509 Poemas de amor
Lo que creo ser
Voy a contar
como creo ser,
paso a paso.
Desde mi pecho,
hasta mi alma;
desde mis manos;
hasta mi risa;
desde mi sangre;
hasta mi voz...
Soy día y noche;
calor y frío;
Soy la intensidad
de la vida,
que goza y que sufre..
Soy el placer
"extrañamente confundido"....
Soy el dormir placentero,
en mis sueños descifrados.
Soy sensible al viento,
al cielo, a las estrellas
a los bosques y montañas....
Soy la nostalgia
acostumbrada a las olas,
a la tierra, al sol, a la lluvia;
amaneceres y puestas....
Soy amiga de las miradas y
palabras sinceras,
del silencio bien hablado..
Soy frágil a las desilusiones,
me perturba
su color desvanecido y frió.
Soy habitante de la luna,
de las noches y sus tesoros.
Soy el idioma incesante,
buscando palabras verdaderas..
Soy la prisa involuntaria;
y la locura venturosa;
la inquietud imprescindible
y la ignorancia necesaria.
DOS CANCIONES DE AMOR PARA EL OTOÑO
I
Cuando ya nada pido
y casi nada espero
y apenas puedo nada
es cuando más te quiero
II
Basta que estés, que seas
que te pueda llamar, que te llame María
para saber quién soy y conocer quién eres
para saberme tuyo y conocerte mía
mi mujer entre todas las mujeres.
FILOSOFÍA DEL AMOR
Las fuentes se mezclan con el río,
Y los ríos con el océano;
Los vientos del cielo se mezclan para siempre,
Con una dulce emoción;
Nada en el mundo es único,
Todas las cosas por ley divina
Se completan unas a otras:
¿Por qué no debería hacerlo contigo?
Mira, las montañas besan el alto cielo
Y las olas se acarician en la costa;
Ninguna flor sería hermosa
Si desdeña a sus hermanos:
Y la luz del sol ama la tierra,
Y los reflejos de la luna besan los mares:
¿De qué vale todo este amor
Si tú no me besas?
EL AMOR
El amor viene lento como la tierra negra,
como luz de doncella, como el aire del trigo.
Se parece a la lluvia lavando viejos árboles,
resucitando pájaros. Es blanquísimo y limpio,
larguísimo y sereno: veinte sonrisas claras,
un chorro de granizo o fría seda educada.
Es como el sol, el alba: una espiga muy grande.
Yo camino en silencio por donde lloran piedras
que quieren ser palomas, o estrellas,
o canarios: voy entre campanas.
Escucho los sollozos de los cuervos que mueren,
de negros perros semejantes a tristes golondrinas.
Yo camino buscando tu sonrisa de fiesta,
tu azul melancolía, tu garganta morena
y esa voz de cuchillo que domina mis nervios.
Ignorante de todo, llevo el rumbo del viento,
el olor de la niebla, el murmullo del tiempo.
Enséñame tu forma de gran lirio salvaje:
cómo viven tus brazos, cómo alienta tu pecho,
cómo en tus finas piernas siguen latiendo rosas
y en tus largos cabellos las dolientes violetas.
Yo camino buscando tu sonrisa de nube,
tu sonrisa de ala, tu sonrisa de fiebre.
Yo voy por el amor, por el heroico vino
que revienta los labios. Vengo de la tristeza,
de la agria cortesía que enmohece los ojos.
Pero el amor es lento, pero el amor es muerte
resignada y sombría: el amor es misterio,
es una luna parda, larga noche sin crímenes,
río de suicidas fríos y pensativos, fea
y perfecta maldad hija de una Poesía
que todavía rezuma lágrimas y bostezos,
oraciones y agua, bendiciones y penas.
Te busco por la lluvia creadora de violencias,
por la lluvia sonora de laureles y sombras,
amada tanto tiempo, tanto tiempo deseada,
finalmente destruida por un alba de odio.
NADA COMPARABLE A TUS MANOS
Nada comparable a tus manos,
ni nada igual al oro-verde de tus ojos.
Mi cuerpo se llena de ti por días y días.
Eres el espejo de la noche.
La luz violeta del relámpago.
La humedad de la Tierra.
El hueco de tus axilas es mi refugio.
Toda mi alegría es sentir
brotar la vida de tu fuente-flor
que la mía guarda para llenar
todos los caminos de mis nervios que son los tuyos,
tus ojos, espadas verdes dentro de mi carne,
ondas entre nuestras manos.
Solo tú en el espacio lleno de sonidos.
En la sombra y en la luz;
tú te llamarás auxocromo, el que capta el color.
Yo cromóforo, la que da el color.
Tú eres todas las combinaciones de números. La vida.
Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento.
Tú llenas y yo recibo.
Tu palabra recorre todo el espacio y llega
a mis células que son mis astros y va
a las tuyas que son mi luz.
LE HABLO A LA LUNA
¿Corazón? ¿me oyes?
hablemos através de la luna,
que sea nuestra aventura.
¿Amor, la ves?
su brillo resplandeciendo
y mis sentimientos por ti creciendo.
¿Corazón, lo sientes?
son mis emociones lo que está
causando tan divino lucecillo.
Veamos la luna,
ella siempre nos dirá lo
que sentimos.
VACILACIÓN
Esa que amo tiene grandes ojos
bajo las castañas pupilas;
Esa que amo bajo los Cielos
es bella entre las bellas.
Ella brilla, embellece mis días,
¡Oh! si estuviera allá,
mi Dios, me gustaría verla siempre
Esa que amo.
Esa que amo, es muy dulce verla,
es dulce escucharla;
Su mirada fija en el corazón la esperanza
que su voz hace comprender.
¿Será para mí todo su amor,
para mí solo, para mí mismo?
Si amo, es que la veo
esa que amo.
Cerca de ella, ¡ay! siento
una dulce emoción
Ausente, hacia ella en mis sentidos
algo me empuja.
Para mí en el fondo de su corazón
si fuese de la misma manera
¿Le daría una mirada extraviada?
Esa que amo
Esa que amo, ¡ay! ¡Ay!
Cuando sea su turno, ¿me amará?
No lo sé; no le he dicho
que su ojo brilla.
¿Es para mí que brilla así?
¡Felicidad suprema!...
Además, ¿lo enciende ella también?
Esa que amo
si burlando mi inocencia
por su hipocresía,
¡Se sirve de su belleza
Para quitarme mi vida!
¿Su corazón podrá ser así de negro?
¡Oh! ¡No, esa es una blasfemia!
¡Un blasfemo!... no hace falta más que ver
Esa que amo.
No, no, amor, amor en nosotros
porque al hacerte mujer,
Dios, le doy mi agradecimiento de rodillas,
te di mi alma.
¡Corre! me uno a tus pasos
En mi extremo ardor...
Quizás, no me ame,
Esa que amo.
EL TIERNO Y PELIGROSO ROSTRO DEL AMOR
El tierno y peligroso
rostro del amor
se me apareció una noche
después de un día muy largo
Era quizá un arquero
con su arco
o bien un músico
con su arpa
Yo no sé más
Yo no sé nada
Todo lo que yo sé
es que me ha herido
quizá con una flecha
quizá con una canción
Todo lo que yo sé
es que me ha herido
herido en el corazón
y para siempre
Ardiente demasiado ardiente
herida del amor.
AMOR Y UNA PREGUNTA
Un extraño llegó hasta la puerta en el ocaso,
Y habló con el justo novio.
Llevaba una vara blanca y verde en la mano,
Que a su vez sostenía todas sus cargas.
Preguntó, más con los ojos que con los labios,
Si habría refugio para él durante la noche,
Y se volvió para mirar la distancia del camino,
Sin luces ni ventanas iluminadas.
El novio dio un paso y cruzó la puerta diciendo:
Miremos hacia el cielo,
Y preguntemos por la noche que vendrá,
Tú y yo, extraño compañero.
Las hojas de la vid cubrían el patio,
Los frutos de la vid eran azules,
Otoño, si, pero el invierno estaba en el viento;
Extraño, ojalá lo supiera.
Dentro, la novia yacía sola en el atardecer,
Inclinada sobre el fuego del placer,
Su rostro brillaba rojo frente al carbón,
Y rosa era el deseo y el pensamiento del corazón.
El novio observó el camino desgastado,
Sin embargo la vio a ella en el interior,
Y deseó su corazón en un cofre de oro,
Inmóvil con un alfiler de plata.
El novio pensó en un pequeño regalo,
Algo de pan, una bolsa para el descanso,
Una oración sincera por los pobres de Dios,
O para los ricos una humilde maldición.
Pero si aquel extraño fue consultado o no,
Sobre la muerte del amor de dos,
Por albergar la pena en la noche que vendrá,
El novio nunca lo supo, pero deseó saberlo.
LA DAMA DE LAS PERLAS
Yo he visto perlas claras de inimitable encanto,
de esas que no se tocan por temor a romperlas;
Pero solo en tu cuello pudieron valer tanto
las burbujas de nieve de tu collar de perlas.
Y más, aquella noche del amor satisfecho,
del amor que eterniza lo fugaz de las cosas,
cuando fuiste un camino que comenzó en mi lecho
y el rubor te cubría como un manto de rosas.
Yo acaricié tus perlas, sin desprender su broche,
y las vi, como nadie nunca más podrá verlas,
pues te tuve en mis brazos, al fin, aquella noche,
vestida solamente con tu collar de perlas.
Desde el 31 hasta el 40 de un total de 509 Poemas de amor
¿Sabes lo que es un soneto? Te lo explicamos con ejemplos.