131 Sonetos
FOTOGRAFÍAS
¡Pantoja ten valor! Rompe la valla:
luce, luce en tarjeta y en membrete
y cabe el toro que enganchó a Pepete
date a luz en las tiendas de quincalla.
Eres un necio. —Cierto. —Pero acalla
tu pudor y la duda no te inquiete.
¿Qué importa un necio más donde se mete
con pueril presunción tanta morralla?
¡Valdrás una peseta, buen Pantoja!
No valen mucho más rostros y nombres
que la fotografía al mundo arroja.
Enséñanos tu cara y no te asombres:
deja a la edad futura que recoja,
tantos retratos y tan pocos hombres.
ARMONÍA
Quise tocar el gozo primitivo,
batir mis alas, trasponer la linde
y volver, al origen, desde el fin de
mi juventud, para sentirme vivo.
Quise reverdecer el viejo olivo
de la paz, pero el alma se me rinde.
¿Quién es sin su dolor? ¿Quién que no brinde,
sin pena, su ayer libre a su hoy cautivo?
Y ¿quién se adueñará de la armonía
universal, si rompe, nota a nota,
grano a grano, el racimo, los acordes?
¿Quién se olvida que es cuna y tumba, día
y noche, honda raíz y flor que brota,
luz, sombra, vida y muerte hasta los bordes?
AURELIO
«Licio, ¿la obstinación de tu porfía,
mariposa solícita del daño,
morir quiere a la luz del desengaño?
Tuyo es la culpa, la obediencia mía.
Mucho fía de sí quien de sí fía.
Sabe que Lisis con traidor engaño
memorias ya de un año y otro año
en los olvidos sepultó de un día.»
«¡Oh cuánto avaro está el dolor contigo,
pues aún la queja no se atreve a dalla
de mí, de Lisis, ni de ti tampoco!
Que tú celoso, ella mujer, yo amigo,
nos halla disculpados, pues nos halla
a mí fiel, a ella fácil, y a ti loco.»
CUANDO EL PLANETA QUE LAS HORAS MIDE (CANCIONERO)
Cuando el planeta que las horas mide
vuelve de nuevo a reencontrar el Toro,
cae tal virtud de entre sus cuernos de oro
que viste el mundo del color que expide;
no sólo a aquello que a la luz reside,
ribera y monte, da floral decoro,
sino en donde su luz nunca halló foro,
preña el terrestre humor cuanto despide,
y nace fruto o similar vïanda;
así ella en mí, que es sol entre ellas todas,
si de sus ojos lumbre y rayo ofrece,
cría de Amor palabras, versos, odas;
mas, como ella en todos ellos manda,
primavera jamás en mí florece.
EL "OJO DE AGUA"
Con los rumores de su eterno coro,
brota la fuente de la peña dura ...
¡el "Ojo de Agua" que, en su cuenca oscura,
de un cíclope en prisión derrama el lloro!
en tanto salta el surtidor sonoro
por la ancha verja, que el recinto mura,
tiembla en el fondo de la linfa pura
el pez de rosa con estrellas de oro.
En el misterio y en la sombra oriundo,
¿de qué hondo abismo o ignorada
orlilla surge a la luz el manantial profundo?
¡Raro prodigio! ¡Culta maravilla!
El pan de Dios lo tiene todo el mundo...
¡pero, el agua de Dios sólo Aguadilla!
EL SONETO NOCTURNO
La luna era ese párpado cerrado
que flotaba en el circo de la nada
y el niño retenía la mirada
su hipnótico vagar de astro cegado.
La noche es un jardín narcotizado
con esencias de alquimia y sombra helada
y tu infancia una estrella disecada
en el taller de niebla del pasado.
La luna vive ahora en los relojes
que lanzan sus saetas venenosas
sobre la esfera blanca de este sueño.
De este sueño sin fin del que recoges
la ceniza dorada de esas cosas
de las cuales un día fuiste dueño.
ESCOGE ANTES EL MORIR QUE EXPONERSE A LOS ULTRAJES DE LA VEJEZ
Miró Celia una rosa que en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmín y grana
bañaba alegre el rostro delicado;
y dijo: -Goza, sin temor del Hado
el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrá la muerte de mañana
quitarte lo que hubieres hoy gozado;
y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja,
no sientas el morir tan bella y moza:
mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte siendo hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.
OJOS NEGROS
¡Ojos tuyos! Ojos negros, que el amor los enfurece.
Pupilas que se dilatan ante la azul inmensidad.
Astros donde la luz se ennegrece
para que haya estrellas en la claridad.
Viajeros en que el polvo de la Vía Láctea florece,
porque vienen jadeantes de la eternidad.
Cosmos en que a un tiempo amanece y anochece,
violadores de la física de la Divinidad.
Cimas que la seda de los párpados cubre de nieblas.
Noches que son luz anegada en tinieblas.
Días que son tinieblas inundadas de luz.
Ojos que son clavos que en ti me sujetan como en una cruz.
Y ojos consonantes, que al mirarme han rimado
su más dulce y armonioso pareado.
Almas Peregrinas
Almas Peregrinas
Tú también sabes cómo liberarte
del enredar de malas circunstancias,
cambiando el punto de vista ya, que ansias
por medio del viajar o por el arte
y también todo lo que al meditarte
varie tu ideal y las consecuencias:
tú de lo cotidiano te desligas
y más: te sientes en gran parte aparte...
Viajando con ella es otra rutina
y al aburrirnos de ello nos quedamos
y nos movemos, si algo se culmina,
abrazados o no, nos abismamos...
Yo, antes de que esté preso de lugares,
me libero de modos regulares...
El talento
Las ideas se desplazan
con un alud de entendimiento,
al desbordase el talento
el pensar y el sentir se aguzan.
Las expectativas se juntan
en cada uno de los actos o evento,
con la música, el arte… es el éxito
lo que al unísono le demandan
Al ser innato su mente vuela
con plumas blancas y negras,
la ovación lo engrandece.
Como un destello; alela
cuando las metas las logras
y al fracasar su ego se desvanece.
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