Poemas
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores poemas de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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GEOGRAFÍA CELESTE
No ha muerto.
Ha iniciado un viaje atardecido.
De azul en azul claro
—de cielo en cielo— ha ido
por la senda del sueño
con su arcángel de lino.
A las tres de la tarde
hallará a San Isidro
con sus dos bueyes mansos
arando el cielo límpido
para sembrar luceros
y estrellas en racimos.
—Señor, cuál es la senda para ir al Paraíso?
—Sube por la Vía Láctea,
ruta de leche y lirio,
la menor de las Osas
te enseñará el camino.
Cuando sean las cuatro
la Virgen con el Niño
saldrán a ver los astros
que en su infancia de siglos
juegan la Rueda rueda
en un bosque de trinos.
Y a la seis de la tarde
El ángel de servicio
saldrá a colgar la luna
de un clavo vespertino.
Será tarde. Si acaso
no te han guardado sitio,
dile a Gabriel Arcángel
que te preste su nido
que estás en el más frondoso
árbol del paraíso.
Murió la Marisela,
pero aún queda un lino.
AGUA, ¿DÓNDE VAS?
Agua, ¿dónde vas?
Riyendo voy por el río
a las orillas del mar.
Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
Yo..., ¡temblar!
¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?
(Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.)
LA PERSONA MÁS EXTRAÑA DEL MUNDO
Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú.
SUEÑO DE ARTE
Blanca estela dejaba el cisne blanco
En las mágicas aguas andadas
Y en gallardas y suaves balanceadas
Me mostraba la seda de su flanco.
Desde el césped frondoso de mi banco
A la Milo de mármol enlazadas
Trepaban las volubles lanceoladas
A ocultar el divino brazo manco.
Armoniosa la tarde descendía
Paipadeando su luz con agonía.
Ya la estrella de Venus fulguraba.
Y mirando unas flores abstraído
De repente salté muy sorprendido:
Impaciente Pegaso ya piafaba.
A VECES ME FIGURO QUE ESTOY ENAMORADO
A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.
Me ha enamorado Adela, me ha enamorado Marta,
y, alternativamente, Susanita y Carmen,
y, alternativamente, soy feliz y lloro.
No soy muy inteligente, como se comprende,
pero me complace saberme uno de tantos
y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.
LA LIBERTAD EXISTE
¿Sabes que la libertad existe
en los libros escolares?
¿Sabes que hombres locos están
dirigiendo nuestras prisiones?
En una cárcel, en un presidio
en un blanco y libre
remolino protestante.
Estamos colgados cabeza abajo
al borde del aburrimiento.
Estamos alcanzando la muerte
en el final de una vela.
Estamos intentando conseguir algo
que ya nos ha encontrado.
ETERNIDAD
En mi jardín hay rosas
yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
mañana no tendrás.
En mi jardín hay pájaros
con cantos de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...
En mi jardín abejas
labran fino panal
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!
Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o ésta muda tristeza
que no comprenderás...
La tristeza sin nombre
de no tener que dar
o quien lleva en la frente
algo de eternidad...
Deja, deja el jardín...
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.
AHORA AQUEL NIÑO ES ESTE HOMBRE
Nací el 1 de enero del verano,
en la primavera de los dientes del invierno,
cuando el otoño guardaba su ropa.
Nací apartando la tristeza con la mano
pero no me llegaba con la fuerza
así que se quedó a mi lado hasta los 20.
Cuando eres niño la vida es un acontecimiento.
Cuando eres niño y no te quieres
el mundo se vuelve pared
y la vida un pedazo calcado del invierno.
Era un inválido emocional,
os juro que lo era.
La soledad me apuntaba con sus cañones
y no encontraba consuelo en nada
pero corría por si acaso hacia los brazos
de mi madre.
Ahora he crecido
y el niño que fui aún sigue presente
en cada una de las arrugas de mi rostro,
asoma la cabeza cuando sonrío
y se asombra cada vez que una persona
realiza un acto bello.
Sé que ese niño sufrió,
que he curado muchas de sus heridas
y que ese niño no debería volver
porque el adulto es más feliz
menos frágil.
Pero algunas tardes lo echo de menos
y entonces me gustaría hablarle
y decirle que me perdone
por no haberle querido algunas veces
y no haberle podido rescatar de aquella infancia
de pies planos
y calles opuestas.
Ahora aquel niño es este hombre.
Cuando hables conmigo,
si puede ser, míralo con ternura
que ya no está pero por algún lugar
aún sigue triste
y le vendría bien todo la calidez
que a aquellos días les faltaba.
NEVER MORE
Oh, recuerdos, recuerdos! ¿qué me queréis? Volaba
un turbión de hojas secas; ponía el sol un brillo
de oro viejo en el bosque húmedo y amarillo,
y la fugaz llovizna de otoño sollozaba.
Ibamos los dos solos; su cabellera de oro
volaba loca al viento, cual nuestra fantasía.
— ¿Cuál fue el día más bello de tu vida?— decía
junto a mí, con su acento angélico y sonoro.
Respondió a su pregunta mi sonrisa discreta;
después, devotamente, con gesto de poeta,
besé su mano blanca de dedos afilados.
¡Ah, qué fragancia tienen nuestras primeras rosas
y qué bien suena, como músicas deliciosas,
el primer sí que brota de unos labios amados!
DEJAR POR SOMBRA O SOL JAMÁS OS VEO (CANCIONERO)
Dejar por sombra o sol jamás os veo
vuestro velo, señora,
después que sois del ansia sabedora
que aparta de mi pecho otro deseo.
Mientras llevé escondido el pensamiento
que muerte en el deseo dio a mi mente
vi de piedad teñido vuestro gesto;
mas cuando os lo mostró Amor claramente,
fue el cabello cubierto en el momento
y el mirar amoroso oculto honesto.
Lo que en vos más deseaba me es depuesto;
así me trata el velo,
que por mi muerte, ya al calor, ya al hielo
de ojos tan bellos cubre el centelleo.
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