Vuestros poemas
El loco desconocido
Enviado por pcarlos_21 Seguir
Si te digo lo que me pasa
no entenderías la razón,
dirías que estoy loco...
Un loco sin compresión.
El abismo del amor
Enviado por pcarlos_21 Seguir
Me dejaste dependiendo,
sin motivos ni razón.
No sabías lo que hacías
en tu triste desolación.
Embargaste en mi pecho
las penumbras del abismo;
ahora no encuentro salida,
y ya no siento lo mismo.
COMPAÑERA
La soledad que me acompaña…
Me hace el café en las mañanas,
me canta al oído la música que quiera.
Me entibia el agua fría
para mecer mi cuerpo sin prisa, sin afán.
La soledad me lee en las noches poemas de amor,
De adioses nunca dichos,
De perdones sin pedir.
La soledad conoce mis recuerdos.
No traiciona mis secretos.
La soledad ahora te remplaza.
Es mi amiga respetuosa,
De mi espacio y mi cantar.
La soledad me consuela.
Comparte mis lamentos y también mis alegrías.
Me acompaña a bailar.
Me regala lo que quiera.
No reprocha mis deslices.
No grita a mis ideas.
La soledad me admira,
Me inspira a soñar sin miedo,
sin mofa, ni ataduras, solo libertad.
La soledad me ama
como yo la amo a ella.
Nueva Estación
Poema 8: Una Nueva Estación
Vendrá una nueva estación.
Un respiro en el ahogo del río caudaloso,
Un hálito en un mundo de apariencias, donde las máscaras son diferentes, los pocos triunfos laureados y los muchos fracasos escondidos.
Un pequeño triunfo en la constante de la derrota, un leve sol en los días nublados, un descanso de lunes laboral, un billete entre los pastos secos, una canción de amor.
Ojalá llegase y no pase inadvertido,
Ojalá llegase, y las flores se multipliquen, las alegrías y los abrazos.
Ojalá fuese hoy, pero todo parece indicar que será pasado mañana.
Era yo el que ya no te amaba
Poema 7: Y llovía a cántaros, aunque fuese otoño, no recuerdo el crujir de las hojas,
Ni su color ni su piel.
Llevaba flores a tu casa, buscando recuperar lo que se me había escapado.
Y aunque me acogiste, ya no había vuelta atrás,
Salí llorando, derrotado.
Llovía; me mojaba, no importaba, la herida sangraba, y quizá la lluvia, confundida y unida con las lágrimas, serviría para ocultarla.
Mis ojos rojos, hinchados de llanto.
Me preguntaban qué pasaba, dije que era el jabón de la ducha, el sin sueño del estudio.
Te perdí, y ya sabía la razón: había otro amor escondido entre las aulas, y eso me dolía y enfurecía, porque antes de eso, antes de saber que no me querías, era yo el que ya no te amaba.
Palomares de mi patria
Poema 6: Palomares de mi patria
Palomares de mi patria, entre cerros escondida,
tus calles de polvo y barro de antaño del cual todos hacen memoria, y las palomas que nadie nunca vio.
Las caminatas escolares, a la cantera o a las canchas de tierra,
el culebrón que nos intimidaba, las viejas de las plazas, los juegos con los amigos.
La cascada y los circos qué alguna vez fueron,
las fiestas y ramadas que ya no son, los panes amasados y ladrillos, y las tomas de las casas y terrenos, como casi toda población.
Eres
Poema 5: Eres
Eres la carta que esperaba,
la luna llena que contemplé en mi infancia,
la nieve en la cordillera y la luz de las pupilas.
Te anhelé tanto que ahora me pareces un sueño, del cual nada importa, porque todo pasará.
Como el pan amasado de la abuela los fines de semana,
como el café de las Onces por las tardes,
como el cariño de mi madre que me arrulla.
Me bendice la dicha de tenerte,
las frazadas calientes, los abrazos tiernos, los besos de niños.
Ojalá tus instantes fueran eternos,
como los cielos nublados de los palomares.
Vicios
Poema 4: Vicios
Tengo vicios como todos,
Nudos y fisuras como todo árbol en su tronco.
Dios cubre mi desnudez, como si de su honra se tratase.
A veces he salido airoso, más de lo que pueda imaginar o merecer,
Y ello me ha sido dicha y desventaja.
Desventaja de no crecer y refugiarme en la mentira,
Dicha de la reputación que me engalana.
Debo de crecer, como raíz en tierra reseca,
Ha de soplar el viento de otoño de mi cuna,
Renovarme y saciarme de su aire melancólico.
De seguro habrán nuevas oportunidades.
Buscándote
Poema 3: La busco y no la encuentro, entre millares de personas.
Mi mente no tiene sosego, y mis ojos se agotan.
Sigo clamando al cielo hasta hallarla, aunque la esperanza se me estreche.
¿Dónde andarás? ¿Qué harás? ¿Con quién estarás?
Ruego a Dios que te guarde, hasta poderte encontrar.
Tocar tus manos con las mías, mi alma con la tuya topar, hasta rozar lo más profundo de ti.
No pierdo la esperanza, de algún día coincidir.
De contemplar tu sonrisa, tus ojos, tu piel.
Quizá me de cuenta, que eres sólo una ilusión,
espero no morir de soledad.
El militante
Poema 2: Militar es entregar la vida.
Es vaciarse por la causa,
es amor, convicción y esperanza,
Es brega hasta el último respiro.
Aunque no alcancemos ese sol,
por el cual nos marchitamos como hojas de otoño.
No dejemos de sembrar, la semilla de mostaza,
la que cae en buena tierra, para el mundo venidero.
No, no es en vano los pedregales,
ni los dolores de las treinta monedas de plata,
pues el horizonte será realidad, de justicia y esperanza,
aunque nuestros huesos se vuelvan polvo,
vendrá ese día, vendrá.
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