Vuestros poemas
DÍAS CADUCOS, EXÁNIMES
Días caducos, exánimes, escarchan, cual rocío, los suelos.
Cáscara a cáscara, un niño, insomne, los colecciona.
Quisiera, siquiera, recogerlos todos.
Pero tantos son, tantos.
¡Y tan pequeñas sus manos!
Distraídamente, empieza a bostezar.
Distraídamente, ruedan sus sueños, párpado abajo.
De pronto, el niño, más que dormirse, anochece,
y su cuerpo, rendido, se vuelve, sobre el suelo, otra cáscara más.
LA APACIBLE CONDUCTA DE LA TRANSPARENCIA
Crecer había entrañado opacarme,
vestir lo hecho, lo sido:
envainar mis meteduras de pata en un calcetín,
contener con una corbata la vergüenza,
los remordimientos con un cinturón,
llevar como interior la inapropiada ropa
de ciertos pensamientos, sentimientos,
bajo peluca, las esquinas menos complacientes de mi identidad,
cualquier episodio con horario de trauma, enguantado,
y tirantes, ante todo, tirantes,
por la sola razón de que no se me cayeran los secretos.
Pero entonces, tú.
Todavía sigue sorprendiéndome,
prenda a prenda, el desprendimiento.
Sé que me arropaste
y tanta textilizada opacidad se volvió superflua,
que contrajiste mi vulnerabilidad y no te enfermó,
que toda esa información activamente ocultada,
todos esos retortijones de palabras no dichas,
fueron goteando por mis labios hasta desimportar.
Pero no me explico,
de veras, no soy capaz de explicarme
cómo después de desnudarme completamente ante ti
estoy, aún, más que desnudo, transparente.
— — — — —
"A quien dizes el secreto das tu libertad"
FERNANDO DE ROJAS
Mistica
Q u i e r o d o r m i r , c o m o d u e r m e e l l i b r o q u e d e j ó e l s u i c i d a ,
m a r c a d o e n l a p á g i n a q u e h a b l a d e a m o r ,
q u i e r o d o r m i r , c o m o d u e r m e n l o s s u e ñ o s
d e s a h u c i a d o s y r o t o s , d e l e n a j e n a d o q u e p e r d i ó i l u s i ó n
d o r m i r , d o r m i r m e c o n t e m p l a n d o p o r l a v e n t a n a
c o m o s e m e c e n l a s p l a t e a d a s h o j a s d e á l a m o s a l s o l .
D o r m i r , c o m o p a c i e n t e q u e v u e l v e a n e s t e s i a d o ,
n a r c o t i z a d o p o r e v i t a r d o l o r .
Q u i e r o d o r m i r , p a r a u n d í a d e s p e r t a r ,
e l d í a q u e e n l o s l i b r o s s e h u e l a n l a s p a l a b r a s
y l o s s u i c i d a s n o e x i s t a n m á s .
R e g r e s a r c u a n d o l o s s u e ñ o s s e a n t o d a s r e a l i d a d e s
y a l a l o c u r a s e l a l l a m e i l u s i ó n ,
r e g r e s a r c o m o s a v i a e n l o s á r b o l e s , s i l e n c i o s a , i n v i s i b l e ,
y r e n o v a d a c o m o P r o t e o , r e s u r g i r e n p r o f u s a s f o r m a s
p a r a u b i c a r m e e n e l p l a n e t a ...
C o m o u n s e r d e L u z
Virtud de la distancia
En la virtud de la distancia, crecen sentimientos que no sabemos cuándo se sembraron.
En la virtud de la distancia nace la añoranza de estar estrechado con esa persona entre sus brazos.
Que dificil es no decirte al ver detrás de una pantalla que te quiero ver. Que dificil es la distancia cuando eres tú mismo con la persona que para tocar aunque sea sus manos te cueste tanto en cada amanecer.
Que dificil es la distancia, cuando el ocaso sutil, temple y delicado deja sus sueños caer.
Atte. Schuster
Deseo
Amarrarme en tus sentidos y perderme el la lujuria de tus deseos, jugar en tu piel como un niño uniendo las estrellas recibiendo la sensación de tu piel erizada con el corazón a millón, disfrutar de tu respiración profunda cuando encaminado entre tus pechos sigo la ruta de tu vientre para llegar a un mar del cuál deseo estar ahogado mientras tus gemidos me sumergen a un mundo que solo en mi imaginación eh estructurado para la mujer apasionada que tengo en mis manos.
El Lexico
Mi léxico sucumbe ante la melodía del recuerdo, de la piel erizada y de los gemidos escuchados, se deja fluir ante el recuerdo del placer escenificado sobre mi detrás de cada órgasmo, lleno de lluvias mojando la cama y el cuerpo de su amo, mujer sumisa tu piel me inspira a no olvidar lo que hacías detrás de tu respirar agitado. Solo recuerdos vivos estarán y al verte detrás de mi mirada reproducirá esos movimientos y momentos encarnados en mi piel como en mis pensamientos.
(Tú y yo)
Enviado por danteverne Seguir
Tu nombre se escurre, transita en vaivén,
don de la zozobra ungida
de un eterno relato.
Respiro por tus ojos,
habitas en mi piel,
y de repente, en un bucle abierto
de oleadas inversas y rebeldes
me invade un despliegue
de cumulonimbos de papel.
Tu nombre se teje a un orvallo,
a una frecuencia de huellas arenosas,
a dos palabras entre paréntesis
(o tres).
Tu nombre no recuerda su nombre,
y el mío transige y le sigue
a través de un océano inmenso
donde el olvido se hace carne,
donde tú sólo eres tú
y yo…
yo me olvidé de ser.
Mater dulcis
Enviado por samuel-dixon Seguir
Amiga inseparable, meliflua compañera,
en ti la gloria anida con alma y corazón:
valiente y soñadora, gallarda y guerrillera,
¡oh, madre de la vida, portento y convicción!
La tierra ve tus pasos, bendice tu dulzura
y claman manantiales por darnos lo mejor...
en noches de silencio, te vuelves casta y pura
¡oh, madre, dulce abrigo, bandera del amor!
Al pie de la trinchera, surcando mil caminos,
conduces día y noche la esencia de vivir
y así, con mil consejos, perfectos y divinos
le das a tu linaje la luz del porvenir.
¡Oh, madre Nicaragua de manos laboriosas,
tus ecos son volcanes con dulce entonación,
tus ojos, dos luceros predicen muchas cosas
y cargan la balanza al pie del batallón!
Una verdad relativa
Sobre el origen de la vida
en mi ignorancia supina
difiero de las teorías.
Me asfixian los dizques
cuando los hechos
están a ojos vistas.
Al ver como mutilan
las culturas ancestrales
me muero de la risa.
Los eminentes científicos
arqueólogos, religiosos
creen tener la verdad absoluta.
Con el nivel de inteligencia
y voces de barítonos
le hacen coro a lo paradójico.
La existencia es un misterio
por ende, saber a ciencia cierta
es de genios.
Resurrección
Enviado por danteverne Seguir
Que me mate el temblor más deseado
con un pacto que llega desde dentro,
que arda el fuego en el fuego, mortal centro
destinado al encuentro descarnado.
Que mi lengua se queme si a tu lado
en varios arrebatos me concentro,
que fluya la pasión si por fin entro
y de un trago te trago embelesado.
De tu boca sedienta algún cometa
saltando de tu pecho estando en celo
en un exceso urgente me completa,
déjate amar y vuela alto, levita,
déjate caer desde el entrecielo,
y resucita nueva, resucita.
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