110 Poemas de soledad
PRELUDIO DE SOLEDAD
Vagaré bajo la sombra y las estrellas
que conocen mi frente y sus desvelos,
contaré como pétalos sus rayos
sin pedir al azar su vaticinio.
Quiero con mis pisadas
recorrer hacia atrás,
horas que se quedaron extasiadas
en el reloj que el sol eternizaba,
y repetir: ¡Dios mío! ¡Cuántos nombres!
Criaturas, norte, sur, sólo viento y ceniza,
ebrios itinerarios que extraviaron mis brújulas.
Hay algo indefinible entre el follaje,
un olor de mujer que no regresa.
Ya las palabras no tienen el deleite del labio,
se borran en el aire como saetas de humo,
caen en la hojarasca
ajenas a su rumbo y su herida.
En una escondida copa,
el alma ha guardado todas las caricias
y cuando la luna me alarga los brazos
por sobre los senderos
y no encuentro a nadie vivo
acerco sus bordes a mi sed.
Sin olvidar que un gran silencio
soporta otros silencios,
y así se levanta la torre
donde habitó la soledad.
SÚBITA MANO DE ALGÚN FANTASMA OCULTO
Súbita mano de algún fantasma oculto
entre los pliegues de la noche y de mi sueño
me sacude y yo despierto, y en el abandono
de la noche no diviso gesto ni bulto.
Pero un terror antiguo, que insepulto
traigo en el corazón, como de un trono
baja y se afirma mi señor y dueño
sin orden, sin meneo y sin insulto.
Y yo siento mi vida de repente
presa por una cuerda de Inconsciente
a cualquier mano nocturna que me guía.
Siento que soy nadie salvo una sombra
de un bulto que no veo y que me asombra,
y en nada existo como la tiniebla fría.
Vacio
Vacío como el olvido,
Vacío como algo que existe pero no podemos ver,
Vacío como el aire que da vida pero no se admira,
Vacío como el espacio de la luz en la oscuridad,
Vacío como una mentira ante su verdad,
Vacío como un pensamiento fugaz que no se convirtió en mi realidad,
Vacío como los cuerpos que no se abren para amar,
Vacío como el recuerdo de un amor que no volverá,
Vacío como un corazón que perdió el sueño de convertirse en todo aquello que de niño anhelo.
Amar
Enviado por experimento Seguir
Amar, marcha la palabra de mi boca
como si se alejara de una guerra
a otro desvelo, a otra sombra y volviera
y me saludara tristemente.
Me deja, se disuelve apenas la repito
pero en su ineficaz distancia,
toda su holgada pobreza
tiene miedo de nombrarte, y se queda.
Se queda una tarde, ve pasar la vida
hasta inventar metáforas, gaviotas, veranos
afiebrada sueña con los gestos juveniles
pero no ríe, no duerme, destroza la madrugada
En el jardín se detiene, un horizonte mudo
una distancia de lágrimas la recoge
Amar, marcha la palabra de mi boca
No sé a dónde viaja su silencio.
Amanece como un fruto viejo,
con las fatigas de la desilusión, y lo que queda
vuela rasante como una súplica
que nunca detendrá su muerte.
VM
Tormenta de sentimientos
Noche negra sin luna ni estrellas
En la taberna del puerto
Sólo un vaso vacío
y un hidalgo miserable.
Que monta caballo de velas
A rumbo oscuro horizonte
Trimando tiempo y recuerdos
No puedo encontrar el norte.
Quijote sin rumbo ni puerto
Buscando por 7 mares
estelas de mis recuerdos
Me cantan sirenas tu nombre
Que llega flotando en el viento
Envuelto entre nubes negras
Tormenta de sentimientos.
Y qué si se para el tiempo?
Si vienen molinos de viento
Soy Quijote sin Dulcinea
Hidalgo sin sueños ni cuentos.
Y qué si llega Tormenta?
Y qué si pierdo las fuerzas?
Que venga luz cegadora
Aquella que todos temen
Y nadie escapa de ella.
Que venga a buscarme en la aurora
Vestida con mis recuerdos
Que pueda viajar en el tiempo
Donde decías te quiero
Que traiga con ella el tiempo
El tiempo de tus recuerdos
Que pueda decirle a tu alma
Me marcho con ellos
Aunque...
Enviado por vmkln_1423 Seguir
Aunque me estoy muriendo
de frio, aunque me estoy muriendo de hambre,
aunque me estoy muriendo de dolor,
aunque me estoy ahogando a gritos,
aunque me estoy ahogando en mis lagrimas,
aunque estoy herida,
aunque te pido a gritos tres palabras
"dejame" "en" "paz", aunque no pueda
dormir en la npche por que tengo miedo de soñar
con ellas, aunque tenga un vacio dia y noche,
aunque no hable por miedo,
aunque tengo heridas fisicas,
aunque puedo tener rasguños, aunque
tengas cicatrices en las muñecas,
aunque te pido a gritos que no me hables
que me haces daño, aunque estoy rota por dentro a ti no
te importa y me sigues haciendo daño con tus palabras
tan hirientes como una quemadura por palabra
Como pájaro en vuelo
Golfo en solitario
cabizbajo, piel curtida,
achicada tiene el alma
por todo lo que ha vivido,
con la lengua de corbata
por fin llega a su destino,
a ponerse pantalones
que ahora le toca currar,
renacer de las cenizas
que han quedado atrás.
POEMA DE LA SOLEDAD
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
El tren y la mujer que llena el cielo,
tu soledad esquiva en los hoteles
y tu máscara pura de otro signo.
Es la niñez del mar y tu silencio
donde los sabios vidrios se quebraban,
es tu yerta ignorancia donde estuvo
mi torso limitado por el fuego.
Norma de amor te di, hombre de Apolo,
llanto con ruiseñor enajenado,
pero, pasto de ruina, te afilabas
para los breves sueños indecisos.
Pensamiento de enfrente, luz de ayer,
índices y señales del acaso.
Tu cintura de arena sin sosiego
atiende sólo rastros que no escalan,
pero yo he de buscar por los rincones
tu alma tibia sin ti que no te entiende,
con el dolor de Apolo detenido
con que he roto la máscara que llevas.
Allí, león, allí, furia del cielo,
te dejaré pacer en mis mejillas;
allí, caballo azul de mi locura,
pulso de nebulosa y minutero,
he de buscar las piedras de alacranes
y los vestidos de tu madre niña,
llanto de media noche y paño roto
que quitó luna de la sien del muerto.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
Alma extraña de mi hueco de venas,
te he de buscar pequeña y sin raíces,
¡Amor de siempre, amor, amor de nunca!
¡Oh, sí! Yo quiero. ¡,Amor, amor! Dejadme.
No me tapen la boca los que buscan
espigas de Saturno por la nieve
o castran animales por un cielo,
clínica y selva de la anatomía.
Amor, amor, amor. Niñez del mar.
Tu alma tibia sin ti que no te entiende.
Amor, amor, un vuelo de la corza
por el pecho sin fin de la blancura.
Y tu niñez, amor, y tu niñez.
El tren y la mujer que llena el cielo,
Ni tú, ni yo, ni el aire, ni las hojas.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
BLANCA
Blanca, blanca, blanca la melodía
ardiendo de sus hojas.
Nació la tierra enferma.
Nació la luna con la sal del sueño.
Llovió el asombro de mis ojos.
Con el dolor la vida se filtraba.
Enloquecida ya entre mis manos.
Sola, sola, tán sólo sola.
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