Vuestros poemas
Palomares de mi patria
Poema 6: Palomares de mi patria
Palomares de mi patria, entre cerros escondida,
tus calles de polvo y barro de antaño del cual todos hacen memoria, y las palomas que nadie nunca vio.
Las caminatas escolares, a la cantera o a las canchas de tierra,
el culebrón que nos intimidaba, las viejas de las plazas, los juegos con los amigos.
La cascada y los circos qué alguna vez fueron,
las fiestas y ramadas que ya no son, los panes amasados y ladrillos, y las tomas de las casas y terrenos, como casi toda población.
Eres
Poema 5: Eres
Eres la carta que esperaba,
la luna llena que contemplé en mi infancia,
la nieve en la cordillera y la luz de las pupilas.
Te anhelé tanto que ahora me pareces un sueño, del cual nada importa, porque todo pasará.
Como el pan amasado de la abuela los fines de semana,
como el café de las Onces por las tardes,
como el cariño de mi madre que me arrulla.
Me bendice la dicha de tenerte,
las frazadas calientes, los abrazos tiernos, los besos de niños.
Ojalá tus instantes fueran eternos,
como los cielos nublados de los palomares.
Vicios
Poema 4: Vicios
Tengo vicios como todos,
Nudos y fisuras como todo árbol en su tronco.
Dios cubre mi desnudez, como si de su honra se tratase.
A veces he salido airoso, más de lo que pueda imaginar o merecer,
Y ello me ha sido dicha y desventaja.
Desventaja de no crecer y refugiarme en la mentira,
Dicha de la reputación que me engalana.
Debo de crecer, como raíz en tierra reseca,
Ha de soplar el viento de otoño de mi cuna,
Renovarme y saciarme de su aire melancólico.
De seguro habrán nuevas oportunidades.
Buscándote
Poema 3: La busco y no la encuentro, entre millares de personas.
Mi mente no tiene sosego, y mis ojos se agotan.
Sigo clamando al cielo hasta hallarla, aunque la esperanza se me estreche.
¿Dónde andarás? ¿Qué harás? ¿Con quién estarás?
Ruego a Dios que te guarde, hasta poderte encontrar.
Tocar tus manos con las mías, mi alma con la tuya topar, hasta rozar lo más profundo de ti.
No pierdo la esperanza, de algún día coincidir.
De contemplar tu sonrisa, tus ojos, tu piel.
Quizá me de cuenta, que eres sólo una ilusión,
espero no morir de soledad.
El militante
Poema 2: Militar es entregar la vida.
Es vaciarse por la causa,
es amor, convicción y esperanza,
Es brega hasta el último respiro.
Aunque no alcancemos ese sol,
por el cual nos marchitamos como hojas de otoño.
No dejemos de sembrar, la semilla de mostaza,
la que cae en buena tierra, para el mundo venidero.
No, no es en vano los pedregales,
ni los dolores de las treinta monedas de plata,
pues el horizonte será realidad, de justicia y esperanza,
aunque nuestros huesos se vuelvan polvo,
vendrá ese día, vendrá.
Que la lluvia descienda
Que la lluvia descienda
y el viento sople todo lo que estorba y hace tropezar.
Se lleve el viento los espinos y los cardos
para que no hagan más heridas.
Que la lluvia descienda
y llene de vida la tierra nuevamente,
para que lo muerto vuelva a revivir
y florecer lo que alguna vez fue...
Que la lluvia descienda
y dé vida a este desierto que tiene sed...
que tiene sed de ti...
de tu presencia....
La vejez y el espejo
Su imagen se refleja
en el espejo,
al evocar su lozanía
un suspiro lacónico
se le escapa,
es consciente
el tiempo es inflexible,
pero es triste ver
frente a sus ojos:
la piel mustia…
Se acicala, el espejo
le devuelve la sonrisa,
y después de hacer
ese drama,
ella se va de rumba.
difícil
hay algo que no puedo contener
si es una palabra que decir o
es algo tan violento que no se
hay algo mas que no puedo decir
es un momento oculto sin ti
es una confesión sin nada que temer
es algo hermoso pero no es bello
es algo que me contradice pero lo he echo
es algo simple pero sin reproche
pero es decirte te amo todas la noches
La Mordida Masoquista
Muerde mis brazos
Musca mis labios
Marca mis piernas
Mi corazón en llamas, anhela tus dientes
Mastica mis pensamientos
Deja ardiendo mi piel
Sangre mancha tu boca
Sangre del alma mía
Que sella nuestro amor con la mordida masoquista
Desde el 21 hasta el 30 de un total de 3557 Poemas