Vuestros poemas
excremento
todo es basura basura comestible y reir a caracjadas de las paginas de poesia todo es un estafa y hitr}ler reinara de nuevo siii sisi ya vendras vendras aqui sisisi ya vendras no es poesia poesia es dibu martinez o un animal salvaje
Y mi corazón se hizo rojo.
Y mi corazón se hizo rojo
Cuando te toqué una vez más
Sentí mi alma volar al cielo
Por nubes blancas que adornaban mi paz.
Y mi corazón se hizo rojo
Yo ya no estaba estaba ausente
Iluminaba tus ojos
Con un te amo entre dientes.
Y mi corazón se hizo rojo
Al toque de tus labios
La lluvia se hizo pequeña
Estaba entre tus manos.
Y mi corazón se hizo rojo
Te vi partir a lo lejos
Entre el viento se fue mi voz
Murmurando un "te espero".
Y mi corazón se hizo rojo
Rojo de tanto querer
Esperando por ti
Esperando volver.
DÍAS CADUCOS, EXÁNIMES
Días caducos, exánimes, escarchan, cual rocío, los suelos.
Cáscara a cáscara, un niño, insomne, los colecciona.
Quisiera, siquiera, recogerlos todos.
Pero tantos son, tantos.
¡Y tan pequeñas sus manos!
Distraídamente, empieza a bostezar.
Distraídamente, ruedan sus sueños, párpado abajo.
De pronto, el niño, más que dormirse, anochece,
y su cuerpo, rendido, se vuelve, sobre el suelo, otra cáscara más.
LA APACIBLE CONDUCTA DE LA TRANSPARENCIA
Crecer había entrañado opacarme,
vestir lo hecho, lo sido:
envainar mis meteduras de pata en un calcetín,
contener con una corbata la vergüenza,
los remordimientos con un cinturón,
llevar como interior la inapropiada ropa
de ciertos pensamientos, sentimientos,
bajo peluca, las esquinas menos complacientes de mi identidad,
cualquier episodio con horario de trauma, enguantado,
y tirantes, ante todo, tirantes,
por la sola razón de que no se me cayeran los secretos.
Pero entonces, tú.
Todavía sigue sorprendiéndome,
prenda a prenda, el desprendimiento.
Sé que me arropaste
y tanta textilizada opacidad se volvió superflua,
que contrajiste mi vulnerabilidad y no te enfermó,
que toda esa información activamente ocultada,
todos esos retortijones de palabras no dichas,
fueron goteando por mis labios hasta desimportar.
Pero no me explico,
de veras, no soy capaz de explicarme
cómo después de desnudarme completamente ante ti
estoy, aún, más que desnudo, transparente.
— — — — —
"A quien dizes el secreto das tu libertad"
FERNANDO DE ROJAS
Mistica
Q u i e r o d o r m i r , c o m o d u e r m e e l l i b r o q u e d e j ó e l s u i c i d a ,
m a r c a d o e n l a p á g i n a q u e h a b l a d e a m o r ,
q u i e r o d o r m i r , c o m o d u e r m e n l o s s u e ñ o s
d e s a h u c i a d o s y r o t o s , d e l e n a j e n a d o q u e p e r d i ó i l u s i ó n
d o r m i r , d o r m i r m e c o n t e m p l a n d o p o r l a v e n t a n a
c o m o s e m e c e n l a s p l a t e a d a s h o j a s d e á l a m o s a l s o l .
D o r m i r , c o m o p a c i e n t e q u e v u e l v e a n e s t e s i a d o ,
n a r c o t i z a d o p o r e v i t a r d o l o r .
Q u i e r o d o r m i r , p a r a u n d í a d e s p e r t a r ,
e l d í a q u e e n l o s l i b r o s s e h u e l a n l a s p a l a b r a s
y l o s s u i c i d a s n o e x i s t a n m á s .
R e g r e s a r c u a n d o l o s s u e ñ o s s e a n t o d a s r e a l i d a d e s
y a l a l o c u r a s e l a l l a m e i l u s i ó n ,
r e g r e s a r c o m o s a v i a e n l o s á r b o l e s , s i l e n c i o s a , i n v i s i b l e ,
y r e n o v a d a c o m o P r o t e o , r e s u r g i r e n p r o f u s a s f o r m a s
p a r a u b i c a r m e e n e l p l a n e t a ...
C o m o u n s e r d e L u z
Virtud de la distancia
En la virtud de la distancia, crecen sentimientos que no sabemos cuándo se sembraron.
En la virtud de la distancia nace la añoranza de estar estrechado con esa persona entre sus brazos.
Que dificil es no decirte al ver detrás de una pantalla que te quiero ver. Que dificil es la distancia cuando eres tú mismo con la persona que para tocar aunque sea sus manos te cueste tanto en cada amanecer.
Que dificil es la distancia, cuando el ocaso sutil, temple y delicado deja sus sueños caer.
Atte. Schuster
Deseo
Amarrarme en tus sentidos y perderme el la lujuria de tus deseos, jugar en tu piel como un niño uniendo las estrellas recibiendo la sensación de tu piel erizada con el corazón a millón, disfrutar de tu respiración profunda cuando encaminado entre tus pechos sigo la ruta de tu vientre para llegar a un mar del cuál deseo estar ahogado mientras tus gemidos me sumergen a un mundo que solo en mi imaginación eh estructurado para la mujer apasionada que tengo en mis manos.
El Lexico
Mi léxico sucumbe ante la melodía del recuerdo, de la piel erizada y de los gemidos escuchados, se deja fluir ante el recuerdo del placer escenificado sobre mi detrás de cada órgasmo, lleno de lluvias mojando la cama y el cuerpo de su amo, mujer sumisa tu piel me inspira a no olvidar lo que hacías detrás de tu respirar agitado. Solo recuerdos vivos estarán y al verte detrás de mi mirada reproducirá esos movimientos y momentos encarnados en mi piel como en mis pensamientos.
(Tú y yo)
Enviado por danteverne Seguir
Tu nombre se escurre, transita en vaivén,
don de la zozobra ungida
de un eterno relato.
Respiro por tus ojos,
habitas en mi piel,
y de repente, en un bucle abierto
de oleadas inversas y rebeldes
me invade un despliegue
de cumulonimbos de papel.
Tu nombre se teje a un orvallo,
a una frecuencia de huellas arenosas,
a dos palabras entre paréntesis
(o tres).
Tu nombre no recuerda su nombre,
y el mío transige y le sigue
a través de un océano inmenso
donde el olvido se hace carne,
donde tú sólo eres tú
y yo…
yo me olvidé de ser.
Mater dulcis
Enviado por samuel-dixon Seguir
Amiga inseparable, meliflua compañera,
en ti la gloria anida con alma y corazón:
valiente y soñadora, gallarda y guerrillera,
¡oh, madre de la vida, portento y convicción!
La tierra ve tus pasos, bendice tu dulzura
y claman manantiales por darnos lo mejor...
en noches de silencio, te vuelves casta y pura
¡oh, madre, dulce abrigo, bandera del amor!
Al pie de la trinchera, surcando mil caminos,
conduces día y noche la esencia de vivir
y así, con mil consejos, perfectos y divinos
le das a tu linaje la luz del porvenir.
¡Oh, madre Nicaragua de manos laboriosas,
tus ecos son volcanes con dulce entonación,
tus ojos, dos luceros predicen muchas cosas
y cargan la balanza al pie del batallón!
Desde el 61 hasta el 70 de un total de 3531 Poemas