110 Poemas de soledad
UN DESVENTURADO ESTAR SOLO
Un desventurado estar solo,
un venturoso al borde de uno mismo.
¿Qué menos? ¿Qué más sufres?
¿Qué rosa pides, solo olor y rosa,
solo tacto sutil, color y rosa,
sin ardua espina?
La Espera
Las luces del día se han apagado
Para dar paso a la oscura noche
Donde mi triste corazón
Llora de desvelo Sin amor.
Pensando en la fría soledad
Que azota mi alma
De verle partir
Hacia un viaje sin retorno
Donde la luz del camino
Yace entre sombras
Esperando tu retorno mi ser amado
Pasando de la suave primavera
Al frío invierno.
Aguarda en silencio
Mi corazón enamorado de ti
En el mismo lugar desde hace 4 estaciones.
Donde la brisa matutina
De la primavera se enreda en mis cabellos
recordando las suaves caricias de tus manos.
Sin el amor de mi vida, ahora....
Solo siento tristeza en mi alma,
donde el húmedo verano
cubre de lluvia mis tristes ojos
extrañando el roce tus labios.
Esperando… solo en silencio
Viendo caer la última hoja de otoño
donde mi amor muere en cada flor marchita
cubriendo con las hojas secas
el recuerdo de tu aliento que en mi palpita.
Tan solo esperando
En el mismo sitio... aguardando....
Sin importar el azote del cruel invierno
que me hace extrañar tu calido abrazo,
Solo... solo....
Esperando… tu regreso...
Parte hacia el frió,
Oscuro e incierto destino de la muerte
Dentro de este vacio Y desolado corazón.
El invierno es tan frió
Que ha congelado tu recuerdo en mi alma en un suspiro
¿Amor...?
¿Donde estas…?
Tan solo el viento
Acude al llanto de mi alma
Donde mi ultimo suspiro
Es para decirte... amor...
Donde quieras que estés
Esperame voy a tu encuentro
Amor mío... Te amo...
Y por siempre te amare…
Sin reserva alguna....
Tan solo esperame.
Incertidumbre
¿Quisiera saber qué piensas?
cuando estás sumida en pensamientos
mirada fija en el horizonte e inmóvil,
ajena al entorno sin importar el presente.
¿Quisiera saber que imaginas?
divagando entre imágenes que solo
tu mente proyecta a tu interior
y guarda en ti la inquietud.
¿Quisiera saber qué piensas?
cuando enfrentes la realidad al despertar
del éxtasis que embargó tu alma y,
no expreses alegría, amor o sufrimiento.
gbl
11/07/15
Derechos Reservados de Autor
Soledad
(Prosa)
Es mejor vivir en soledad
que tener al lado a alguien
que no te brinde compañía,
que no compartirá tu sueño
ni cobijará tu cuerpo frío
cuando la madrugada obliga
a buscar calor en otro cuerpo.
Es mejor vivir en soledad
y no esperar una caricia
que te negará la noche,
porque se fue a otro lugar
en busca de otro cuerpo.
Que abrigará con el amor
negado, traidor e impuro.
Es mejot vivir la soledad
que la traición a tu lado.
gbl
20/06/15
Derechos Reservados de Autor
EN LA NIEBLA
¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.
Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.
¡Qué extraño es vagar en la niebla!
Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada uno está solo.
SOLO
A S.L. Kobilinsky
Las ventanas empañadas.
En el patio cuelga la luna.
Y vos estás parado al tuntún
frente a la ventana.
El viento se muere discutiendo
con la hilera de abedules grises.
Ha habido mucho dolor...
Ha habido muchas lágrimas...
Ante vos se alza involuntariamente
la hilera de años abandonados.
El corazón está dolido; duele
Y yo estoy totalmente solo.
Soledad
Estoy feliz, triste y abatido,
estoy bastante apático en verdad.
Encerrado, a oscuras voy perdido
y lo único que tengo es el sonido,
de los gritos de silencio en soledad.
Estoy cansado, eufórico, agobiado,
deseando poder escapar sin más,
la rutina ya me tiene acorralado
amenazante y ponderante ha atacado,
me dice que no escaparé jamás.
Encerrado se vuelve más poderosa,
y contigo la evapora tu llamado,
¡que salvación tan maldita y ostentosa!,
esta salida resulta más tenebrosa
porque sé que no puedo estar a tu lado.
Soledad maldita, ¡Sal de mí!,
me dejaste sin agua en este desierto,
entraste por puertas que nunca abrí,
arrebatándome las ganas de seguir,
desamparado y vivo, pero con alma de muerto.
ESTA TERNURA
Esta ternura y estas manos libres,
¿a quién darlas bajo el viento ? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela la alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, ¿nadie quiere esto,
nadie?
EL NÚMERO DOS
Dos solitarios juntos.
A veces siento que nos entendemos
(un sentimiento, nada
mental, pues, fuera de estas sucias palabras
que todo lo traicionan
y lo perdonan todo; un sentimiento, algo
incrustado en la boca
del estómago, azul, igual que un ácido
sin nombre, añil, perfecto,
leve como un enigma, gris,
un elemento químico
desconocido. Me refiero a sin sitio
concreto en el precario
orden de la tabla
periódica -valencia, peso atómico,
esas cosas que entraban
en los exámenes). Solos,
estamos solos. Juntos, lo he dicho,
y solos. Quizás no pueda ser
distinto. Así, quizá esté bien
así. Quizá los que han nacido
solos no puedan ya
dejar de estarlo
nunca, vivir de otra manera.
Quizá, tal vez, quizá
esto no dure mucho (apenas, tal vez, puede
que otro millón de años;
poca cosa si piensas
en el tiempo geológico). Concedido, de acuerdo.
Quizás no dure siempre. Siempre se pasa pronto
y todo es poco –menos
que poco, seamos, por una vez,
realistas- pero a ratos parece,
tal vez sólo parece,
que todo está en su sitio.
EN VANO BUSCA LA TRANQUILIDAD EN EL AMOR
A fugitivas sombras doy abrazos,
en los sueños se cansa el alma mía;
paso luchando a solas noche y día,
con un trasgo que traigo entre mis brazos.
Cuando le quiero más ceñir con lazos,
y viendo mi sudor se me desvía,
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,
y temas con amor me hacen pedazos.
Voyme a vengar en una imagen vana,
que no se aparta de los ojos míos;
búrlame, y de burlarme corre ufana.
Empiézola a seguir, fáltanme bríos,
y como de alcanzarla tengo gana,
hago correr tras ella el llanto en ríos.
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