133 Sonetos 

Un soneto es una poesía formada por 14 versos de arte mayor, normalmente endecasílabos (11 sílabas). Se dividen en dos estrofas de cuatro versos seguidas por otras dos estrofas de tres versos.

LA VOZ FLORIDA

Por el pardo sendero, bajo la hora serena,
uno tras otro, pasan los lentos peregrinos;
todos llevan el ritmo de alguna vieja pena
y la melancolía de los yermos caminos.

Y la quietud florece, como una sombra buena,
en las pupilas grises de sus ojos divinos;
el ánfora sagrada de su herida está llena
y gota a gota cae la sangre, en cristalinos

rubíes sobre el polvo, mientras una voz rítmica
interpreta el encanto de su timbre, en la eurítmica
canéfora que trae sobre su cabellera

el perfume de rosas y de cisnes de mito
y de los Lohengrines que, desde lo infinito,
anuncian el reinado de Hermana Primavera.

Autor del poema: Gonzalo Escudero

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VOCES HERÁLDICAS

La gran multifonía de las locas Trompetas
y las risas fragantes y las fragantes prosas…
Junto a mármoles jonios, en las almenas quietas,
las buenas princesitas de los cuentos de rosas.

En el palacio armónico de ojivas y glorietas,
Nuestro Señor el Arte con las pompas suntuosas
de aquel muy siglo heroico de melenas inquietas
y de la plata vieja de las barbas undosas…

Y ante el trono florido, las doradas bandejas
con perfumes que evocan las antiguas consejas,
mientras, bajo los palios, las emociones raras

van desfilando una tras otra… El estandarte
de los viejos Heraldos anuncia que es el Arte
que pasa en la áurea carne de las estrofas claras…!

Autor del poema: Gonzalo Escudero

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VOY A LLAMARTE A GOLPES Y CONJUROS

Voy a llamarte a golpes y a conjuros,
a tristes manotadas y arañazos,
con salivas y trapos, y los brazos
y los dientes frenéticos. A oscuros

saltos atroces disolver tus muros,
morder tus huellas y enjaular tus pasos
y beberte y romperte y en pedazos
amarte. Atarte los desdenes duros,

la sombra, el aire, el sueño y el acento,
y de mis gritos tras las altas rejas
recluirte el afán y el movimiento.

Pero, inútil prisión, si tú le dejas,
a desarmado, contumaz intento,
acuchillarse con filudas quejas.

Autor del poema: Francisco Granizo

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Almas Peregrinas (2)

Enviado por joselevio  Seguir


*


Sin gozar más, tú sabes liberarte
del enredar de malas circunstancias,
cambiando el punto de vista ya, que ansias
por medio del viajar o por el arte


y también todo lo que al meditarte
varie tu ideal y las consecuencias:
tú de lo cotidiano te distancias,
quieto y te sientes en gran parte aparte...


Viajando con ella es otra rutina
y al aburrirnos de ello nos quedamos
y nos movemos, si algo se culmina,


abrazados o no, nos abismamos...
Yo, antes de que esté preso de lugares,
me libero de modos regulares...


*

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SI ESTA PALOMA SE QUEMA

Si esta paloma se quema,
no es sólo en la zarza ardiente
sino bebiendo en una fuente
que corre entre la alhucema.

Fuente viva y con amor
que va hacia la noche oscura,
pero nace de la pura
claridad de un ancho frescor

de Misericordia que es llave
del mejor humano
y tierra y sol de su mies.

Y esta paloma en su vuelo
lleva un aire castellano
por lo universal del cielo.

Autor del poema: María Zambrano

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DESTINO

Enviado por vazcas  Seguir

Por qué seguir los pasos del destino?
llameantes piedras delante me arroja
colmando senderos de lava roja
ignorando la línea de mi sino.

Solitario surcaré mi camino
siguiendo la ruta yo mismo escoja
hasta encontrar algún brazo me acoja
en el final de un viaje cansino.

Atrás quedará mi banal memoria.
Serán los nobles y bellos momentos
quienes guíen las riendas de victoria

Construiré con el más fuerte cimiento
el mayor y ancho muro de la historia
y no volver, hasta mi último aliento.

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LA SIESTA, COMO UN NIÑO REPLETO

La siesta, como un niño repleto,
dormitaba en la mística glorieta,
y una dulzura de vejez discreta
venía como un niño desde el seto.

La nervosina mano de un esteta
grabó en la piedra, con tesón completo
un paladín heroico; y en el peto
puso una llaga, como flor inquieta.

Tus ojos me miraban entreabiertos.
Y en tus ojos miraba yo los muertos
paladines heroicos por tus manos.

Mi mirada angustiosa te buscaba,
y detrás tuyo el paladín miraba
tristemente a mis ojos, como a hermanos.

Autor del poema: Horacio Quiroga

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AUTORETRATO DE ADOLESCENCIA

Entre serpientes verdes y verbenas,
mi condición de león domesticado
tiene un rumor lacustre de colmenas
y un ladrido de océano quemado.

Ceñido de fantasmas y cadenas,
soy religión podrida y rey tronchado,
o un castillo feudal cuyas almenas
alzan tu nombre como un pan dorado.

Torres de sangre en campos de batalla,
olor a sol heroico y a metralla,
a espada de nación despavorida.

Se escuchan en mi ser lleno de muertos
y heridos, de cenizas y desiertos,
en donde un gran poeta se suicida.

Autor del poema: Pablo de Rokha

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SONETO

Tuvo un Judas el santo apostolado;
muchas tiene el riquísimo diamante;
la mujer cuanto hermosa es inconstante
y hay nubes en el éter azulado.

Nunca está satisfecho el gobernado,
ni jamás es feliz el gobernante;
no se vio sin peligros navegante,
ni se halló sin zozobras un casado.

No existió Paraíso sin manzana,
ni sin espinas el rosal frondoso,
ni redención sin cruz infamatoria.

¿A qué engreírte, pobre raza humana,
si el que blasonas tanlo orgullo odioso
es miseria, y no más, lodo y escoria?

Autor del poema: Ricardo Palma

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SONETO DEL AMOR OSCURO

La otra noche, después de la movida,
en la mesa de siempre me encontraste
y, sin mediar palabra, me quitaste
no sé si la cartera o si la vida.

Recuerdo la emoción de tu venida
y, luego, nada más. ¡Dulce contraste,
recordar el amor que me dejaste
y olvidar el tamaño de la herida!

Muerto o vivo, si quieres más dinero,
date una vuelta por la lencería
y salpica tu piel de seda oscura.

Que voy a regalarte el mundo entero
si me asaltas de negro, vida mía,
y me invaden tu noche y tu locura.

Autor del poema: Luis Alberto de Cuenca

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