233 Poemas de desamor
solo amigos
Me paso velando tú sonrisa,
ilusionandome con tus miradas,
queriendo encontrarte en mis sueños,
porque de mi vida ya te adueñaste.
al llegar la mañana te busco y no te encuentro,
quisiera no pensar en ti..pero ya no puedo,
porque entre mas te veo, mas te pienso.
no somos nada más... que amigos verdaderos,
el que llora,el que sufre,el que te pide tú amor,aún sin merecerlo.
porque ya eres agena de aquel que ni conocerlo quiero.....
(j.s.c.s.)
WILLIAM STREET
Las mujeres que quiero van con otros.
Cuando pasan prendidas de otros brazos
miro a la que se apoya en mí y compruebo
que yo me he equivocado de mujer.
La gracia enrojecida de una risa,
el rumor tembloroso de un silencio,
la mirada furtiva que nos dice
que está la dicha allí, en aquellos ojos...
Esas cosas descubro sólo en otras.
Yo sé que lo que anhelo no anda lejos:
veo como ellas pasan de otros brazos.
Y trato de encontrarlo, incluso en ellas.
Mas siempre me equivoco de mujer.
Las mujeres que quiero van con otros.
La Culpa.
No fui yo, tal vez ambos pecamos
sin pensar en el daño a futuro,
solo Dios guarda nuestro secreto
nuestro pecado sin penitencia.
¿De quién es la culpa?
¿tuya o mía? juntos cometimos la falta.
¿Y que pasó? con ella murió el amor
el amor negado, traicionado y falaz.
Pasarán los años y nuestros ojos
no cruzarán miradas de picardía
que confesaban la pasión escondida
desbordada en el improvisado lecho.
Hoy me ves con desamor, sin pensar
que sufrí por tu cobarde abandono,
pero tu sufriste mas al quedar sola
sin la mano que acariciaba tu rostro.
gbl
20/09/2016
Derechos Reservados de Autor.
Adios Princesa
Enviado por jtcromantic Seguir
Cómo decirte que no te quiero
porque tus besos ya no encienden
aunque tú lo intentes
y sólo finjo para que seas feliz
la magia duró poco
y me estoy desangrando
al escribir estos versos
Yo sólo veo en ti un cuerpo
tus mentiras dañaron
tus falsas promesas
los sueños eran falsos
Por qué mentirle más al corazón
y obligarlo a sentir esta pasión
cuánto tiempo ha de pasar
Cuántos besos ha de aguantar
ya no me inspiras
ni tu hermoso rostro
que alguna vez inspiraron
a a este hora triste corazón
cuánto tiempo se perdió
otra vez ser una víctima del amor
tu rutina fue causante
de la decadencia de nuestro amor
noches aburrimiento
donde una risa se volvió un silencio
y poco a poco
se fue apagando
el amor que sentía
Conexión
No pensé que fuéramos a encontrarnos,
Aquel día, aquélla noche,
Sabía que aunque no quería, te quería,
Y nos conectamos sin pensarlo.
Uno al otro nos buscamos,
Con las miradas, con nuestras sonrisas,
Aunque solo fue por un poco de tiempo,
Nunca me sentí tan tranquilo.
Tu piel, tus ojos y tu corazón,
Tu olor, tus manos, tus pecas,
Tu aroma y ternura, te recuerdo,
Hasta hoy te recuerdo, hermosa.
Nuestros dedos entrelazados,
Me estremecieron en profinda ternura,
Tu dejaste una huella en mi alma,
Grabada a fuego en aquella noche.
La nuestra fue una breve historia,
Llena de intensos sentimientos,
Desearía poder volver a encontrarte,
Pero me hundo en el triste olvido sombrio.
YO TE AMÉ EN EL SILENCIO
Yo te amé en el silencio de la ignota atalaya
que calla su tesoro de oro inaccesible.
Y ahora que te canto -¡maldito sea el llanto
del amor que se canta!-, qué soledad sonora,
qué insensata y agónica trompetería, qué estéril,
qué grave fundamento, qué infierno irreparable.
LA SOMBRA DE MI ALMA...
La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras.
¡La sombra de mi alma!
He llegado a la línea donde cesa
la nostalgia,
y la gota de llanto se transforma
alabastro de espíritu.
¡La sombra de mi alma!
El copo del dolor
se acaba,
pero queda la razón y la sustancia
de mi viejo mediodía de labios,
de mi viejo mediodía
de miradas.
Un turbio laberinto
de estrellas ahumadas
enreda mi ilusión
casi marchita.
¡La sombra de mi alma!
Y una alucinación
me ordeña las miradas.
Veo la palabra amor
desmoronada.
¡Ruiseñor mío!
¡Ruiseñor!
¿Aún cantas?
Ya no te quiero.
Cuando muera el alba
de mis ojos brotarán lágrimas,
como el rocío que empaña
el cristal de la ventana abierta,
que baña de luz mi corazón.
Y aunque no digas “no te quiero”
sabré que dejaste de sentirlo,
porque desde lo más profundo
de mi alma lo sentiré,
y nada permitirá que pase inadvertido.
gbl
11/02/2018
Derechos Reservados de Autor
INÚTIL
Es inútil soñar aquellos besos.
Inútil evocar aquellas horas,
aquel agonizar los dos, obsesos
de soledad, de sed devastadora.
Inútil demandar a nuestros huesos
alzarse sobre el tiempo y nuestro ahora;
que tú ya no eres tú, ni yo, ni esos
instantes volverán. Inútil. ¿Lloras...?
Pero no. Tú no lloras. Tú, sombrío.
Inútil esperar una palabra.
Inútil ensanchar el llanto mío.
Inútil ya el vivir. Tu mano labra
-qué impiadoso el buril de tu sentencia-
mi muerte, sobre el barro de tu ausencia.
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