131 Sonetos 

Un soneto es una poesía formada por 14 versos de arte mayor, normalmente endecasílabos (11 sílabas). Se dividen en dos estrofas de cuatro versos seguidas por otras dos estrofas de tres versos.

Soneto IV

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Soneto IV

No oiréis correr de nuevo el arroyuelo
Que, alegre, se lanzaba a su caída,
Ni al dulce ruiseñor, cuya venida
La bóveda alumbró del alto cielo.

Dolores era hermosa como el vuelo
Que alcanza las antorchas de la vida,
Luciente como el alba que, encendida,
Cuajaba en sus cabellos el deshielo.

Mi espíritu poblaron las malezas
Dejándome en las sombras misteriosas
Que llenan hoy mis versos de tristezas.

Sus ojos son estrellas luminosas,
Sus luces, altas torres, fortalezas,
Alegres sus sonrisas perezosas.

2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del alba"


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SONETO XIV

Me falta tiempo para celebrar tus cabellos.
Uno por uno debo contarlos y alabarlos:
otros amantes quieren vivir con ciertos ojos,
yo sólo quiero ser tu peluquero.

En Italia te bautizaron Medusa
por la encrespada y alta luz de tu cabellera.
Yo te llamo chascona mía y enmarañada:
mi corazón conoce las puertas de tu pelo.

Cuando tú te extravíes en tus propios cabellos,
no me olvides, acuérdate que te amo,
no me dejes perdido ir sin tu cabellera

por el mundo sombrío de todos los caminos
que sólo tiene sombra, transitorios dolores,
hasta que el sol sube a la torre de tu pelo.

Autor del poema: Pablo Neruda

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I

Porque tal vez de la fatal quietud
eres la imagen, soy feliz al verte,
oh noche, cuando alegres te cortejan
suaves brisas y nubes estivales;

y cuando traes con la tempestad
las tinieblas profundas e inquietantes,
te invoco siempre, y las secretas vías
del corazón con suavidad gobiernas.

Haces que el pensamiento se extravíe
por la senda que va a la eterna nada,
y huye este tiempo inicuo y con él marchan

las preocupaciones que me oprimen.
Miro tu paz y en mi interior se calma
el insaciable espíritu guerrero.

Autor del poema: Ugo Foscolo

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"IL PENSIEROSO" DE MIGUEL ÁNGEL

En este mármol-hombre todo piensa,
es todo él un pensamiento triste
del bloque níveo que al cincel resiste
llamado al ser con voluntad inmensa.

Este, frente al misterio que lo aprensa
resume su alma y su callar persiste...
Monólogo de piedra que reviste
de luz perenne su blancura densa.

El creador del eterno pensativo
apagó en esta abscóndita pupila
el anhelo que en su alma estaba vivo,

lo alzó esfinge ante vulgos y ante sabios...
Y la flor del silencio abre tranquila
la exánime corola entre sus labios.


Autor del poema: Justo Sierra Méndez

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TASSO

La vida atravesó como extranjero
Del placer conociendo la mentira;
Cantando el himno que el amor inspira,
El amor cuanto amargo lisonjero.

Mucho tiempo humillado y prisionero,
Del odio del poder sufrió la ira;
Y con su inmenso amor y con su lira
Asombro fue del universo entero.

Mirando Italia su inmortal historia,
Al fin un día su injusticia advierte,
Y del genio celebra la victoria;

Pero ¡ay! adversa se mostró la suerte
Y puso Italia su laurel de gloria
Sobre el helado polvo de la muerte.

Autor del poema: José Rosas Moreno

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SONETO DEL DULCE NOMBRE

Si el mar que por el mundo se derrama
tuviera tanto amor como agua fría,
se llamaría, por amor, María
y no tan sólo mar, como se llama.

Si la llama que el viento desparrama,
por amor se quemara noche y dia,
esta llama de amor se llamaría
María, simplemente en vez de llama.

Pero ni el mar de amor inundaría
con sus aguas eternas otra cosa
que los ojos del ser que sufre y ama,

ni la llama de amor abrasaría,
con su energía misericordiosa,
sino el alma que llora cuando llama

Autor del poema: Francisco Luis Bernárdez

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EL SONETO ES TAN ÁGIL COMO UN BRINCO...

El soneto es tan ágil como un brinco;
brinco de corazón o catarata
despeñada en un tiempo que delata
el deseo del curso hacia un ahínco

de no ser y de estar. En él afinco,
en vuelo, la ilusión más inmediata,
y así, en el mismo olvido, me retrata
desvanecido allí donde me hinco.

Alma de espuma y cuerpo de suspiro,
tomar pretende en mármol el respiro
como lo quiere el río en ese salto

blanquísimo, sonoro, ardiente y frío...
Mas sólo en el pasar mantiene el brío
y habrá de ser su piedra el sobresalto.

Autor del poema: Francisco Pino

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II

No soy quien fui; murió de mí gran parte,
y lo que queda es languidez y llanto.
Las hojas de laurel, las esperanzas
de mis jóvenes cantos, se han secado.

Desde que Marte y su licencia impía
con su sangriento manto me vistieron,
está ciega la mente y muerta el alma,
y las desgracias son mi arte y mi orgullo.

Y aunque el deseo de morir me viene,
a mi fiera razón cierran las puertas
ansia de gloria y caridad de hijo.

De la suerte, de mí y de otros, esclavo,
conozco lo mejor y no lo escojo
y sé invocar la muerte y no matarme.

Autor del poema: Ugo Foscolo

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LAS MUJERES DE ROMERO DE TORRES

Rico pan de esta carne morena, moldeada
en un aire caricia de suspiro y aroma...
Sirena encantadora y amante fascinada,
los cuellos enarcados, de sierpe o de paloma...

Vuestros nombres, de menta y de ilusión sabemos:
Carmen, Lola, Rosario... Evocación del goce,
Adela... Las Mujeres que todos conocemos,
que todos conocemos ¡y nadie las conoce!

Naranjos, limoneros, jardines, olivares,
lujuria de la tierra, divina y sensüal,
que vigila la augusta presencia del ciprés.

En este fondo, esencia de flores y cantares,
os fijó para siempre el pincel inmortal
de nuestro inenarrable Leonardo cordobés.

Autor del poema: Manuel Machado

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SONETO

Oh tan cara de lejos y blanca y cerca, tan
Deliciosamente tú, Mery, que imagino
Algún bálsamo extraño por embuste emanado
Sobre el oscurecido cristal de algún jarrón

¿No lo sabes? sí, cómo hace ya muchos años
Que siempre para mí tu sonrisa prolonga
La misma rosa con su hermoso estío hundiéndose
En el antaño y luego también en el futuro.

Mi corazón que a veces en las noches se ausculta
0 busca el nombre último y más tierno que darte.
Se exalta en el apenas murmurado de hermana

Salvo, mi gran tesoro de cabeza pequeña,
Porque me enseñas una dulzura bien distinta
Quedo con sólo el beso en tus cabellos dicha.

Autor del poema: Stéphane Mallarmé

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