83 Poemas de la noche
MEDIA NOCHE
Este silencio lleno de morfina
goza un mareo de profundidades,
donde el alma poética se inclina
atisbando soñadas claridades;
y se pierde en la sed, de una divina
procesión de simbólicas beldades:
novia blanca, y azul, y cristalina,
novia llena de espiritualidades.
Las doce de la Noche. Muy aprisa
pasa el arco invisible de la brisa
sobre el cordaje rudo de la fronda;
y el soñador bohemio, bajo una
borrachera, vacua ante la luna
que le clava su hostia pura y honda.
NOCTURNO
La fiebre atrae el canto de un pájaro andrógino
y abre caminos a un placer insaciable
que se ramifica y cruza el cuerpo de la tierra.
¡Oh el infructuoso navegar alrededor de las islas
f donde las mujeres ofrecen al viajero
la fresca balanza de sus senos
y una extensión de terror en las caderas!
La piel pálida y tersa del día
cae como la cáscara de un fruto infame.
La fiebre atrae el canto de los resumideros
donde el agua atropella los desperdicios.
NOCTURNO
Esta noche sin luces y esta lluvia constante
son para las historias de aquellos peregrinos
que dejaban el lodo de sus buenos caminos,
cegados por la recia tempestad del instante,
y con paso más firme seguían adelante,
al lucir de los nuevos joyeles matutinos.
Esta noche sin luces aguardo ante mi puerta
los tres toques de aldaba que tocará un viajero,
y, no obstante, podría negarle mi dinero,
el calor de la alcoba o la paz de mi huerta;
pero vendrá a mi casa y al corazón alerta
porque siempre me busca cuando yo no lo quiero.
E iluminado por el espejo que brilla
-todo un campo de luz en las horas morenas-
al vaivén de las manos blancas como azucenas
me contará su historia agradable y sencilla,
y a sus labios, ocultos por la barba amarilla,
ha de fluir el canto mortal de las sirenas.
Ya no podré vencerle, ya no tendré la mano
fuerte para arrojarle de mi casa tranquila,
si apenas el relámpago negro de su pupila
le da el pequeño orgullo de llamarme su hermano,
mientras retiene un poco del cielo de verano
la lluvia pescadora con sus redes en fila.
Pero tú, que de nobles éxtasis te revistes,
no abras nunca la puerta para dar hospedaje.
Ten el oído sordo cuando ceda un ramaje
bajo la taciturna pisada de los tristes,
o busca el más secreto bálsamo si resistes
a no probar el ímpetu fantástico del viaje.
RAZÓN DE LÁGRIMAS
La noche por ser triste carece de fronteras.
Su sombra en rebelión como la espuma,
rompe los muros débiles
avergonzados de blancura;
noche que no puede ser otra cosa sino noche.
Acaso los amantes acuchillan estrellas,
acaso la aventura apague una tristeza.
Mas tú, noche, impulsada por deseos
hasta la palidez del agua,
aguardas siempre en pie quién sabe a cuáles ruiseñores.
Más allá se estremecen los abismos
poblados de serpientes entre pluma,
cabecera de enfermos
no mirando otra cosa que la noche
mientras cierran el aire entre los labios.
La noche, la noche deslumbrante,
que junto a las esquinas retuerce sus caderas,
aguardando, quién sabe,
como yo, como todos.
RUTH (Fragmento 2)
Y suspiró por su lecho baldío,
rezó llorando, e hizo sitio en la almohada
para la que, como baja el rocío,
hacia él vendría en la noche callada.
LA NOCHE
La noche siempre quiere contarnos
una historia que nos perturba.
Abre en nosotros una mala posada
una posada para fantasmas.
Por la mañana tenemos que barrer las sombras ...
A golpes de luz dulce, y gracias a la luz dulce,
que transmite su amistad a la casa toda,
conseguimos desalojar a los visitantes
que se van quedando,
que han echado cimientos en la bruma.
A golpes de látigos de claridad, de la luz rosada,
buena, venida sobre la tierra, y poco a poco,
incluso hacemos salir al monstruo íntimo,
que es nuestro, que está en nosotros, el que domina,
Que de pronto se marcha,
con la campanada dela derrota,
y cede su ser a las cosas, a los ruidos,
a las voces,
los movimientos, los colores y los perfumes.
La oscuridad
Me siento en mi cama sin ánimos de nada mirando así la ventana fría sin sentir mis latidos ni mi alma veo todo escuro sin sentido alguno siento que me invade una tristeza que no avía sentido nunca me acuesto en mi cama esperando que la tristeza pase pero en realidad se vuelve más y más grande siento como me absorbe la oscuridad mientras dentro de mi mente es el único lugar donde puedo estar cae la noche y escucho eso otra vez esas voces que no quiero ni ver se plasma una cara en mi ventana ella me sonríe pero no siento nada algo se acerca y se queda observando en la oscuridad y creo que es en lo único que puedo confiar al caer la luna el sol renace pero dentro de mi no hay luz ni aire siento como me quedo sin aliento y mis últimas palabras siento.
NOCHE DE VERANO
Pulsas, palpas el cuerpo de la noche,
verano que te bañas en los ríos,
soplo en el que se ahogan las estrellas,
aliento de una boca,
de unos labios de tierra.
Tierra de labios, boca
donde un infierno agónico jadea,
labios en donde el cielo llueve
y el agua canta y nacen paraísos.
Se incendia el árbol de la noche
y sus astillas son estrellas,
son pupilas, son pájaros.
Fluyen ríos sonámbulos.
Lenguas de sal incandescente
contra una playa oscura.
Todo respira, vive, fluye:
la luz en su temblor,
el ojo en el espacio,
el corazón en su latido,
la noche en su infinito.
Un nacimiento oscuro, sin orillas,
nace en la noche de verano,
en tu pupila nace todo el cielo.
NOCHE
Sobre la nieve se oye resbalar la noche.
La canción caía de los árboles,
y tras la niebla daban voces.
De una mirada encendí mi cigarro.
Cada vez que abro los labios
inundo de nubes el vacío.
En el puerto,
los mástiles están llenos de nidos,
y el viento
gime entre las alas de los pájaros.
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