457 Poemas de amor
Canciones
Enviado por abraham_oz Seguir
“Apago la lámpara, tras apagar los ojos,
Apago las lágrimas que habían corrido
por mi cara,
Enciendo mi alarma para levantarme temprano en la mañana,
Aunque sé que no lo haré.
Espero paciente para que las palabras vengan a mi mente,
Y ruego por que las escuche la tuya,
Y antes de que duermas sonrías.”
“Dame un minuto de tu vida,
Sé poeta,
Yo seré la sinfonía.
Que se viva la tensión en la luz tenue,
Que se cumpla el capricho que tus manos tienen.
Que las mías sean corona en tu cabello,
Y que se desvele tu rostro en la oscuridad,
Y tu sonrisa que no deja de llamar.
¿Estarás ahí cuando las canciones acaben,
Cuando mis uñas se despinten,
O cuando mis poemas te llamen?”
CONFESIÓN
esperando a la muerte
como a un gato
que saltará sobre la
cama
estoy muy afligido por
mi esposa
ella verá este
tieso
blanco
cuerpo
lo sacudirá una vez, quizás
de nuevo
“Hank!”
Hank no
responderá
no es mi muerte lo que
me preocupa, es mi esposa
abandonada con este
montón
de nada.
quiero
hacerle saber
sin embargo
que todas las noches
durmiendo
a su lado
incluso los más triviales
argumentos
fueron cosas
siempre espléndidas
y las difíciles
palabras
que siempre temí
decir
pueden ser
dichas ahora:
Te
amo.
EL AMOR
El amor viene lento como la tierra negra,
como luz de doncella, como el aire del trigo.
Se parece a la lluvia lavando viejos árboles,
resucitando pájaros. Es blanquísimo y limpio,
larguísimo y sereno: veinte sonrisas claras,
un chorro de granizo o fría seda educada.
Es como el sol, el alba: una espiga muy grande.
Yo camino en silencio por donde lloran piedras
que quieren ser palomas, o estrellas,
o canarios: voy entre campanas.
Escucho los sollozos de los cuervos que mueren,
de negros perros semejantes a tristes golondrinas.
Yo camino buscando tu sonrisa de fiesta,
tu azul melancolía, tu garganta morena
y esa voz de cuchillo que domina mis nervios.
Ignorante de todo, llevo el rumbo del viento,
el olor de la niebla, el murmullo del tiempo.
Enséñame tu forma de gran lirio salvaje:
cómo viven tus brazos, cómo alienta tu pecho,
cómo en tus finas piernas siguen latiendo rosas
y en tus largos cabellos las dolientes violetas.
Yo camino buscando tu sonrisa de nube,
tu sonrisa de ala, tu sonrisa de fiebre.
Yo voy por el amor, por el heroico vino
que revienta los labios. Vengo de la tristeza,
de la agria cortesía que enmohece los ojos.
Pero el amor es lento, pero el amor es muerte
resignada y sombría: el amor es misterio,
es una luna parda, larga noche sin crímenes,
río de suicidas fríos y pensativos, fea
y perfecta maldad hija de una Poesía
que todavía rezuma lágrimas y bostezos,
oraciones y agua, bendiciones y penas.
Te busco por la lluvia creadora de violencias,
por la lluvia sonora de laureles y sombras,
amada tanto tiempo, tanto tiempo deseada,
finalmente destruida por un alba de odio.
QUE YO SIEMPRE AMÉ
Que yo siempre amé
yo te traigo la prueba
que hasta que amé
yo nunca viví -bastante-
que yo amaré siempre
te lo discutiré
que amor es vida
y vida inmortalidad
esto -si lo dudas- querido,
entonces yo no tengo
nada que mostrar
salvo el calvario
AMOR
Para escapar de ti
no bastan ya peldaños,
túneles, aviones,
teléfonos o barcos.
Todo lo que se va
con el hombre que escapa:
el silencio, la voz,
los trenes y los años,
no sirve para huir
de este recinto exacto
-sin horas ni reloj,
sin ventanas ni cuadros-
que a todas partes va
conmigo, cuando viajo.
Para escapar de ti
necesito un cansancio
nacido de ti misma:
una duda, un rencor,
la vergüenza de un llanto;
el miedo que me dio
-por ejemplo- poner
sobre tu frágil nombre
la forma impropia y dura
y brusca de mis labios...
NOCHE DE AMOR
Noche de amor. Bajo la sombra cómplice:
La ingenua tentación. En la arboleda
El motivo de vida va pecando
Como un ensueño de precoz histeria,
Hay quemantes sudores en las pieles:
Sorda germinación en las arterias;
Protestas en las curvas no labradas
Y en tu pupila audaz, francas ofertas.
La idealidad se tiñe de rubores
Como un pálido lirio, de vergüenzas:
En los lechos abiertos y manchados
Se tiende la pasión. La noche arquea
Su gran complicidad sobre la falta;
El lirio de tu sexo se doblega,
Y señala tu carne temblorosa
El índice fatal de mis torpezas.
¡Oh la sed de mis labios, cuyos besos
Recargan la intención que nos rodea!
¡Oh el carmín de tus labios, cuyo orgullo
Palidece al fulgor de tus caderas!
Dame tu cuerpo. Mi perdón de macho
Velará la extinción de tu pureza,
Como un fauno potente y pensativo
Sobre el derrumbe de una estatua griega.
SEGURO QUE ESTA HISTORIA TE SUENA
Al fondo de la barra
una mujer; una
mujer en principio
como tantas: que fuma,
bebe, ríe, charla, y se echa
la melena para atrás;
ya digo, como tantas.
Hasta que su
mirada se cruza acaso
con la tuya
-o a ti te lo parece-,
y por un breve
instante
el tiempo se detiene,
y esa mujer es única,
y todo cambia,
y todo puede pasar.
Todo.
También
-como sucede
casi siempre-,
absolutamente nada.
ÉSTE ES UN AMOR
Éste es un amor que tuvo su origen
y en un principio no era sino un poco de miedo
y una ternura que no quería nacer y hacerse fruto.
Un amor bien nacido de ese mar de sus ojos,
un amor que tiene a su voz como ángel y bandera,
un amor que huele a aire y a nardos y a cuerpo húmedo,
un amor que no tiene remedio, ni salvación
ni vida, ni muerte, ni siquiera una pequeña agonía.
Éste es un amor rodeado de jardines y de luces
y de la nieve de una montaña de febrero
y del ansia que uno respira bajo el crepúsculo de San Ángel
y de todo lo que no se sabe, porque nunca se sabe
por qué llega el amor y luego las manos
-esas terribles manos delgadas como el pensamiento-
se entrelazan y un suave sudor de -otra vez- miedo,
brilla como las perlas abandonadas
y sigue brillando aún cuando el beso, los besos,
los miles y millones de besos se parecen al fuego
y se parecen a la derrota y al triunfo
y a todo lo que parece poesía -y es poesía.
Ésta es la historia de un amor con oscuros y tiernos orígenes:
vino como unas alas de paloma y la paloma no tenía ojos
y nosotros nos veíamos a lo largo de los ríos
y a lo ancho de los países
y las distancias eran como inmensos océanos
y tan breves como una sonrisa sin luz
y sin embargo ella me tendía la mano y yo tocaba su piel llena de gracia
y me sumergía en sus ojos en llamas
y me moría a su lado y respiraba como un árbol despedazado
y entonces me olvidaba de mi nombre
y del maldito nombre de las cosas y de las flores
y quería gritar y gritarle al oído que la amaba
y que yo ya no tenía corazón para amarla
sino tan sólo una inquietud del tamaño del cielo
y tan pequeña como la tierra que cabe en la palma de la mano.
Y yo veía que todo estaba en sus ojos -otra vez ese mar-,
ese mal, esa peligrosa bondad,
ese crimen, ese profundo espíritu que todo lo sabe
y que ya ha adivinado que estoy con el amor hasta los hombros,
hasta el alma y hasta los mustios labios.
Ya lo saben sus ojos y ya lo sabe el espléndido metal de sus muslos,
ya lo saben las fotografías y las calles
y ya lo saben las palabras -y las palabras y las calles y las fotografías
ya saben que lo saben y que ella y yo lo sabemos
y que hemos de morirnos toda la vida para no rompernos el alma
y no llorar de amor.
CUANDO DE NUESTRO AMOR
Cuando de nuestro amor
la llama apasionada
dentro tu pecho amante
contemples extinguida
ya que solo por ti la vida me es amada
el día en que me faltes
me arrancaré la vida
Porque mi pensamiento
lleno de este cariño
que en una hora feliz
me hiciera esclavo tuyo
lejos de tus pupilas
es triste como un niño
que se duerme soñando
en tu acento de arrullo
Para envolverte en besos
quisiera ser el viento
y quisiera ser todo
lo que tu mano toca
ser tu sonrisa
ser hasta tu mismo aliento
para poder estar mas cerca de tu boca
Vivo de tus palabras y eternamente espero
llamarte mía
como quien espera un tesoro
lejos de ti comprendo
lo mucho que te quiero
y besando tus cartas
ingenuamente te lloro
Perdona si no tengo
palabras con que pueda
decirte la inefable
pasión que me devora
para expresar mi amor
solamente me queda
rasgarme el pecho
amada y en tus manos de seda
dejar mi palpitante
corazón que te adora
Migajas de un amor que floreció
Las circunstancias me obligan a escribir,
Esta sensación extraña no me deja en paz.
Recuerda esa trágica y amarga noche cuando te conocí
Esta vez era diferente, algo extraño quedó en mi, por esa vez...
Recorrí muchas esencias cautivadoras,
Y, ningun de ellas me dejaron pensando tanto
Yo no lo notaba, pero mi subconsciente te pensaba
Sin esperanzas decidí ignorarlo.
Era obvio que algo había pasado
Entre tanto drama ocasionado en mi vida,
Había olvidado cuánto necesitaba estar aferrado,
Había olvidado como es compartir mi propia vibra.
Emocionado por un mensaje con algo tan simple,
Quizá esta vez sería diferente.
Quizá esta vez no fracasaría.
Quizá esta vez no me arrepentiría.
Tuvo que pasar bastante tiempo para darnos cuenta,
Somos tan diferentes y no solo de amor se mantiene una relación.
Salimos adelante y despegamos hacia las estrellas,
Inalcanzables y enfrentando adversidades sin compasión.
Volamos tan alto cariño,
Perdimos el rumbo
Por qué no mantuviste la nave firme?
Por qué no estuve para ayudarte?.
Aterrizamos bruscamente
De manera tosca abrimos las mentes.
Yo no quise esto contigo,
No quería apartar la felicidad, nuestro viejo amigo
Amor, amor, te amo tanto que hasta duele
Es que no te das cuenta de lo que eres?
Estás tan pegada en mi alma,
Que tener que alejarte me mata.
Cuánto daría por cambiar todo,
Tenerte en mi cama, mirarte a los ojos,
No soltarte nunca,
Bésame!, bésame por favor!
No te vayas,
No me dejes con este dolor.
La distancia no hará que te olvide,
Lucharé contra el tiempo si es posible.
Mis noches amargas se acompañan con tu ausencia,
Mis pesadillas se vuelven reales cuando despierto y no estás.
Consuélame, envuélveme en tus brazos,
Dame el calor que tanto necesito.
Por qué piensas que quiero el calor de alguien más?
Por qué pensar que alguien más me dará lo que tú me das?
No ves que todo mi ser te necesita a ti?
No ves que si te vas, no seré feliz?
Parte 1.
Desde el 11 hasta el 20 de un total de 457 Poemas de amor
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