Vuestros poemas
Ser madre
Ella al estar sin rumbo
no mira dentro de si,
decide ser madre
sin pensar es complejo.
A su intención
la empañan los yerros,
y no mide los efectos
que causa en sus proles.
Al ahogar las penas
se acuna en el olvido,
pero el pasado resurge
y el cargo de conciencia
se enraíza en la psique.
Admite en su rol
no dio lo mejor de si
y al enmendar, lo hace
con amor y sin reserva.
ERES EL TRAGO MÁS AMARGO PERO...
Eres el trago más amargo, pero el que más disfrute, eres mi toque de realidad en un mundo de fantasías, eres mi cuento corto que me llenó de alegría, eres el primer trago de alcohol de una noche perdida, eres la pérdida de la razón de una mente coherente, eres la razón de mi dolor, eres el sufrimiento de un corazón joven , que jamás descansó, eres el recuerdo de juventud de un abandonado señor que te sueña en la mañana y te espera con amor eres eso, eres la rosa más hermosa con la espina más filosa, eres el árbol en el otoño y yo nada más que una hoja como las que despides cada día para ti es una despedida más para mi fue toda mi vida.
Quien es?
Que alguien le diga que se calle, que no siga, que no insista, que no hay espacio, que no es importante, ha gritado tan fuerte que te acostumbraste a su llanto, ha estado tando ahí que que su sombra es un mueble, ha sido tan utilizado qué no es humano, ha sido tan persistente que ya no notan qu esta aquí, ha estado tan abajo que no recuerda haber estado arriba, ha sido tan silenciado que sus gritos temen ser escuchandos, ha esperando que le encuentres tantas veces que dejó de esconderse, ha estado sentado tanto tiempo que teme ser elegido, pero ahora donde esta? Donde estoy? Yo? Yo sigo aquí temiendo haber sido de esos que algún día fueron alvidados.
Paula
Tenías que ser tu aquella que, con su sonrisa cautiva, con su presencia hipnotiza, tu musa de mi existencia que genera sinergia en mi vida.
Aquella que endosa mis pensamientos con las mejores fantasías, cuyo aroma evoca en mi cuerpo anhelo, deseo, añoro, eres quien cuya existencia flagela mi existencia.
Me niego
Me niego a vivir una vida ordinaria. A establecer relaciones, amistades y momentos ordinarios. Me niego a amarrar mi cabello, me niego a conformarme con una simple pareja o un complemento, no soy mitad, ni complemento, soy un ser individual así nací. Me niego a callarme porque nací gritando. no necesito mitades que me complementen porque mi felicidad depende de mi, no de complementos. Necesito alguien como yo , quizás igual o tan loco, quien me haga sentir no sólo querida, ni acompañada. Alguien que me haga sentir un tornado en el estomago, un hormigueo en las manos, una explosión en el corazón, que me deje ser mía, mía pero compartida con él, por elección propia, no por obligación.
Me niego a lo ordinario a ser una mujer ordinaria. Necesito el éxtasis de la vida, la liberación de mi alma, seguir el rumbo al que te lleva el viento y gozar de momentos que me hagan perderme en el tiempo, no perder mi tiempo, ya que decimos que todo pasa, pues lo que en verdad pasa es la vida mientras tratas de hacer otra cosa.
Si miras alrededor las cosas son increíblemente bellas por insignificantes que parezcan. Quizás algunas mujeres no nacieron para ser sumisas, para ser domadas y se les acusa de locas. Yo soy de esas, de las locas que deben correr a ser libres,a las que no las atan las cadenas de las apariencias que aprisionan a las personas.
Me niego a todo lo que aprisione mi libertad, me niego a dejar de aprender y de construir , me niego a dejar de crear y alimentar mi alma y la aventura de mi espíritu . . Me niego a hacer de mi vida un sistema que se adapta al mundo, yo me adapto a mi misma. Soy neurótica, soy pasional, soy testaruda, soy libre, soy magia, soy pintura a veces música y también poesía.
Me niego a dejar de ser yo. Me niego a dejar de ser mía!
El loco desconocido
Enviado por pcarlos_21 Seguir
Si te digo lo que me pasa
no entenderías la razón,
dirías que estoy loco...
Un loco sin compresión.
El abismo del amor
Enviado por pcarlos_21 Seguir
Me dejaste dependiendo,
sin motivos ni razón.
No sabías lo que hacías
en tu triste desolación.
Embargaste en mi pecho
las penumbras del abismo;
ahora no encuentro salida,
y ya no siento lo mismo.
COMPAÑERA
La soledad que me acompaña…
Me hace el café en las mañanas,
me canta al oído la música que quiera.
Me entibia el agua fría
para mecer mi cuerpo sin prisa, sin afán.
La soledad me lee en las noches poemas de amor,
De adioses nunca dichos,
De perdones sin pedir.
La soledad conoce mis recuerdos.
No traiciona mis secretos.
La soledad ahora te remplaza.
Es mi amiga respetuosa,
De mi espacio y mi cantar.
La soledad me consuela.
Comparte mis lamentos y también mis alegrías.
Me acompaña a bailar.
Me regala lo que quiera.
No reprocha mis deslices.
No grita a mis ideas.
La soledad me admira,
Me inspira a soñar sin miedo,
sin mofa, ni ataduras, solo libertad.
La soledad me ama
como yo la amo a ella.
Nueva Estación
Poema 8: Una Nueva Estación
Vendrá una nueva estación.
Un respiro en el ahogo del río caudaloso,
Un hálito en un mundo de apariencias, donde las máscaras son diferentes, los pocos triunfos laureados y los muchos fracasos escondidos.
Un pequeño triunfo en la constante de la derrota, un leve sol en los días nublados, un descanso de lunes laboral, un billete entre los pastos secos, una canción de amor.
Ojalá llegase y no pase inadvertido,
Ojalá llegase, y las flores se multipliquen, las alegrías y los abrazos.
Ojalá fuese hoy, pero todo parece indicar que será pasado mañana.
Era yo el que ya no te amaba
Poema 7: Y llovía a cántaros, aunque fuese otoño, no recuerdo el crujir de las hojas,
Ni su color ni su piel.
Llevaba flores a tu casa, buscando recuperar lo que se me había escapado.
Y aunque me acogiste, ya no había vuelta atrás,
Salí llorando, derrotado.
Llovía; me mojaba, no importaba, la herida sangraba, y quizá la lluvia, confundida y unida con las lágrimas, serviría para ocultarla.
Mis ojos rojos, hinchados de llanto.
Me preguntaban qué pasaba, dije que era el jabón de la ducha, el sin sueño del estudio.
Te perdí, y ya sabía la razón: había otro amor escondido entre las aulas, y eso me dolía y enfurecía, porque antes de eso, antes de saber que no me querías, era yo el que ya no te amaba.
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