506 Poemas de amor
EL ALMA EN LOS LABIOS
Para mi amada
Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.
Porque mi pensamiento, lleno de este cariño
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo.
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.
Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca.
Vivo de tu palabra, y eternamente espero
llamarte mía, como quien espera un tesoro.
Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.
Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
¡Dejar mi palpitante corazón que te adora!
ME HA CAUTIVADO
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Me ha cautivado con su mirada,
me ha cautivado con su sonrisa,
este río de amor que en mí se desbordaba,
ha sido encausado para dar vida.
Tomado del libro Poemas de amor para mi amado: En el sueño de su amor, su mirada y su sonrisa
Autor: Norma Marina Solis Zavala
Ante ti
Ante tu brillo, ante tu ser
Ante tu potestad, ante tu luz
No he logrado conservar
Ni mi ego, ni mi codicia
Ni siquiera mi confianza y
Mucho menos mi soberanía.
Logras hacerme titubear y
mi mente alterar.
Simplemente me transmites
paz que a mi ser afecta,
Ya que en el caos vivo,
Pero solo con tu presencia el
Ambiente se serena.
Solo con tu sonrisa derribas mis defensas,
Solo con tu voz me arrebatas mis fuerzas
Pero con tu mirada mi corazón atraviesas.
PALABRAS DE AMOR
Él me quiso tanto...
Yo aún sigo enamorada.
Juntos atravesamos
una puerta cerrada.
Él, cómo os diría...
era toda mi ocupación,
cuando en la lumbre ardían
sólo palabras de amor...
Palabras de amor sencillas y tiernas
que echamos al vuelo por primera vez,
apenas tuvimos tiempo de aprenderlas,
recién despertábamos de la niñez.
Nos bastaban esas tres frases hechas
que entonaba un trasnochado galán,
de historias de amor, sueños de poetas,
a los quince años no se saben más...
Ella, dónde andará,
tal vez aún me recuerda.
Un día se marchó
y jamás volví a verla.
Pero, cuando oscurece,
lejos, se escucha una canción,
vieja música que acuna,
viejas palabras de amor…
CONFESIÓN
esperando a la muerte
como a un gato
que saltará sobre la
cama
estoy muy afligido por
mi esposa
ella verá este
tieso
blanco
cuerpo
lo sacudirá una vez, quizás
de nuevo
“Hank!”
Hank no
responderá
no es mi muerte lo que
me preocupa, es mi esposa
abandonada con este
montón
de nada.
quiero
hacerle saber
sin embargo
que todas las noches
durmiendo
a su lado
incluso los más triviales
argumentos
fueron cosas
siempre espléndidas
y las difíciles
palabras
que siempre temí
decir
pueden ser
dichas ahora:
Te
amo.
DISCIPLINA SECRETA
La casa como barco
en alta mar de junio.
Las calles como trenes
de noche sosegada.
Estas cosas no pasan en el mundo.
Estoy por afirmar
que ahora vivo en un libro de poemas.
Pero si tú me miras,
decidida a existir
desde el fondo templado de tus ojos,
también existe el mundo.
Y muy probablemente
yo acabaré por existir contigo.
EL TIERNO Y PELIGROSO ROSTRO DEL AMOR
El tierno y peligroso
rostro del amor
se me apareció una noche
después de un día muy largo
Era quizá un arquero
con su arco
o bien un músico
con su arpa
Yo no sé más
Yo no sé nada
Todo lo que yo sé
es que me ha herido
quizá con una flecha
quizá con una canción
Todo lo que yo sé
es que me ha herido
herido en el corazón
y para siempre
Ardiente demasiado ardiente
herida del amor.
Tu caballero
Mi querida señorita, a través de versos y escritura, quiero expresar cada una de mis partituras, cada una de mis emociones, cada una de mis conclusiones hacia ti.
Adorable ser del cielo que mi mente repletas de lujuria y cada parte de mi ser inundas con anheló.
Mi deseo es observar aquella sonrisa que brilla en el cielo.
En mi ser no logro distinguir ningún otro sentimiento que no sea amor y deseo.
Mi bella dama inalcanzable como la más lejana estrella, pero, sin importar aquello este humilde vasallo trabajará incansablemente para volverme tu caballero, con mi espada te juro lealtad y con mi escudo te guardaré de todo mal.
Magnánima dama, mi espada y escudo están destinados para protegerte y aunque me faltará alguno de ellos, dispondré mi pechera para salvaguardarte y aunque mi cuerpo no fuese lo suficiente, mi espíritu estará para protegerte
EL AMOR
El amor viene lento como la tierra negra,
como luz de doncella, como el aire del trigo.
Se parece a la lluvia lavando viejos árboles,
resucitando pájaros. Es blanquísimo y limpio,
larguísimo y sereno: veinte sonrisas claras,
un chorro de granizo o fría seda educada.
Es como el sol, el alba: una espiga muy grande.
Yo camino en silencio por donde lloran piedras
que quieren ser palomas, o estrellas,
o canarios: voy entre campanas.
Escucho los sollozos de los cuervos que mueren,
de negros perros semejantes a tristes golondrinas.
Yo camino buscando tu sonrisa de fiesta,
tu azul melancolía, tu garganta morena
y esa voz de cuchillo que domina mis nervios.
Ignorante de todo, llevo el rumbo del viento,
el olor de la niebla, el murmullo del tiempo.
Enséñame tu forma de gran lirio salvaje:
cómo viven tus brazos, cómo alienta tu pecho,
cómo en tus finas piernas siguen latiendo rosas
y en tus largos cabellos las dolientes violetas.
Yo camino buscando tu sonrisa de nube,
tu sonrisa de ala, tu sonrisa de fiebre.
Yo voy por el amor, por el heroico vino
que revienta los labios. Vengo de la tristeza,
de la agria cortesía que enmohece los ojos.
Pero el amor es lento, pero el amor es muerte
resignada y sombría: el amor es misterio,
es una luna parda, larga noche sin crímenes,
río de suicidas fríos y pensativos, fea
y perfecta maldad hija de una Poesía
que todavía rezuma lágrimas y bostezos,
oraciones y agua, bendiciones y penas.
Te busco por la lluvia creadora de violencias,
por la lluvia sonora de laureles y sombras,
amada tanto tiempo, tanto tiempo deseada,
finalmente destruida por un alba de odio.
QUE YO SIEMPRE AMÉ
Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví -bastante-
que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad
esto -si lo dudas- querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario
Desde el 11 hasta el 20 de un total de 506 Poemas de amor
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