Vuestros poemas
Virtud de la distancia
En la virtud de la distancia, crecen sentimientos que no sabemos cuándo se sembraron.
En la virtud de la distancia nace la añoranza de estar estrechado con esa persona entre sus brazos.
Que dificil es no decirte al ver detrás de una pantalla que te quiero ver. Que dificil es la distancia cuando eres tú mismo con la persona que para tocar aunque sea sus manos te cueste tanto en cada amanecer.
Que dificil es la distancia, cuando el ocaso sutil, temple y delicado deja sus sueños caer.
Atte. Schuster
Deseo
Amarrarme en tus sentidos y perderme el la lujuria de tus deseos, jugar en tu piel como un niño uniendo las estrellas recibiendo la sensación de tu piel erizada con el corazón a millón, disfrutar de tu respiración profunda cuando encaminado entre tus pechos sigo la ruta de tu vientre para llegar a un mar del cuál deseo estar ahogado mientras tus gemidos me sumergen a un mundo que solo en mi imaginación eh estructurado para la mujer apasionada que tengo en mis manos.
El Lexico
Mi léxico sucumbe ante la melodía del recuerdo, de la piel erizada y de los gemidos escuchados, se deja fluir ante el recuerdo del placer escenificado sobre mi detrás de cada órgasmo, lleno de lluvias mojando la cama y el cuerpo de su amo, mujer sumisa tu piel me inspira a no olvidar lo que hacías detrás de tu respirar agitado. Solo recuerdos vivos estarán y al verte detrás de mi mirada reproducirá esos movimientos y momentos encarnados en mi piel como en mis pensamientos.
(Tú y yo)
Enviado por danteverne Seguir
Tu nombre se escurre, transita en vaivén,
don de la zozobra ungida
de un eterno relato.
Respiro por tus ojos,
habitas en mi piel,
y de repente, en un bucle abierto
de oleadas inversas y rebeldes
me invade un despliegue
de cumulonimbos de papel.
Tu nombre se teje a un orvallo,
a una frecuencia de huellas arenosas,
a dos palabras entre paréntesis
(o tres).
Tu nombre no recuerda su nombre,
y el mío transige y le sigue
a través de un océano inmenso
donde el olvido se hace carne,
donde tú sólo eres tú
y yo…
yo me olvidé de ser.
Mater dulcis
Enviado por samuel-dixon Seguir
Amiga inseparable, meliflua compañera,
en ti la gloria anida con alma y corazón:
valiente y soñadora, gallarda y guerrillera,
¡oh, madre de la vida, portento y convicción!
La tierra ve tus pasos, bendice tu dulzura
y claman manantiales por darnos lo mejor...
en noches de silencio, te vuelves casta y pura
¡oh, madre, dulce abrigo, bandera del amor!
Al pie de la trinchera, surcando mil caminos,
conduces día y noche la esencia de vivir
y así, con mil consejos, perfectos y divinos
le das a tu linaje la luz del porvenir.
¡Oh, madre Nicaragua de manos laboriosas,
tus ecos son volcanes con dulce entonación,
tus ojos, dos luceros predicen muchas cosas
y cargan la balanza al pie del batallón!
Una verdad relativa
Sobre el origen de la vida
en mi ignorancia supina
difiero de las teorías.
Me asfixian los dizques
cuando los hechos
están a ojos vistas.
Al ver como mutilan
las culturas ancestrales
me muero de la risa.
Los eminentes científicos
arqueólogos, religiosos
creen tener la verdad absoluta.
Con el nivel de inteligencia
y voces de barítonos
le hacen coro a lo paradójico.
La existencia es un misterio
por ende, saber a ciencia cierta
es de genios.
Resurrección
Enviado por danteverne Seguir
Que me mate el temblor más deseado
con un pacto que llega desde dentro,
que arda el fuego en el fuego, mortal centro
destinado al encuentro descarnado.
Que mi lengua se queme si a tu lado
en varios arrebatos me concentro,
que fluya la pasión si por fin entro
y de un trago te trago embelesado.
De tu boca sedienta algún cometa
saltando de tu pecho estando en celo
en un exceso urgente me completa,
déjate amar y vuela alto, levita,
déjate caer desde el entrecielo,
y resucita nueva, resucita.
Te extraño
Enviado por veronica_mitad Seguir
Te extraño
Cada momento de soledad ya no es puro
En ella estabas vos, siempre ahí
Pero mis pecados inundaron tu conciencia
Te fuiste, no pudimos decir adiós.
Te extraño
Cada momento de paz ahora es vacío,
finjido, triste
No puedo tenerla a ella si no te tengo aquí.
Te extraño
Todo es triste y gris, con momentos de claridad
pero nada se iguala a tus ojos azules
tan puros como el mar,
como el aire que me hacías respirar
Ahora, me ahogo
me falta el aire,
tu aire
Te extraño.
El silencio canta
Te cuento
que escucho poesía
para volver a mí.
Me ayuda un poco
a desenmarañar.
Emociones, qué más.
Sensaciones.
Pensamientos raros.
Son conversaciones.
Y yo,
no estoy incluida.
Te cuento igual
lo que escucho ahí.
Son incoherencias
muy coherentes.
Lo veo también,
es una locura.
Veo como aparecen.
De la nada, se crean.
Están ahí sabés,
flotando en colores.
Es un show de luces.
Las palabras explotan
como si una
reflejara miles
y como si en vez de hablar,
cantaran.
Se multiplican
descontroladamente,
hermosamente.
Hace que te sientas
afuera de tu piel.
Yo lo veo
y te lo cuento
en versos escritos
con todo el deseo
de que sientas,
aunque sea un poco,
lo que es escuchar
poesía dentro tuyo.
A vuelapluma
Sumergida en el pensar
a vuelapluma plasmo mi verdad.
Me asquea la vida inmisericorde
por el infanticidio, el feminicidio
la trata… y la falta de equidad.
Me asquea la ceguera de la justicia
las influencias, la corruptela
y pare usted de contar.
Me asquea… mi psiquis se bloquea
por la impotencia hacia el dolor ajeno;
es en vano mi descontento.
“El mundo desde que es mundo”
tiene la absoluta verdad.
Hay que tener la prudencia
de los tres monos sabios,
y equilibrar, el pensar.
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