo las ganas de escapar.
Lo Sabes
Que largo ha sido esto,
¿lo sabes?
No me digas cuántos días o meses,
¿un año?
¡cuántas palabras quedaron por pronunciar!
¿Cuántos besos se llevó el tiempo?
¡Cuántos abrazos añoran nuestros cuerpos!
¡Y qué largo es el camino por andar!
¿Será hoy?
¡que escuches el silbido del viento!
cuando se devuelve con el eco del llanto,
que brota, del alma, del corazón,
sin lágrimas que enjugar, solo lágrimas
contenidas que perdieron sabor y humedad.
gbl
22/12/2017
Derechos Reservados de Autor.
SOLEDAD LLENA DE MEMORIAS ALGUNAS ROTAS...
Soledad llena de memorias
algunas rotas y otras incompletas
otras amargas y otras sin dulce
memorias tristes, más que grises
estas no tienen vida.
Soledad con café
soledad con cigarro
soledad con tequila
maldita sea porque en todo estas presente
maldita soledad
silenciosa soledad
tranquila soledad.
Soledad llena de memorias
algunas con risa
otras con brisa en los ojos
soledad llena de memorias
de besos y caricias
soledad llena de mentiras.
Palabras
Ya es madrugada
recuerdo tu pausada voz
al hablar como queriendo
no herir al viento,
con la sonoridad
de tus palabras,
y el eco al rebotar
entre blancas paredes.
Así te recuerdo hoy
en el silencio de mi mente,
en los latidos del corazón,
simulando redobles acompasados
del tamborilero callejero,
o tañidos de alegres campanas
que espantan las aves del campanario.
Ahora que no te tengo,
añoro tus cálidas manos
adosadas a mi espalda
oprimiendo mi cuerpo al tuyo
y en mi oído tu voz susurrar
tan suavemente que el viento
no la podrá llevar en su lamento.
gbl
12/06/2018
Derechos Reservados de Autor
CAÑAVERAL MARINO
La mitad de mis amigos ha muerto.
Te haré unos nuevos, dijo la tierra.
No, grité. Devuélvemelos
tal como eran, con sus fallas y todo.
Esta noche puedo arrebatar su conversación
a la pálida resaca monótona
entre los cañaverales, pero no puedo caminar
sobre las hojas marinas iluminadas por la luna
solo, por ese camino albo
o flotar en el estado de sueño
en que las lechuzas abandonan la carga del mundo.
Oh tierra, el número de amigos que tú guardas
excede en mucho al de aquellos que quedan por amar.
Los cañaverales marinos al borde del acantilado despiden
un fulgor verde y plata;
eran ellos las lanzas seráficas de mi fe,
pero de aquello que se ha perdido nace algo aún más fuerte
que posee el brillo racional de la piedra,
que resiste el claro de luna, más allá de la desesperación,
tan fuerte como el viento, que nos apersona a aquellos que amamos
por entre los cañaverales divisores, tal como eran,
con fallas y todo, no perfectos, simplemente así.
Desde el fondo de los astros
Enviado por experimento Seguir
Como nunca, todo mi yo desnudo atisba
la carne quemada de las palabras sobre el horizonte
Humo soy que se eleva con todo el hedor triste
de un solo y prolongado puñal
Y tu mi ingrata herida, leal y burlona, me vistes
de tu risa opaca y una esperanza inútil
Igual o semejante a un árbol sempiterno
o un costal de huesos que la víspera desentierra
Vaya turbia y colosal delicadeza, tu regazo,
murmura la rabia del olvido sin ningún sollozo
No sé cuál es la intemperie de la que me rescatas
he perdido antaño mi condición de hombre
Desde el fondo de los astros o de la tierra hundida
tu silencio es inseparable del abismo
La muerte no es un espejo maligno
ni un cuerpo tendido sino una brújula ciega
Como una boca que se finge dormida y tempestuosa
en pares de estrellas y vahos oscuros, suspiras,
Y con ella besas mis pies nocturnos
tu duro y dulce veneno se esparce entre olas negras
Traicionas a los demonios invisibles
para abrazarme de esta hiel confusa y onda
Aquí en la espera adivino tu sombra insepulta
anhelante como una gota que se resiste intermitente.
La soledad y la felicidad
Una mujer apesadumbrada
conversa con su soledad,
la convida para ir...
en busca de la ventura.
Cuando la brisa acaricia su rostro
y el sol broncea su piel
se siente entusiasmada
¡llena de vida!
Al abordarla el pensar idóneo
valora el silencio calmo
que, le hace compañía
con lloros de alegría.
En lo inerte divisa el verdor
escucha el gorjeo de un ave
y el chirriar de insectos
como si fuese una melodía.
Al observar a unas personas
que estaban solos o en compaña
les brinda una sonrisa
y un saludo de cortesía.
Sentada sola en un banco
medita sobre lo vivido
y se da cuenta, que la ventura
estaba en si misma y no la había perdido.
Desde el 41 hasta el 50 de un total de 110 Poemas de soledad